Lofi Keys, un piano gratuito de Clark Audio con sabor a baja fidelidad
¿Eres de los que siempre está buscando nuevos sonidos? ¿Tal vez sonidos "to study to"? Pues entonces quizás te interese este pequeño instrumento lanzado por Clak Audio llamado Lofi Keys, que básicamente es un sencillo plugin que incluye un piano vertical y un pequeño puñado de sonidos de teclado, metidos en una interfaz muy, muy simple con la que podrás controlar la envolvente, el volumen, la panoramización y la cantidad de reverb y delay que quieres aplicar al sonido.
Eso sí, aunque pueda parecer poca cosa, lo cierto es que la librería de samples incluida pesa un 1Gb y no suena nada mal tras probarlo, así que si te gustan los sonidos tipo lofi, o si simplemente quieres añadir otro piano a tu colección, deberías darle una oportunidad, porque además de sonar bien, el hecho de que sea tan sencillo lo hace muy inmediato.
Lofi Keys es gratuito, y está disponible para Windows (Windows 8 en adelante) y macOS (Mavericks en adelante) y soporta VST, VST3 y AU, eso sí, solo en formatos de 64 bits.
Lofi Panda 2
Y si resulta que Lofi Keys te sabe a poco, andas a la caza de un nuevo rompler de sonidos interesantes y tienes 10€ quemándote en la tarjeta de crédito, tal vez quieras echarle un vistazo a Lofi Panda 2, que es algo así como el hermano mayor (y todos sus primos) de Lofi Keys. Un plugin que incluye 3 Gb de contenido (más de 14.000 samples), 42 instrumentos diferentes (pianos, guitarras, bajos, sintes, cuerdas, metales, algunos kits de percusión, efectos de sonido, etc.) y 100 presets con variaciones de estos. Todo ello en una interfaz de lo más chula con un práctico formato de doble capa en la que podrás combinar dos fuentes de sonido y aplicar envolventes, filtros y efectos de reverb, delay y degradación. Todo ello por 10 euritos de nada (en lugar de los 39€ habituales), ya que Lofi Panda 2 salió a la venta hace unos días y está de promoción.
Más información: Lofi Keys | Lofi Panda 2
Comunicador incansable en materia de tecnología musical. Dicen por ahí que de niño se cayó en una marmita llena de osciladores de baja frecuencia.
