#1299 Cuando trabaje en Suiza como leñador en la montaña, teníamos una máquina como esa, pero formato gigante que iba en un remolque que arrastraba un tractor.
Tenía una especie de embudo, para tirar los troncos directamente a los rodillos, y entraban troncos del tamaño y grosor de un torso humano. Luego salía todo hecho astillas disparado por un cañón que lo lanzaba al bosque para que sirviera de compost.
Así que todo lo que talábamos pasada por la máquina. Tenía una barra de seguridad por si alguien se caía al embudo, que hacía girar los rodillos a la inversa (hacia afuera). Y si alguna vez que quedaba algún pedazo girando sobre los rodillos, lo que había que hacer era ayudarse de una rama para empujarlo hacia dentro, nada de acercar las manitas.
Esa máquina era infernal . . . algunas trastadas hicimos metiendo cosas que no debíamos (como en el vídeo) para que luego salieran disparadas por el aire.
En concreto una vez metimos 5 o 6 paquetes de folios de esos de 100 hojas o más de golpe, eran folios de varios colores. El cielo se torno multicolor durante segundos.
Que chulo