Balada del angel caído

Si pudiera elegir donde estar…
si pudiera decidir qué pasara…
Mis grillos soltaría,
y libre así sería.
Cuando llega la noche, sediento de venganza estoy,
como un condenado que aguarda el fin de su dolor.

Si el cielo fuera abierto en pos de tu clamor,
acallaría el llanto, el grito y el horror.
Si se apiadara el mundo como lo hiciste tu,
cambiando mi destino, yo volveré a ser luz.

Si pudiera elegir que sentir…
si pudiera decidir adonde ir…
Contigo yo estaría,
y el odio al fin se iría.
Cuando llega la noche, sediento de venganza estoy,
un ángel caído que ya no tiene redención.

Aléjate del monstruo en que me convertí,
del aquel tan cruel tormento en que te sumergí.
Y llévate tu alma, no me la quedaré,
y huye al paraíso, al que jamás iré.