ADN (Capitán Kokorikó)
Subido por Capitán kokorikó el 26/06/2024
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Descripción
HAMBRE
Ha llegado el buen tiempo; me estoy quedando sin comida.
Aprovecho el deshielo para intentar escapar de esta trampa fría y solitaria.
Con un viejo mapa, y con mis precarios conocimientos de astronomía, he calculado una trayectoria que, si todo está correcto, me llevará en dos semanas hasta algún lugar habitado. Aunque ya sé que aquí, en el Polo, no puedo dar nada por sentado.
Me estoy quedando sin comida, y ya siento el cansancio adentrarse por mis huesos.
Tengo que resistir, cuidar mis pensamientos para no caer en el desánimo.
Calculo que en dos días llegaré a algún poblado.
Anoche vi humo en la lejanía. Gente. Me río sólo y aligero el paso pensando en el festín que me daré cuando llegue al primer lugar habitado. Mi cuerpo se vuelve ligero sólo con pensarlo.
Al subir a esta loma he visto las casas. Son pequeñas y se ve que no están hechas para para durar. Quizá viva gente que va de paso, subsistiendo de la caza y la pesca.
En todo caso mi agonía está cerca de finalizar. Entro en la aldea y grito. Llegan dos hombres envueltos en sus abrigos de pieles. Sonríen y se acercan para ayudarme. Yo desfallezco. Despierto dentro de uno de los refugios, un lugar espartano donde unos veinte hombres están como de fiesta. Yo no puedo evitar unirme a su ánimo, pensando en mi buena suerte, en la grata acogida, en la comida que me espera…. Ah, casi muero porque me traigan algo que echarme al cuerpo.
Me hago entender por señas y logro que me traigan una bebida caliente que me sabe a gloria. Esto es otra cosa. Ahora les pido algo de comida, todo por señas. Ellos por fin entienden. Comida. Hacen gestos entre ellos de alegría y lo festejan con movimientos divertidos que hacen con su cuerpo. Parecen niños.
Dos de ellos traen unos troncos y ramas y encienden fuego. A mí se me hace la boca agua. También a ellos.
Y en este momento me viene un pensamiento que me hiela la sonrisa, porque por más que miro no veo donde está la comida. Y siento cómo me está entrando sueño. La bebida está haciendo efecto.
Cuando por fin lo comprendo, se me pasa el hambre.
Ha llegado el buen tiempo; me estoy quedando sin comida.
Aprovecho el deshielo para intentar escapar de esta trampa fría y solitaria.
Con un viejo mapa, y con mis precarios conocimientos de astronomía, he calculado una trayectoria que, si todo está correcto, me llevará en dos semanas hasta algún lugar habitado. Aunque ya sé que aquí, en el Polo, no puedo dar nada por sentado.
Me estoy quedando sin comida, y ya siento el cansancio adentrarse por mis huesos.
Tengo que resistir, cuidar mis pensamientos para no caer en el desánimo.
Calculo que en dos días llegaré a algún poblado.
Anoche vi humo en la lejanía. Gente. Me río sólo y aligero el paso pensando en el festín que me daré cuando llegue al primer lugar habitado. Mi cuerpo se vuelve ligero sólo con pensarlo.
Al subir a esta loma he visto las casas. Son pequeñas y se ve que no están hechas para para durar. Quizá viva gente que va de paso, subsistiendo de la caza y la pesca.
En todo caso mi agonía está cerca de finalizar. Entro en la aldea y grito. Llegan dos hombres envueltos en sus abrigos de pieles. Sonríen y se acercan para ayudarme. Yo desfallezco. Despierto dentro de uno de los refugios, un lugar espartano donde unos veinte hombres están como de fiesta. Yo no puedo evitar unirme a su ánimo, pensando en mi buena suerte, en la grata acogida, en la comida que me espera…. Ah, casi muero porque me traigan algo que echarme al cuerpo.
Me hago entender por señas y logro que me traigan una bebida caliente que me sabe a gloria. Esto es otra cosa. Ahora les pido algo de comida, todo por señas. Ellos por fin entienden. Comida. Hacen gestos entre ellos de alegría y lo festejan con movimientos divertidos que hacen con su cuerpo. Parecen niños.
Dos de ellos traen unos troncos y ramas y encienden fuego. A mí se me hace la boca agua. También a ellos.
Y en este momento me viene un pensamiento que me hiela la sonrisa, porque por más que miro no veo donde está la comida. Y siento cómo me está entrando sueño. La bebida está haciendo efecto.
Cuando por fin lo comprendo, se me pasa el hambre.
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