Audiovisual

Ben Burtt sobre los nuevos tiempos del sonido para cine: ¿atraso o renovación?

Ben Burtt diseño sonoro
Mark Hamill, Ben Burtt y C3PO en los premios Oscar de 1978. Cortesía REX/Shutterstock

Con el paso de los años, los oficios y sus respectivas funciones van mutando al punto de hacerse cada vez más rápidos, de ofrecer otras rutas de acción, de establecer nuevas necesidades o, por qué no, de abandonar lo que en algún punto podría parecer un pilar del oficio. Por ejemplo, lo que en un comienzo puede ser una labor ardua pero necesaria, como cortar audio en cinta, se vuelve con el tiempo en un asunto de milisegundos, de tal manera que, a la batuta de un clic, se corte audio al vuelo y ya no sea necesaria la máquina ni la habilidad de cortar.

Aunque el ejemplo es un tanto más técnico que la cuestión que nos cita en este artículo, refleja la misma pregunta por la idea de la tradición del oficio y cómo la tecnología y los nuevos métodos le plantean posibilidades y funciones más heterodoxas donde no solo se mejora algo sino que se pierde otro elemento como sacrificio inevitable. Por ello no solo se trata de cambios que emergen en la industria para optimizar procesos, sino ante todo, de los grados en los que estos asuntos se presentan, es decir, en la medida y el límite que conocen, donde la máquina termina siendo tanto un complemento como un reemplazo, obviamente no sin antes dejar pasar algunos aspectos un tanto más románticos del trabajo, la artesanía misma y la dedicación que suele implicar la forma primera de hacer las cosas, pero que en un mundo acelerado, maquínico y post-digital, desaparece para dar paso a nuevas formas.

Tal es el caso del diseño sonoro para cine, y tal el caso también de Ben Burtt, quien es considerado uno de los padres de esta profesión, particularmente debido a la prodigiosa imaginación sónica que lo condujo a crear el mundo sonoro de grandes sagas como La Guerra de las Galaxias o Indiana Jones, las cuales en su momento fueron un hito dentro de la industria en términos de método, de práctica, de tecnología.

Ben Burtt estudio

El flujo de trabajo que emplea Burtt encarna el proceso típico de un diseñador de sonido tradicional: el trabajo está más afuera, con la escucha, grabando sonidos en cualquier lugar, para luego mezclarlos y hacerlos decir otras cosas, crear otras realidades y permitir otras emociones. El ideal de trabajo en este sentido es el de armar una librería personalizada para cada proyecto y que se pueda dar el tiempo para concebir toda la ficción sónica que habita en una película.

Sin embargo, los tiempos han cambiado y son raros los proyectos hoy en día en los que se trabaje con fuentes nuevas en totalidad, o donde se tenga presupuesto para permitirse viajes de grabación y de campo y recolección de sonidos en sitios y objetos específicos. No solo el dinero, sino aunado a ello el tiempo, y las facilidades tecnológicas, han planteado otra cuestión.

Para Burtt es un asunto agridulce, ya que al parecer esta cuestión, sumada al efluvio de nuevas voces del diseño sonoro en Hollywood y las nuevas formas de trabajar, han hecho que no sea tenido en cuenta en las recientes películas de La Guerra de las Galaxias, y como cuenta en una reciente entrevista para Vanity Fair, no tiene muy claro por qué. Como cuenta en el artículo, ni siquiera se ha visto las últimas entregas de la saga de batallas inter-galácticas, aunque si sugiere algunas de las razones del cambio: la posesión de librerías, los presupuestos repartidos de otra manera y concepción de la disciplina que no se asemeja a lo que tenían antes y que no permite lo que según él, es la base de todo su trabajo: "Yo sigo esta regla" –comenta– "de que si algo me llama la atención, entonces debería capturarlo justo ahí y en ese momento, aún si no se para qué lo voy a utilizar", comenta.

Este método es en muchos sentidos la clave de un buen diseño sonoro, dado que conocer lo que se escucha e irlo grabando con el paso de los años, genera una librería de la que uno va teniendo memoria y que puede estar constantemente en revisión, en organización, en combinación. Sin embargo, esto a su vez es más complicado cuando se trata de tiempos más limitados o tendencias a economizar, que según opina Burtt, estropean la labor en cierta medida dado que generan impaciencia e impiden la exploración y la experimentación. Se sacrifica algo de artesanía a cambio de agilidad. Dice que no es solo La Guerra de las Galaxias sino en general. "Ellos saben que hay grandes librerías hoy en día, que la gente puede simplemente hacer clic y arastrar cosas para hacer un montón de ruido."

Ben Burtt wall e

Al parecer el diseñador no quedó en la mejor relación con Disney tras ser rechazado para "El despertar de la fuerza", pero más allá de la situación en concreto, se trata de un patrón en crecimiento dentro de la industria: menos tiempos, más uso de librerías y por ende una experimentación diferente, por no decir reducida, ya que hoy en día las librerías también se presentan en casas independientes, para diseñadores de sonido y con elementos que implican en muchos casos lo mismo que otros grabados afuera. En el caso de la Guerra de las Galaxias es aún más evidente si tenemos en cuenta que la saga ha desarrollado videojuegos, series animadas y otros productos que enriquecen la librería personal del estudio.

Sin embargo la cuestión queda abierta: ¿Son las nuevas tecnologías y posibilidades una amenaza a la artesanía del diseño sonoro? ¿Hasta qué punto es necesaria la ardua exploración en la grabación de campo versus el manejo de librerías? La posibilidad de integrar ambos y reconocer tanto la ortodoxia como las nuevas formas de trabajo podría ser una salida rápida, aunque dada la relación presupuesto-tiempo, la cuestión se va tarde o temprano hacia un callejón sin salida.

La única posibilidad realmente viable sería que los productores y los directores hicieran películas para el sonido y se preocuparan un poco más por la artesanía tras el oficio, no meramente de lo operativo del mismo. Ya veremos además como los nuevos formatos y la fragmentación misma de la creación audiovisual nos va revelando otros métodos y a su vez nos va dictando lo que yace en el pasado no solo a causa de la cronología sino del cambio mismo en el método y el oficio. El mismo Burtt lo dice. "¿Conoces esa línea de Indiana Jones, 'Pertenece a un museo'? Eso soy yo. Soy una pieza de museo."

Miguel Isaza
EL AUTOR

Miguel es un investigador que relaciona la filosofía, el arte, el diseño y la tecnología del sonido. Vive en Medellín (Colombia) y es fundador de varios proyectos relacionados con lo sonoro, como Éter Lab, Sonic Field y Designing Sound.

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