Nadia

NADIA


Delgada como un pincel
De languidez irreal
Pálido y frágil espectro que en satén
Envuelve su despertar
Un universo interior de sueños por alcanzar
Leve susurro luciérnaga que va perdiendo su calidez

En el espejo se ve, distinta de las demás
Y los fantasmas que esculpen la razón
Anidan tras el cristal
Nadia se mira al revés desnuda de realidad
Mientras que un flaco corcel
Atrapa su voluntad

Cometa sin porvenir
Leve burbuja de gas
Como una pluma es el cuerpo del que solo
Anhelas salir
Con piel de blanco papel
Y ojos hundidos de mar
Reflejo recto sin curvas que ofrecer
Y obsesión por comparar

En el espejo se ve, distinta de las demás
Y los fantasmas que esculpen la razón
Anidan tras el cristal
Nadia se mira al revés desnuda de realidad
Mientras que un flaco corcel
Atrapa su voluntad

Y atrapa su voluntad, entre las rejas de la insensatez
Atrapa su voluntad, en el absurdo del mismo hambre que ayer
Y atrapa su voluntad
Atrapa su voluntad

Solo

Mientras tanto en New York, Londres, París o Milán
La pasarela se llena de glamour y de esqueletos que van
Paseando su ingravidez
Como perchas de cristal
Como alambres de marfil
De escueta feminidad

De escueta feminidad; con largas piernas y escote sin marcar
De escueta feminidad; carne sin salsa a medio cocinar
De escueta feminidad; esclavizadas por la línea a guardar
De escueta feminidad; de culo escaso y sonrisa sin verdad
Escueta feminidad
Ropa de diseñador
Tendencia absurda, camino a copiar y culto a la sinrazón
Nadia sumergió su ser
En esta absurda espiral
Y en su extrema delgadez ayunó un día más
Y en su extrema delgadez ayunó un día más
En su extrema delgadez
Ayunó un día más