Ecos del Bayomo (a Gato Pérez)

La última luna, cuarto menguante, hora terrestre
siglo Zeleste en el sistema locomotora
despierta el barrio, barren las calles, pronto amanece
se oyen los gatos tomando el puerto de Barcelona.

Javier Patrício tararenado dobla la esquina
lleva camisa resuelta en aire y lentes ahumadas
pa quel despunte no le sorprenda en la pupila
y el claroscuro se difumine con la mañana.

Lánguido y pardo, extraterrestre, cruza un gitano
entre turistas madrugadores y postmodernos,
oportunista le para el paso - ¿tiés un cigarro?
y por el sombrero se reconocen los dos rumberos.

A las farolas se les acaba el artificio,
Barceloneta viste el bullicio de las persianas
cuando Patrício cala el sombrero y canta a Bambino
y al caló fino se le hace un nudo en la garganta.

El astrolabio les marca el rumbo: Barrio de Grácia.
Aún queda noche pa aquél encuentro de antiguo oficio,
código Morse de las estrellas picao en las palmas
y vela al Levante oliendo a sal, tabaco y vino.

Ya el sol despunta los edificios en la barriada,
suena a revuelta cien estudiantes en desbandada
y pa los gitanos como a los gatos nada está escrito
todos son pardos, menos el Pérez que es argentino.

Coro:
Traigo en la rumba Oriente y cáscara.

escucho maullar los gatos frente al mar
dame la mano comay y no te sueltes
a mí me da que algo va a pasar
ecos del Bayomo guarda este Levante
el gato dio con el ratón y están jumando bajo el puente.