Collidoscope, música colaborativa para no músicos
En el marketlab de Sonar+D la Universidad Queen Mary de Londres expone Collidoscope, un artilugio musical orientado a la experimentación sonora y musical para "no músicos" desarrollado por el grupo "Interactional Sound and Music" del Centro de Música Digital perteneciente a dicha universidad. El dispositivo está dirigido a que personas sin formación musical puedan sencillamente entretenerse colaborando en crear pasajes sonoros sampleando y manipulando el sonido a su alrededor.
Collidoscope está dispuesto en forma de mesa. En su parte central hay una gran pantalla dividida en dos partes y cada una de ellas cuenta con su consola de mandos, con lo que dos personas pueden interactuar con el artilugio. Cada usuario tiene en la parte izquierda un micrófono que comienza a samplear mientras se pulsa el botón rojo que hay debajo. El sonido captado -además del sonido ambiente o la voz había juguetes y artilugios disponibles para hacer diversos ruidos- quedaba plasmado en la pantalla en una gran forma de onda, de la cual el usuario puede elegir reproducir un segmento del tamaño que desee seleccionándolo con un enorme fader sobre el que hay montado un encoder. El sonido elegido se puede disparar en loop o con un teclado que hay a la derecha. En la parte izquierda hay un control de filtro paso alto/bajo y un control que aplica un efecto de modulación granular.
Collidoscope atrae todo el rato a mucha gente a su stand y resulta bastante entretenido de probar. Si te pones de acuerdo con la persona que tienes al otro lado puedes jugar un rato a tratar de hacer algo musicalmente coherente o intentar crear un disparate abstracto.
El aparato ha sido creado por Ben Bengler y Fiore Martin, y es uno más de los proyectos de investigación que el Interactional Sound and Music ha llevado adelante. Como me explicaba el propio Ben Bengler, la finalidad del aparato es simplemente entretener a la gente en espacios colaborativos mediante la interacción con el sonido de manera sencilla. De hecho es tan sencillo y fácil de usar que incluso pueden emplearlo personas con discapacidades sensoriales. No es la primera vez que este centro de investigación de la Universidad Queen Mary muestra sus proyectos en Sónar, hace un par de años ya expusieron Polymetros, otro proyecto de música colaborativa basado en el controlador Launchpad.