Descoocía su existencia. Voy a buscar por donde me dices.
Muchas gracias, Endre.
Sí, lo he buscado en inglés también, aunque pareciera que tiene otro significado relacionado con armónicos. Pero después de hablar con un par de tiendas en Madrid, El argonauta y Leturiaga, parece que los instrumentos que había a principios del siglo XX por nuestro país, están prácticamente desaparecidos a nivel virtual. ¡Lástima no tener los conocimientos necesarios -entiendo que sobre todo de informática- para hacer una librería virtual de instrumentos para música tradicional! En cualquiera de las diferentes zonas de la península hay decenas de instrumentos con decenas de variaciones y, sin embargo, para emular un tema leonés, por ejemplo, tenemos que utilizar un sonido de gaita inglesa, pongamos por caso que, me parece muy bien que exista, pero no para tocar o sentir unos titos del Órbigo. La música tradicional en toda su extensión (no solo en sentido clásico y cerrado) tiene una proyección magnífica, en absoluto es para una minoría nostálgica; basta ir a conciertos, al menos por aquí, en Madrid, de artistas de este tipo de música, para darse cuenta.
Esperemos contar pronto con una librería propia de sonidos propios, para hacer música propia, y evitar asi, los monotemas. Soy de la opinión que hay que hacer con la música tradicional lo que Paco hizo con el flamenco: actualizarla, extenderla, proyectarla...
Gracias de nuevo
Es cierto que la música tradicional tiene buena salud; y los grupos prefieren usar instrumentos reales a emulaciones virtuales. En cierto modo es bastante razonable: volver a los orígenes supone cierto primitivismo que igual no comulga bien con la tecnología.
El mismo Paco (de Lucía, supongo) experimentó en el flamenco, pero siempre usaba una guitarra real, no sampleada.
Esto no quita que las librerías sean útiles, pero al haber poca demanda no se trabaja en ese aspecto. Es normal, la ley del mercado sólo atiende a la demanda.
Totalmente de acuerdo; pero, fíjate, que en los grupos en los que me muevo (grupos de cajón flamenco, pandereta, etc. aunque mi instrumento propiamente dicho es la guitarra) echamos de menos un programa tipo, band in a box, exclusivamente de ritmos e instrumentos ibéricos. De hecho, la mayoría de los programas corrientes se nota que provienen del mundo del jazz, que... muy bonito y, en mi caso, oigo a menudo a grandes guitarristas de jazz. Pero de ahí a renunciar a lo propio, va un abismo. Supongo que un sencillo estudio de mercado nos daría datos objetivos sobre la hipotética demanda. Yo entiendo que lo sampleado amplía el horizonte del músico o aficionado al permitirte experimentar situaciones cuasi reales. Soy guitarrista, diletante, pero guitarrista; si no es con una dulzaina virtual ¿cómo voy a emular un grupo que la contenga? Bueno, ya sabes, para gustos, los colores. Lo importante es que se investigue, que se hagan proyectos y no vivir colonizados tecnológicamente y culturalmente, porque lo primero implica ruina económica y lo segundo, más grave si cabe, pérdida de indentidad.
Que haya suerte.
La aplicación Band-in-a-box no es prerrogativa del jazz. Se emplea en cantidad de estilos, aunque hay que admitir que se trata de un recurso empleado cuando hay que componer mucho material y no hay tiempo para invertir en todas las facetas de una producción. Yo tengo amigos que han trabajado durante años en sellos de música funcional (relajación, antiestrés, meditación, etc) y exprimían Band-in-a-box porque era más importante editar discos todas las semanas que un par de buenas obras al año. Así funciona el mercado.
Más allá de la anécdota, un músico que quiere sentirse orgulloso de su obra, debe formarse en lugar de usar aplicaciones que hacen su trabajo. Al menos es lo que yo opino. Por muy dlletante que seas, siempre acabarás más satisfecho de tu trabajo si lo has creado tú mismo con tus medios y limitaciones.
Respecto a la demanda, pues tampoco hay que dudar tanto. El mercado es despiadado y no toma riesgos. Si no hay librerías de ciertos instrumentos es porque no hay demanda. Así de sencillo. Yo he diseñado algunas librerías y el trabajo que hay detrás es enorme como para que luego no se venda y/o acabe en webs de descargas irregulares. Y más allá de las dificultades para grabar una dolçaina, es bastante sencillo encontrar algún dolçainer que quiera colaborar contigo. La magia de los instrumentos reales y la magia de la interpretación no la vas a encontrar en una librería.
Entiendo que puede servirte como referencia, si buscas un sonido natural. Y me gusta más si quieres innovar y encontrar una técnica artificial con sonidos grabados, pero no quieras encontrar un camino que no existe, sobre todo con tanto buen músico de instrumentos autóctonos y medievales. Y con un poco de paciencia y conocimientos de solfeo es posible encontrar músicos que interpreten tus pistas a través de internet.
Si lo piensas bien hay un montón de posibilidades.
Suerte con tus proyectos.
Desconocía la labor del Eduardo Tarilonte. He enviado un email a su página preguntándole sobre la existencia en sus librerias de emulaciones sonoras de dulzaina (en principio no las he encontrado).
Gracias
