He tomado parte de mi tarde de relax para escuchar éste álbum fantástico, David. Como habrás podido comprobar en comentarios anteriores sobre algunas de tus composiciones, intento, además de hablar de todo aquello que me gusta y agrada, aquellas otras cosas que puedan servirte como inspiración para seguir trabajando como tan bien haces.
Algo que quiero destacar de las canciones es que me gustan mucho sus comienzos, y eso es algo importante, cómo llega desde el principio. ¿Por qué destaco los inicios?, porque luego, en algunos temas, llegan ciertos ritmos de los que yo puliría algo. Más adelante te cuento.
“Right Simphony”, sin embargo, me sorprendió gratamente más allá del minuto 3, precisamente por su ritmo, ese el ritmo de marcha, y luego también por el sonido de guitarra acústica. La pieza en general tiene un sonido cálido que me encanta.
Sin más dilación, sigo hablando de temas en concreto: “Spiral (I)” es absolutamente delicioso, de fantasía, estoy seguro de que podría formar parte de la banda sonora de una película de aventuras. Y “Spiral (II)” sí que me ha cautivado, no sólo por la parte que me toca (guitarra al principio) sino por el aroma a himno que tiene éste tema, a oda; muy bello, realmente bello.
Bella melodía conjuntada con la armonía en “Surfing to the Horizon”. Y de melodía hay que hablar también en “Ven conmigo”, una melodía cantabile, acogedora y cálida; y un cambio suave como una caricia, a tono menor, al final de la pieza, con piano, bellísimo; para luego volver a mayor. Muy bonita.
Lo único que puede tener pareceres algo diferentes con respecto a cómo serían para mí obras redondas es, a veces, ese toque “máquina” por decirlo de alguna manera, que tienen algunas de las piezas (algunas de las primeras, principalmente), es decir, el sonido a veces algo mecánico, y otras veces casi como de discoteca “light”, que para una música tan delicada como la tuya puede que, a mi parecer, le reste belleza. Ésto, como siempre digo, es una cuestión de gustos; me encantan los “ritmos electrónicos”, pero suelo tener en cuenta la sonoridad de cada elemento, y puede que sea algo exigente con su uso. Ésto no significa que prefiera los sonidos reales; me puede gustar casi a partes iguales un sonido creado y uno real. Por supuesto, a ésto hay que añadir que si en un futuro quieres grabarlo con instrumentos reales, la cosa cambiaría, y mucho, con respecto a esos pequeños fragmentos que me gustan menos, porque dejarán reflejado lo que estaba en tu mente de una forma más real y reconfortante. De todos modos, la mayoría de los sonidos están muy, muy conseguidos.
En definitiva, un álbum con un buen discurso, melodías muy claras y con belleza en su curso, armonías muy agradables, una ordenación de los temas bastante acertada, delicadeza en el uso de sonoridades, claridad, también, y es algo que pido mucho en la música, a menos que sea intencionado; que no sea un galimatías musical. Usas arpegios francamente bonitos, direcciones con terceras, escalas bien determinadas, con buenos finales; y, hablando de finales, algo tan importante como los buenos inicios: terminas las obras muy bien. Incluso el álbum termina bien, con “Sunrise”, muy bien elegido, es el punto y final ideal.
“La Búsqueda”, “Right Simphony”, “Imperfect Beat”, “Spiral (I)”, “Spiral (II)”, “Surfing to the Horizon”, “Ven conmigo” y “Sunrise” son de mis favoritas. Concretamente “Sunrise” la he escuchado muchas veces
Enhorabuena David, un álbum bien realizado, con detalles muy interesantes, que espero sea escuchado por muchos, y que consiga darte muchas alegrías. Te deseo mucho éxito amigo.