Love Hulten & Teenage Engineering CHD-4, una caja de ritmos creada por una muy buena causa
Han sido muchas las cajas de ritmos que se han colado en la portada de Hispasonic a lo largo de sus ya más de 20 años de vida, pero ya os puedo adelantar que ninguna como la que protagoniza esta noticia. De entrada por el diseño y el concepto que se esconde tras CHD-4, pero también por la razón que ha llevado a Love Hulten y Teenage Engineering a crearla mano a mano, que no es otra que la de colaborar con la Heartchild Foundation, que es una asociación sueca que lucha contra las cardiopatías de quienes menos merecen sufrir una cardiopatía: los niños.
Love Hulten & Teenage Engineering CHD-4
CHD-4 es una caja de ritmos que genera su sonido a partir de módulos Teenage Engineering POM-400 adaptados, y que los secuencia a través de un curioso secuenciador circular programado basándose en 4 ecocardiogramas reales obtenidos de chequeos a 4 niños que sufren algún tipo de cardiopatía. Este secuenciador reúne 4 pistas circulares, y cada una de ellas contiene la codificación del ritmo cardiaco de uno de estos niños. Por decirlo de algún modo, cuando el disparador del secuenciador se cruza con uno de estos latidos, envía una señal a los módulos para que generen sonido.
Las pistas se pueden usar de forma conjunta (para crear ritmos complejos) o por separado, además, cada uno de los latidos se pueden desplazar manualmente para así obtener ritmos únicos y diferentes. Hay también un control para ajustar el tempo global del secuenciador, así como interruptores de mute para silenciar cada pista. Como detalle final, CHD-4 también monta un osciloscopio en su panel desde el que monitorizar visualmente el sonido.
Esta bonita y peculiar caja de ritmos se subastará el próximo 14 de febrero de 2023, y todo el dinero que se obtenga se destinará a la Heartchild Foundation. Imagino que, por una vez, todos los aquí presentes desean que se venda por el precio más alto posible.
Más información: Heartchild Foundation
Comunicador incansable en materia de tecnología musical. Dicen por ahí que de niño se cayó en una marmita llena de osciladores de baja frecuencia.
