Datos de la unidad comentada
| Año de fabricación: 1978 | Precio pagado: 1600 € (usado)
Uno de los clásicos olvidados al que el tiempo ha acabado por valorar más justamente. Tuvo fama de sintetizador extraño y aspecto de órgano pero a medida que han surgido más muestras de su sonido en internet se ha demostrado de lo que es capaz: esencialmente sonido Roland SH polifónico con muy pocos puntos débiles.
Un solo oscilador y suboscilador por voz pero muy gordos o delicados según se configuren. Capaz de texturas con verdadera emoción, desde bajos rabiosos a dulces cuerdas y cristalinos arpeggios. El chorus clásico de Roland le da dimensionalidad y en ocasiones hay que desactivarlo para que no se coma la mezcla. Las envolventes son las más rápidas que he tocado, superando incluso al Juno-6/SH-101/Pro-One y en parte son las que le otorgan unas cualidades casi acústicas al sonido. El LFO es a la vez el más rápido y el mas lento de los que he probado, con un rango enorme de 2 minutos a varios kilohercios y varios controles físicos para configurar los rangos de velocidad, múltiples formas de onda e incluso un s&h dedicado para el filtro. Desgraciadamente el LFO no puede hacer tracking del teclado, lo cual hubiera multiplicado su utilidad. Es de destacar el unison dinámico tan empleado en los Roland vintage, muy útil, y los controles de performance junto a la palanca de pitch bend, todo muy flexible. De los pocos Roland que permiten ajustar el VCA post-filtro indicando cuando obtienes saturación.
La polifonía son 4 voces, con lo que nos obliga a tocar de determinada manera, diferente a un polifónico tradicional. Esta limitación también otorga una cierta personalidad a su sonido. Hubiera sido mejor un JP-4 de 6 u 8 voces? Posiblemente pero no sonaría a JP-4.
En definitiva, sonido añejo pero con pegada y esplendor Roland. De entrada los Jupiter, mi favorito en cuanto a sonido.
Lo mejor: Sonido, presencia. Uno de los grandes.
Lo peor: Peso y volumen
Un solo oscilador y suboscilador por voz pero muy gordos o delicados según se configuren. Capaz de texturas con verdadera emoción, desde bajos rabiosos a dulces cuerdas y cristalinos arpeggios. El chorus clásico de Roland le da dimensionalidad y en ocasiones hay que desactivarlo para que no se coma la mezcla. Las envolventes son las más rápidas que he tocado, superando incluso al Juno-6/SH-101/Pro-One y en parte son las que le otorgan unas cualidades casi acústicas al sonido. El LFO es a la vez el más rápido y el mas lento de los que he probado, con un rango enorme de 2 minutos a varios kilohercios y varios controles físicos para configurar los rangos de velocidad, múltiples formas de onda e incluso un s&h dedicado para el filtro. Desgraciadamente el LFO no puede hacer tracking del teclado, lo cual hubiera multiplicado su utilidad. Es de destacar el unison dinámico tan empleado en los Roland vintage, muy útil, y los controles de performance junto a la palanca de pitch bend, todo muy flexible. De los pocos Roland que permiten ajustar el VCA post-filtro indicando cuando obtienes saturación.
La polifonía son 4 voces, con lo que nos obliga a tocar de determinada manera, diferente a un polifónico tradicional. Esta limitación también otorga una cierta personalidad a su sonido. Hubiera sido mejor un JP-4 de 6 u 8 voces? Posiblemente pero no sonaría a JP-4.
En definitiva, sonido añejo pero con pegada y esplendor Roland. De entrada los Jupiter, mi favorito en cuanto a sonido.