Un señor, por no llamarlo mono de mierda, jugando con el móvil con el sonido tan alto (ni en un concierto de metal está tan alto), luego poniéndole videos a la madre de él y comentando las jugadas, poniéndole también mp3 con el móvil de los chungos (digo yo que serían esos, porque a mi todas las gitanadas me suenan igual), y encima, como él no se oía su voz, chillaba por encima del móvil, y como no oía el móvil por culpa de sus propios berridos, subía el móvil. El caso es que salieron dos veces los médicos a llamarle la atención, y el muy perro tenía la cara dura de decir que no era él.
Y digo yo, si no tienes respeto por los enfermos propios (iba con la madre) y ajenos, ¿en qué país vivimos? Veinte duros para que el que lo adivine.