Colleen es el proyecto musical de Cécile Schott, una compositora y sintetista nacida y criada en Montargis, una pequeña población situada a las afueras de París, Francia. Nominada para el Cuestionario Hispasónico por Olivier Arson, nuestra invitada comenzó su camino musical en el año 1991 tocando la guitarra. Desde entonces ha explorado la creación sonora desde muchas perspectivas diferentes, tanto con instrumentos acústicos, como electrónicos, como con su propia voz.
En la actualidad, la artista vive en Barcelona, donde da rienda suelta a su imaginación en un pequeño pero interesante estudio conformado por unos pocos instrumentos y efectos analógicos, en su mayoría fabricados por Moog. Una marca con la que Colleen ha colaborado en más de una ocasión, ya fuese grabando alguna sesión musical o ejerciendo como beta tester de sus productos.
¿Cuáles son tus mayores referentes musicales?
Tantos que se me hace difícil resumirlos, pero aquí van los esenciales. El dub, y particularmente las producciones de Lee Perry de la segunda mitad de los 70, por haberme dado a entender la relación entre canción, interpretación, producción y uso de los efectos y del estudio como instrumentos en sí; pioneros como Raymond Scott, Delia Derbyshire, Terry Riley, Can, This Heat; Arthur Russell por no haber elegido entre música instrumental y cantada, acústica y electrónica; productores de hip hop como GZA por confirmar mi sensación de lo bella que podía ser la repetición; las músicas del continente africano por la cercanía rítmica de sus guitarristas e instrumentistas de cuerdas, y la calidad y calidez de las grabaciones de los años 60 y 70; el soul por sus grandes intérpretes y grabaciones alucinantes; gigantes del jazz como Coltrane por su constante búsqueda y dedicación total a su instrumento.
Creo que en todo, lo que me atrae es la mezcla de una gran composición interpretada con amor y grabada con un sonido cálido.
¿Cuándo descubriste que querías dedicarte a esto?
Empecé a tocar la guitarra a los 15 años, en 1991, y el panorama tecnológico era tal que jamás hubiera podido imaginar dedicarme algún día a esto. En mi entorno familiar o social nadie tocaba instrumentos, y mis padres no me empujaron en especial (aunque tampoco me lo impidieron). Visto que para sacar un disco había que ir a un estudio, que te aceptara una discográfica, etc., no vi para nada “realista” pensar dedicarme a ello, y entonces pasé los exámenes para ser profesora de inglés, ya que este idioma era mi otra gran pasión. Fue la llegada de los DAWs a finales de los 90 que cambió todo para mí: me permitió sacar un primer álbum en 2003, a base de samples, Everyone alive wants answers, y en 2007 dimití de mi trabajo como profesora para dedicarme a la música a tiempo completo.
¿Cuál fue el instrumento musical o el dispositivo de sonido que lo inició todo, y qué sentiste al usarlo por primera vez?
La guitarra clásica, y poco después la eléctrica. Era fan de los Beatles, y a los 15 años, regresando de un viaje a Noruega con mis padres en nuestra furgoneta, pasamos un par de horas en Copenhague, donde vi a dos músicos callejeros haciendo versiones de los Beatles con guitarra acústica. Me emocionó tanto que me decidí a pedir a mis padres que me compraran una guitarra.
Me resulta imposible describir la alegría que me dio empezar a tocar este instrumento. Estaba tan enganchada que durante las comidas y cenas, si veía que un plato tardaba en llegar, ¡intentaba regresar a mi habitación para seguir tocando! Lo curioso es que en esos primeros momentos de tenerla en mis manos, inmediatamente me salió “componer” algo y, 32 años más tarde, mi método no ha variado: simplemente “estoy” con el instrumento, y la música sale.
¿Podrías hacernos un resumen de los elementos principales de tu estudio actual?
Mi estudio está en mi piso en una habitación minúscula (siete metros cuadrados), y ahora mismo es 100% analógico y electrónico (aunque sí uso DAW). Tengo 2 sintes semimodulares: el Moog Grandmother, que es el “alma” de mi nuevo álbum, Le jour et la nuit du réel, y el Moog Matriarch, que será la estrella de mi próximo disco. En la segunda fila están mis queridos Moogerfoogers (tengo cinco), y el Roland RE-201 Space Echo encima de la caja de ritmos Elka Drummer One de 1969.
También tengo un secuenciador Squarp Hapax desde hace poco para mis directos, y tengo bastante claro que va a convertirse en un elemento fijo del estudio.
Mutable Instruments me regaló una pequeña unidad modular con varios de sus módulos, pero todavía no he podido incorporarla a mi setup, aunque sospecho que algún día pasara.
Uso una Soundcraft Signature MTK12 para aprovechar sus envíos auxiliares, ya que me resulta cómodo mandar las pistas de los instrumentos desde mi DAW a través de las salidas de mi tarjeta de sonido, una Focusrite Clarett +8Pre (que puedo combinar con mi antigua Scarlett si necesito más entradas), para grabar efectos sin afectar las pistas originales. Mis monitores son unos Blue Sky con sub comprados hace siglos.
¿Cuál es tu DAW principal? ¿Usas más de uno?
Solo uso Reaper. Increíblemente, usé durante 20 años Acid, que fue mi primer DAW, pero con la última actualización de Windows se volvió inutilizable y me pasé a Reaper, que tuvé que aprender en unos días, ya que estaba en plena grabación de mi álbum. Estoy encantada con él, es perfecto para lo que hago, que es básicamente grabar en condiciones de directo.
Desde mi séptimo álbum, The Tunnel and the Clearing, ya no uso ningún plugin en la producción de mis discos, a parte un poco de EQ muy de vez en cuando, y me encanta el reto de trabajar solo con lo que tengo físicamente.
¿Tienes algún método o flujo de trabajo definido a la hora de abordar un nuevo proyecto?
Todo sale siempre de un hecho simple y esencial: estar con el instrumento, horas y horas y horas, explorando simultáneamente la composición / songwriting, y siempre intentando fusionar exploración sonora, expresión emocional y una búsqueda que puede ser más abstracta, como por ejemplo intentar “traducir” musicalmente algún concepto o preocupación que tengo en mente (en el caso de mi último álbum, quería reflexionar sobre “la realidad”).
Intento crear las condiciones ideales para enfocarme en la música en sí y olvidarme de los aspectos más tecnológicos, ya que me puede costar concentrarme. A nivel del estudio, significa tener todo siempre listo para grabar, con cada instrumento y efecto con su entrada individual en las tarjetas de sonido, para que el mix sea siempre 100% flexible (eso es especialmente importante para mí ya que uso pocas fuentes de sonido, con lo cual, cada pista es muy importante).
También siempre tengo listos patch sheets de mis sintes y plantillas de los efectos para anotar de manera muy precisa lo que estoy haciendo, además de papel de partitura (aunque mis partituras son muy DIY) para anotar ideas melódicas y armónicas. Y en cuanto algo me gusta, le doy al Record, para tener un boceto de esto y luego poder volver a ello y mejorarlo. Esta metodología me es imprescindible no solo por la voluntad de mejorar esas “primeras ideas”, sino también porque toco en directo mis discos, y sin esas herramientas, no podría volver a encontrar estos sonidos, ya que nada de lo que uso tiene presets.
Y a nivel psicológico y practico —y eso tal vez es lo más difícil de conseguir— intento ser muy drástica y seria con el uso de mi tiempo, especialmente cuando trabajo en un nuevo disco: tener un compromiso conmigo misma para pasar tardes enteras en el estudio, y no una hora por aquí y por allá, porque la diferencia cualitativa es enorme. Pasé 14 meses trabajando en Le jour et la nuit du réel casi sin parar, y me dio mucha alegría llegar a este enfoque, porque hace unos años, no tenía esa capacidad.
¿Cuál es tu instrumento o herramienta favorita hoy en día?
Sin duda mi sinte semimodular Grandmother, no solo por lo increíble que es a nivel sonoro, sino también porque ha sido mi puerta de entrada al mundo de la síntesis, que literalmente ha cambiado mi vida además de cambiar mi música. Y porque fue un regalo de Moog, con quienes tuve la suerte de empezar a trabajar en 2017 cuando me invitaron a grabar una sesión en su Moog Sound Lab en Asheville, al lado de la fábrica. A raíz de esta sesión me dieron 3 Moogerfoogers, luego el Grandmother, y cuando me volvieron a ofrecer trabajo el año pasado (fui parte del equipo de beta testing de los plugins Moogerfooger), les pedí el Matriarch a cambio de un pago. Me siento muy afortunada de haber podido desarrollar ese vinculo con ellos, especialmente ahora que el futuro de la marca parece tomar otro rumbo.
¿Cuál ha sido tu última adquisición para el estudio? ¿Has acertado con la compra?
El secuenciador Hapax de Squarp Instruments. Para mi nuevo directo necesitaba un secuenciador capaz de enviar secuencias muy largas y sin cuantizar a mi Grandmother, pero en un formato ligero. Aposté por el Hapax después de pedir recomendaciones en mi Instagram, ya que muchos secuenciadores no ofrecen secuenciación sin cuantizar y esto me estaba volviendo loca. Una reseña de Loopop acabó de convencerme, ya que decía que la curva de aprendiza no era demasiado dura.
He acertado, sí. No solo hace con brillo lo que necesito, sino que pude ver muy rápidamente —a pesar de no tener tiempo para explorarlo a fondo— que puede hacer cien veces más. Creo que con el Matriarch será una combinación muy potente.
¿Y lo próximo que te gustaría comprarte?
Nada. Al haber recibido el Matriarch, que era el sinte que quería comprarme, considero que ya tengo lo suficiente para hacer como mínimo 2 o 3 discos más, especialmente visto que podría combinar el Matriarch y el Grandmother, sin hablar de los módulos de Mutable Instruments, los Moogerfoogers y el Space Echo.
¿Algo que te encantaría tener pero que, por la razón que sea, sabes que no va a ser posible?
Pues creo que algún día será posible, pero en un futuro inmediato no. Me encantaría tener un estudio más grande, con muebles bien pensados (y preferiblemente reciclados o ecológicos: en mi estudio casi todo está recuperado), para un uso más ergonómico y flexible, especialmente cuando surge el momento de empezar a ensayar para los directos después de haber grabado un disco. También poder controlar el nivel de humedad.
Pero por ahora vivo en alquiler y no me estoy planteando mudarme, ya que muchas de las condiciones esenciales para mi están reunidas en mi mini estudio: tengo silencio absoluto casi todo el rato, mis vecinos me dicen que no me oyen, el espacio es acogedor, seguro a nivel de robos, y aun cuando sube la temperatura en verano, sigue siendo aceptable tanto para mi como para los instrumentos.
¿Alguna técnica o truco de producción que haya influido de forma evidente en tu flujo de trabajo?
Dejar de mandar los instrumentos directamente a los inputs de los efectos, y en cambio crear un bus en mi DAW y/o usar el envío auxiliar de una mesa de mezclas para mandar el instrumento al efecto, reteniendo las pistas originales de los instrumentos. Es cierto que soy totalmente autodidacta en el estudió a nivel de grabación, mezcla y producción, pero me cuesta entender por qué no surgió este método antes en mi vida, y sigo pensando que es algo que no se explica suficientemente, en términos simples, a los músicos, ya que veo que mucha gente no entiende cómo funciona, ni sus enormes ventajas a la hora de mezclar y, en general, tener más control sobre todo el proceso de grabación y producción.
También, de manera más profunda y a la vez sutil, la decisión de grabar mis discos en condiciones de directo, a partir de 2020 con The Tunnel and the Clearing. No lo logro siempre, y me dejo un margen de manipulación en el DAW cuando realmente no lo consigo, pero para mí lo ideal es grabar cada tema en una única toma. Creo que la magia de las grabaciones de los 60 y 70 no es solo debida a los increíbles ingenieros, estudios y herramientas de grabación: también tenía un papel esa toma de riesgo que es “hacer una toma de verdad”. Obviamente en tu propio estudio digital puedes volver a hacer la toma mil veces si quieres, pero no deja de ser muy interesante ver lo que pasa cuando intentas hacer una toma única.
¿Algún momento de tu carrera especialmente importante?
Grabar mi quinto album Captain of None. Creo que si tuviera que destacar solo un álbum mío, sería este, y creo que puedo decir que no se parece a ningún otro disco. El concepto era totalmente impensable: usar un instrumento barroco (la viola da gamba soprano), afinarla como una guitarra, tocarla con los dedos, amplificada, pasando por delay, a veces pitchshifted a través de la Line6 DL4, y también pasando por un pedal de octaver (un EBS Octabass) para generar líneas de bajo. Todo esto producido con una fuerte influencia dub de los 70.
Fue todo un proceso entender cómo grabarlo, y también marcó la entrada de los efectos analógicos en mi vida, con el Moogerfooger MF-104M Analog Delay. Fue un antes y un después, y nunca hubiera podido imaginarme que sería la primera piedra en el camino de trabajar con los instrumentos de Moog, y aún menos que después recibiría su apoyo directo y que esto me llevaría a la síntesis. Me emociona pensar en esta lenta cadena de eventos.
¿Qué consejo le darías a la gente que empieza ahora?
Creo que tres:
Empieza con lo que tienes, no esperes a tener esa pieza de equipo que te dicen que con eso te vas a convertir en un músico o productor mejor o “de verdad”. Es totalmente legitimo tener sueños de instrumentos para el futuro, sea cercano o lejano (¡he tenido tantos a lo largo de mi vida!), pero la música nace de nosotros mismos y los instrumentos son simplemente nuestras herramientas. Pensando especialmente en la gente con pocos recursos económicos: no te desanimes, dalo todo tal y como estás ahora.
Aprende sobre todos los aspectos de la música. Nunca sobra el conocimiento: cuanto más sabes, más libre e independiente te vuelves, y esto no tiene precio.
Tu tiempo, tu salud mental y tu salud física son tus mayores recursos y tus tesoros y lo seguirán siendo a lo largo de tu vida: cuídate siempre, ponte disciplina para trabajar con regularidad, y algo bueno saldrá, SEGURO.
¿Te gustaría nominar a alguien para este cuestionario?
A mi gran colega en Barcelona: Furvoice. Me encanta su setup.
¿Algo que quieras añadir a título personal?
Mi sesión en el Moog Sound Lab y el tema de beta testing de los Moogerfooger están en exclusiva en mi Bandcamp y el 100 % del dinero va a refugios de animales. Este mes es la Fundación Benjamín Nehmert de Sevilla, que rescata galgos, la que se beneficiará de las donaciones. Y también decir que hace poco lanzé mi canal de Youtube en el que pongo vídeos grabados en mi estudio a modo de tutoriales, por ahora todos enfocados en el Grandmother.
Más sobre Colleen
Concierto L'Auditori de Barcelona el 14 de diciembre de 2023
El próximo jueves 14 de diciembre, Colleen presentará en directo su octavo disco, Le jour et la nuit du réel, en L'Auditori de Barcelona. Los interesados encontraréis más información siguiendo este enlace.
Discografía seleccionada
- Les Ondes Silencieuses (2007) | Spotify | Apple Music
- The Weighing of the Heart (2013) | Spotify | Apple Music
- Captain of None (2015) | Spotify | Apple Music