Decenas de diseñadores sonoros se unen para crear un mapa poético del metro de Londres
Cuando la grabación de campo comenzó a tomar fuerza en Internet, además de impulsarse por los ulteriores desarrollos de esta plataforma de información, se hizo común no sólo la publicación y transferencia de de sonidos localizados en ciertos lugares sino también la creación de mapas virtuales donde se pudiera localizar las grabaciones según su ubicación geográfica específica.
Estos mapas normalmente suelen retratar determinados entornos y sus respectivas situaciones, apelando a la idea de simular el paisaje o recrear ciertos entornos sonoros, ligándolos siempre a su contexto específico en términos cartográficos además de algunas veces buscar la exploración implícita de determinados valores como la evocación e imaginación, el patrimonio socio-cultural o algún tipo de temática específica impulsada por la representación mediada por intenciones temáticas.
Ejemplos de este uso cartográfico de la grabación de campo abundan tanto en su concepción como en los lugares y sonidos explorados. Por destacar algunos podríamos mencionar el magnífico Radio aporee, el clásico London Sound Survey, el New York Sound Map o el Mapa Sonoru de Asturias.
Ahora bien, estos mapas tienen en común una idea particular de la fonografía aplicada a lo cartográfico en cierto sentido específico y con un énfasis en rescatar determinados valores propios de los lugares sin embargo, aunque la grabación en si misma ejerce cierto procesos de filtro inter-subjetivo, por lo general los mapas no se ofrecen con modificaciones o interpretaciones radicales —en sentido de procesadas o alteradas mediante composición— de los sonidos allí presentes, cosa que ha pretendido hacer la gente de Cities and Memory en su más reciente proyecto, The Next Station (la proxima estación).
Cities and Memory es un proyecto dedicado a la exploración sonora dirigido por el el artista sonoro Stuart Fowkes. En colaboración con el mencionado London Sound Survey se dedicaron a registrar el sonido de 55 estaciones del legendario metro subterráneo de Londres para ubicarlas posteriormente en un mapa virtual. Lo interesante es que no quisieron únicamente recurrir a la simulación cartográfica sino que además se aventuraron de la figuración poética y la interpretación estética de los entornos, situaciones y elementos sonoros de los lugares en cuestión.
Para ello llamaron a más de 100 diseñadores y artistas sonoros de múltiples lugares del mundo para "remezclar y reimaginar cada sonido del tren para crear un mundo sonoro alternativo basado en la experiencia y memoria del icónico Tube". De esta forma los sonidos no solo se ubican como registros con pretensiones de simulación o representación geográfica o referencial, sino también como interpretaciones abiertas de aquello que se graba en la memoria y aquello que se siente en la escucha, expandiendo las posibilidades de la geolocalización y evidenciando la naturaleza múltiple no solo de los sonidos, sino ante todo, de las tantas formas de escucharlos.
Los sonidos se ofrecen para libre escucha en la web oficial del proyecto, todos localizados según las diferentes estaciones de la ruta del metro. Además se dispone de una lista con todas las interpretaciones y elementos procesados, aunque es notablemente más interesante proceder estación por estación, construyendo rutas que aunque se localizan en un aparente espacio del mundo, son como tal puntos donde convergen tantos mundos posibles como oídos atentos a las vibraciones; literalmente un viaje sonoro.