Agua
Subido por Juan Carlos Muñoz el 22/08/2009
Licencia Copyright
Descripción
Cuando era pequeño, al ver a lo lejos la proximidad de una gran tormenta (sobre todo en invierno y al anochecer) deseaba que se acercara, y con ella una gran lluvia, de esas en las que la luz se va durante un par de horas y tienes que recurrir a la tenue luz de unas velas...
La televisión, una radio, el ruido del extractor de la cocina con mi madre preparando la cena, la iluminación artificial ... se desvanecían de repente.
Todo se quedaba a oscuras.
Se producía un extraño silencio que duraba apenas unos segundos.
Seguidamente y al estar en compañia de mi familia, venían las tipicas risas, sustos e historias de miedo con mis hermanos...
Me sentía muy agusto, muy tranquilo.
No quería que volviera la luz.
Quería seguir jugando al escondite, escuchar esas historias o inventarlas,... pero sobre todo, contemplar el agua a través de las ventanas, e incluso abrir la puerta de la entrada para sentir más de cerca la lluvia, sin llegar a mojarme, por supuesto, simplemente ... para sentir ese aire fresco y renovado, ese olor a tierra húmeda del jardín y de la calle, contemplar con más intensidad y emoción los relámpagos, los truenos, aunque solo fuera durante apenas un par de minutos, ya que hacía frío. Luego volvía a entrar en casa para abrigarme con una cálida manta.
Me encantaba estar así... ¡¡ pero siempre volvía la luz !!, jeje.
Son de esos recuerdos únicos que desearía volver a repetir, volver a ser, sentir, ver, como el niño que fuí.
En fin, supongo o al menos espero que el sentimiento que quiero transmitirte cumpla con su cometido mientras escuchas éste tema.
En "ver letra del tema", te dejo con una de las historias que solía imaginar. Por cierto, ésta no va al compás del tema.
Un saludo y gracias por tu tiempo.
La televisión, una radio, el ruido del extractor de la cocina con mi madre preparando la cena, la iluminación artificial ... se desvanecían de repente.
Todo se quedaba a oscuras.
Se producía un extraño silencio que duraba apenas unos segundos.
Seguidamente y al estar en compañia de mi familia, venían las tipicas risas, sustos e historias de miedo con mis hermanos...
Me sentía muy agusto, muy tranquilo.
No quería que volviera la luz.
Quería seguir jugando al escondite, escuchar esas historias o inventarlas,... pero sobre todo, contemplar el agua a través de las ventanas, e incluso abrir la puerta de la entrada para sentir más de cerca la lluvia, sin llegar a mojarme, por supuesto, simplemente ... para sentir ese aire fresco y renovado, ese olor a tierra húmeda del jardín y de la calle, contemplar con más intensidad y emoción los relámpagos, los truenos, aunque solo fuera durante apenas un par de minutos, ya que hacía frío. Luego volvía a entrar en casa para abrigarme con una cálida manta.
Me encantaba estar así... ¡¡ pero siempre volvía la luz !!, jeje.
Son de esos recuerdos únicos que desearía volver a repetir, volver a ser, sentir, ver, como el niño que fuí.
En fin, supongo o al menos espero que el sentimiento que quiero transmitirte cumpla con su cometido mientras escuchas éste tema.
En "ver letra del tema", te dejo con una de las historias que solía imaginar. Por cierto, ésta no va al compás del tema.
Un saludo y gracias por tu tiempo.
Letra
Ver letra del tema
-Lo que solía imaginar-
Sentado frente a la ventada. Los relámpagos alumbraban, junto a las velas, la habitación.
El agua caía en forma de densas gotas, y al intentar encontrar con mi mirada el comienzo de ellas en las nubes, mi imaginación empezaba a volar...
Imaginaba que la habitación se desprendía de la casa y navegaba por un mar formado por la lluvia, encima de una gigantesca ola, en plena noche, rodeado de esas nubes tormentosas, yo me econtraba a salvo dentro del habitáculo, y aunque la gran tormenta pudiera parecer terrorífica, en realidad era mágica.
Al romper la gigantesca ola, la habitación se introducía de lleno bajo las aguas, bajo ese océano tan oscuro y de superficie brillante gracias a los relámpagos que no cesaban.
La gravedad no existía dentro de mi habitación, por tanto dentro sentía que flotaba mientras seguía contemplando el mágico acontecimiento que en realidad me propulsaba a gran velocidad debido a la inmensidad de las olaS.
Me encontraba en una gran corriente que no sabía a donde llevaba, pero ahí se estaba bien, podía ver nadar a grandes ballenas apaciblemente y bancos de peces de muchísimos colores.
El efecto de los relámpagos sobre la superficie de las olas parecía como miles de estrellas en movimiento que hacían llegar su luz como ráfagas de sol en gran variedad de tonos azulados.
Dentro de esa gran corriente, notaba que se hacía de día y que me acercaba hacia algo...
De pronto veo como se acaba el mar, la habitación sale de él y delante mía puedo ver un precioso paisaje como si lo viera a una inmensa altura... pues ahora, en realidad estaba descendiendo por una catarata... sin fin.
Sentado frente a la ventada. Los relámpagos alumbraban, junto a las velas, la habitación.
El agua caía en forma de densas gotas, y al intentar encontrar con mi mirada el comienzo de ellas en las nubes, mi imaginación empezaba a volar...
Imaginaba que la habitación se desprendía de la casa y navegaba por un mar formado por la lluvia, encima de una gigantesca ola, en plena noche, rodeado de esas nubes tormentosas, yo me econtraba a salvo dentro del habitáculo, y aunque la gran tormenta pudiera parecer terrorífica, en realidad era mágica.
Al romper la gigantesca ola, la habitación se introducía de lleno bajo las aguas, bajo ese océano tan oscuro y de superficie brillante gracias a los relámpagos que no cesaban.
La gravedad no existía dentro de mi habitación, por tanto dentro sentía que flotaba mientras seguía contemplando el mágico acontecimiento que en realidad me propulsaba a gran velocidad debido a la inmensidad de las olaS.
Me encontraba en una gran corriente que no sabía a donde llevaba, pero ahí se estaba bien, podía ver nadar a grandes ballenas apaciblemente y bancos de peces de muchísimos colores.
El efecto de los relámpagos sobre la superficie de las olas parecía como miles de estrellas en movimiento que hacían llegar su luz como ráfagas de sol en gran variedad de tonos azulados.
Dentro de esa gran corriente, notaba que se hacía de día y que me acercaba hacia algo...
De pronto veo como se acaba el mar, la habitación sale de él y delante mía puedo ver un precioso paisaje como si lo viera a una inmensa altura... pues ahora, en realidad estaba descendiendo por una catarata... sin fin.
Descargable
No