Entrevistamos a Sean “Sully” Sullivan, ingeniero de sonido de directos
Los que me conocen saben de mi devoción por este sector que podríamos llamar ‘del directo’. De lo efímero que supone, de la necesidad de provocar con el mínimo de tiempo posible un conjunto de sensaciones para un público dispuesto a ello pero sin mermar ni un ápice la calidad de lo supuesto. De mi lucha por la profesionalidad, el saber hacer y hacerlo bien. Así que intentaré traer a estas páginas a modo de entrevista algunas charlas (también efímeras) con algunos de los técnicos de sonido que más admiro, sobre todo en el plano profesional. Personas que han supuesto en algún momento de mi proceso cambios significativos en la manera de trabajar, de resolver el fantástico reto que supone sonorizar, y bien, cualquier banda que se nos ponga por delante.
Empiezo con Sean ‘Sully’ Sullivan, un senior en el mundo del directo, pero también del estudio y televisión. En su currículum aparecen nombres como Beck, Justin Timberlake, Rihanna o Beastie Boys. Ahora lo podréis ver detrás de una S6L de Avid girando con Red Hot Chili Peppers, heredando los mandos del también destacable Dave Rat. Nos costó encontrar un hueco en su apretada agenda para poder hablar un poco sobre lo que nos une: el sonido.
Fíjense bien en el detalle: mezcla todo tipo de bandas y eso es lo que me atrajo. ¿Cómo puede un técnico de sonido sobrevivir a distintos estilos musicales tan dispares y manterse exitoso? ¿Algún tour favorito? “No tengo una gira favorita, en todas he dado lo máximo de mi”, dice Sully. Quizá el quid no es ser especialista en un estilo, sino atacar las mezclas desde otro punto de vista distinto. ¿Cuál es el reto cuando se empieza un tour? “Aprender la música de la banda, pero tal y como los fans quieren y saben escucharlo: la mejor manera de hacer que suene bien es saber lo que suena”.
El primer paso para esa mezcla es la microfonía. “Escojo los micrófonos apropiados para cada instrumento y para el sonido de la banda, teniendo en cuenta que en directo hay mucho ruido. Casi todas las salas y espacios para directo suenan mal, así que escojo micrófonos que recojan bien el sonido del instrumento pero a su vez el mínimo del ruido ambiente”. “Una buena elección”, prosigue, “será esencial para conseguir un muy buen sonido limpio. En estudio hay una separación clara entre instrumentos y no hay ruido ambiental; en directo no sólo hay un alto nivel de ruido, sino que los instrumentos (bajo, batería, guitarras) están demasiado cerca entre ellos y se contaminan entre sí. (...) En estudio puedes elegir un magnífico micrófono de condensador que seguramente no será el más apropiado en directo, aunque quieras”.
“La dinámica en un concierto es un elemento de doble filo: es necesaria para el correcto entendimiento musical, pero puede ser un problema fatal ahí donde los altavoces conviven con los micrófonos en un mismo espacio. Tras una correcta elección de la microfonía puedo entonces elegir procesos de dinámica incluso complejos como la compresión paralela para fines artísticos, pero siempre manteniéndome fiel a esa disciplina sonora que es la música que ocurre en el escenario”. La mezcla de una banda, sin duda, empieza con la correcta elección de los transductores.
Hablando del rango dinámico de una mezcla sale el tema de las (dichosas) limitaciones de presión sonora. ¿Cómo se negocia este problema? “Un concierto debe tener impacto, punch, dinámica; pero si hay un límite de presión sonora, corres el riesgo de querer solucionarlo limitando justamente ese rango dinámico. Intento mezclar alrededor de los 102 dB A, pero si hay limitaciones soy consciente que manteniendo ese punch y ese rango dinámico pero a niveles de mezcla inferiores —y así cumpliendo con la normativa— mantendré intacto el efectismo de la mezcla: una muy buena mezcla suena igualmente bien a cualquier nivel de intensidad”.
Ahora gira con Red Hot Chili Peppers y lo hace con una S6L de Avid. “No es mía, pero sí mi elección. He utilizado consolas Avid/Digidesign desde que existen y en mi opinión hacen todo lo que les pido y suenan increíbles”. ¿Qué aportan las consolas digitales? ¿Mejoras en el sonido? “Nos permiten lograr mezclas muy por encima del mundo analógico. Los snapshots, las pruebas de sonido virtuales, la potencia de procesado… todo a niveles hasta ahora nunca vistos”. Pero sin duda alguna, lo importante para la consecución de un buen concierto también son otras cosas: “los técnicos [que me acompañan] son tremendamente importantes, responsables de los sonidos de los instrumentos, equipo, amplificadores… Viajo con un técnico de sistemas que ajusta el equipo en función del espacio y luego soy yo quien realiza algunos ajustes según mis necesidades”.
Televisión, estudio, directo… ¿dónde te sientes más cómodo? “En cualquiera de los tres ambientes. Para mi no hay demasiadas diferencias cuando el objetivo es conseguir un buen sonido, aunque el resultado final sea diferente”.
Termino con un consejo: ¿cómo se ofrece un técnico novel para una gira? “Si no tienes experiencia, explica tu formación. Pero tu carta de presentación tiene que ser, justamente, lo que hayas hecho, ni más ni menos”. Formación, claro.
Con más de 20 años de experiencia en los escenarios, es técnico de sonido especializado en FOH. Trabaja para bandas nacionales e internacionales como técnico de mesa, y es productor técnico para diferentes festivales y grandes eventos. Kinosonik es su estudio de sonido basado en plataforma digital. Le gusta compartir y le encanta aprender.