El pasado 19 de marzo se encendió la mecha para una nueva polémica en la red. La prestigiosa web Resident Advisor publicó el primero de una serie de mini documentales llamados “Between the Beats” en los que pretende mostrar las vivencias de populares discjockeys entre actuación y actuación, lo que les pasa desde que salen de una actuación y empieza la siguiente y la manera en que asumen esa forma de vida. No era la primera vez que Resident Advisor se encarga de mostrar esa parte de la vida de los DJs, ya lo hizo con la serie de reportajes escritos “Touring Scenes”, aunque en esta ocasión han preferido el formato videográfico.
El primer DJ elegido para estos mini documentales ha sido Nina Kraviz, pinchadiscos rusa de tendencias deep-house (se le podrían poner más etiquetas, pero las etiquetas no están de moda) que además de cosechar éxitos haciendo bailar a las masas ha recibido críticas muy favorables en el lanzamiento de su primer larga duración, titulado simple y llanamente “Nina Kraviz” y publicado a finales de Febrero con 14 cortes que demuestran un buen gusto musical apabullante, además de poner su propia voz en algunos temas.
En el documental la gente de Resident Advisor sigue a Kraviz durante varios días a través de Bulgaria, Bélgica y Austria, donde podemos ver a Nina relajándose en la playa, preparándose antes de una actuación, viajando en coche, esperando un avión... así como unas pocas imágenes de Nina pinchando, todo ello con declaraciones acerca de lo que le gusta y no le gusta de su trabajo, las sensaciones que se viven durante y después de una actuación, algunas cosas sobre su familia... El documental es realmente fantástico, su montaje y estructura narrativa es buena, las tomas, fotografía, momentos elegidos... también. Y sobre todo destaca la belleza de Nina Kraviz, una mujer dotada de una enorme belleza natural (es de hecho imagen de la firma Hugo Boss al igual que el cantante y actor Jared Leto) que no necesita para nada usar provocativamente su físico para ser el centro de toda la atención, incluida por supuesto la atención de la cámara, que parece enamorarse de ella nada más comenzar el documental. Aquí lo tenéis:
La controversia
[Índice]En el propio foro de Resident Advisor el video suscitó una enorme polémica. Las imágenes de Nina que hay al inicio del documental mientras está en bikini en una playa de Bulgaria hablando sobre lo que considera su hogar y sobre el poco tiempo que tiene para su vida privada, y la secuencia en la que Nina habla mientras toma un baño de espuma en un hotel (aparte de su cara, manos y rodillas no se ve nada más) hicieron surgir toneladas de comentarios que criticaban la inclusión de estas imágenes, tomadas por unos como una forma de promoción y por otros como una forma de desprestigiar las habilidades de Nina como DJ, dando a entender que solo es interesante por su atractivo físico. Pero también aparecieron muchos comentarios en los que se daba apoyo a Nina, indicando que ella asumía su sensualidad como algo que forma parte de su persona y que asume también que es algo irrenunciable, sea cual sea su profesión. O dicho de otra forma, si Nina fuera cajera de un supermercado en lugar de DJ, igualmente se maquillaría y se pondría tacones para ir a trabajar, su sonrisa sería la misma y si el hilo musical fuera de su agrado, seguramente no podría evitar balancear su cuerpo al ritmo de la música. Es algo que forma parte de ella.
Casi 20 días después de la publicación de este video llegó a un artículo escrito por Greg Wilson (leyenda británica de los platos y del famoso Haçienda de Manchester) en su propia web acerca del video y de Nina Kraviz, a la que conoce muy bien ya que ella publicó en 2007 (formando parte de MySpaceRocket) en su sello B77 el tema “Amok”, que además remezcló el propio Wilson. En su artículo, Wilson alababa las virtudes de Nina como artista, también destacaba lo polarizadas que eran las opiniones acerca de su imagen femenina y el hecho de que su belleza por un lado formará parte de la llave de su éxito total mientras que por otra parte será el palillo con el que algunos la sujetarán para devorarla. A pesar de que Wilson parece bienintencionado en su artículo, el tono y algunas expresiones elegidas han sido también objeto de cierta controversía, destacaba que en términos de marketing, Nina es el “paquete completo”, e introducía comentarios como que Nina tiene “cualidades andróginas que atraen a la mayoría de miradas” (refiriéndose a que resulta atractiva para hombres y mujeres) o que maneja el rol de “siberiana tentadora”, comentarios muy debatidos en foros e incluso en otros artículos, como el que escribió Lauren Martin para FactMag (la propia Martin también es cuestionada respecto a cómo interpreta a Wilson).
Maceo Plex fue quien no dejó ningún lugar a dudas en sus comentarios, ya que respecto al video publicó en Facebook: “el descarado uso de la sexualidad y la superficialidad pesan más que las horas de estudio y la búsqueda de vinilos”. Luego mandaba saludos a Cassy Briton, Steffi , Maya Jane Cole, Heidi, Magda, Margaret Dygas y Ellen Allien y decía que eran mujeres que ponían una música genial y movían la escena musical actual simplemente con buenos discos y horas de estudio. Claramente Maceo Plex establecía una comparación cualitativa entre el trabajo de Kraviz y el de el listado que hacía, asegurando además que las nombradas por él no empleaban el sexismo como arma promocional. Casualmente Cassy Briton había usado una imagen de sí misma desnuda y tumbada boca abajo para la contraportada de su primer trabajo para Panorama Bar. A pesar de que Maceo borró de Facebook el texto donde se podía encontrar esto, ya se había lanzado una buena pedrada, alguien popular había dicho claramente que le parecía mal que Nina empleara el sexismo como arma de marketing y que otras mejores que ella no lo empleaban.
Nina Kraviz empleó Facebook también para contestar a Maceo y comentar sobre el artículo de Greg Wilson, diciendo que el debate sobre las mujeres en la industria musical era algo “10 veces muerto” y que lo que hagan los hombres está siempre bien mientras que las mujeres deben “comportarse” y no hacer cosas como usar maquillaje, no ser bellas y femeninas para que se las tome en serio o sencillamente no ser ellas mismas. Aseguraba que nada de eso era márketing, que no tiene manager, que siempre se había comportado de manera profesional, que no bebía ni se drogaba y que nunca había puesto un solo disco para complacer a nadie. Justificaba las imágenes en bikini en la playa aludiendo a que era una fiesta en la playa y las mujeres en la playa lleva bikini, y que la escena del baño es porque los DJs, de vez en cuando se dan un baño. El remate fue la frase “El sexismo y toda esa mierda debe morir”. Al rescate de Kraviz salió también Scarlett Etienne (DJ, productora, remixer, cantante y compositora) asegurando en su página de Facebook que “es encantadora y todos deben callarse acerca del baño y de que ella esté usando su sexualidad. Somos mujeres. Tenemos derecho a ser sensuales.” También dijo “Ella es hermosa y tiene talento, ¿debe llevar una bolsa en la cabeza y coserse sus orificios?” y remató con “cualquiera que cuestione la integridad artística de una mujer porque ellas elija expresarse mediante un sutil sensualidad, merece ser descuartizado”. Scarlett Etienne es popular también por su atractivo físico, que no duda en exhibir en fotos que publica en su Tumblr. De manera cómica, surgió posteriormente este álbum en Tumblr donde aparecen fotos de DJs tomando un baño de espuma, aunque no de la misma forma que Nina.
Muy recientemente, Maceo Plex ha dado una entrevista para un blog del diario Independent en la que se arrepiente de las palabras que dijo. Admite ser fan de la música y el trabajo de DJ de Kraviz, pero reconoce que no debió expresar públicamente su opinión sobre la manera en que cree que se emplea su imagen, y se disculpaba por el daño que hubiera podido causar.
La reflexión
[Índice]Hasta aquí, la historia que recientemente ha movido nuevamente en la red el debate del sexismo y la imagen de la mujer en la industria musical, y más concretamente en la música electrónica y la profesión del discjockey. No es para nada un debate nuevo, todo esto ya se remonta a muchos años atrás. Probablemente el motivo por el cual en la profesión de discjockey las mujeres reciben un trato diferente en cuanto a cómo gestionan su imagen respecto a los hombres esté totalmente relacionado con el machismo atávico que hay entroncado en la música de baile y en los clubs. Y es que para un porcentaje muy elevado de hombres la música electrónica y de baile no es más que la banda sonora de sus intentos de obtener parejas sexuales de una noche. Para esos mismos hombres los clubs o discotecas son un lugar oscuro en el que disimular mejor sus defectos, con luces de colores que resalten sus cualidades, donde se sirve alcohol para quitar la vergüenza y romper más fácilmente el hielo y en donde muchas mujeres entran gratis... para ser el reclamo comercial de esos mismos hombres. La gran mayoría de los clubs adornan sus carteles promocionales de fiestas con fotos de modelos vestidas con poca ropa, y la mayoría de festivales de música electrónica son promocionados con videos de mujeres también con poca ropa enloqueciendo bajo los efectos de alcohol y música estridente. Con semejante panorama, las mujeres discjockeys son vistas por muchos hombres como una señora más a la que poder tirarle el lazo. Incluso a veces por sus mismos compañeros de profesión.
Si Steve Aoki pincha sin camiseta (algo que debe de hacer como el 90% de las veces) es que forma parte del show y de su imagen. Si eso mismo lo hiciera Nina Kraviz (que dudo que lo haga) se diría que es muy guarra y que obtiene un enorme beneficio comercial por ello que tiene perfectamente calculado. Evidentemente en esta comparación estoy mezclando a dos profesionales muy diferentes, Aoki se mueve en un género musical infinitamente más mainstream que Kraviz, pero si preferís ponerlo a un mismo nivel, donde he puesto a Kraviz podríamos poner a las hermanas Yousaf de Krewella.
Precisamente esto también denota lo atípico del caso de Kraviz, ya que no es tampoco habitual que una DJ de un género más cercano al underground (cómo odio esta palabra pero no tengo otro remedio que usarla) sea popular por una imagen sensual, es algo más típico de géneros más mainstream... un momento, ¿quizá tengo esto también algo que ver con las críticas que le han llovido? Es posible que muchos hayan pensado que en los géneros más underground el éxito es algo más racionalizado, más relacionado con la calidad musical, la introspección, la búsqueda de sensaciones y la exploración de los sonidos(o al menos así se justifican muchos artistas) y que todo eso está libre de la influencia de la imagen, del envoltorio, del papel de regalo de colores... hasta que un elemento como Kraviz, capaz de aportar todo eso además de belleza y sensualidad, entra en juego y pasa a representar algo peligroso, ya que tiene algo que no todo el mundo tiene y por tanto juega con ventaja. ¿Pero se le puede culpar de esa ventaja? Evidentemente no.
Pero son muchos más los elementos que difuminan la posibilidad de asumir con normalidad a las mujeres discjockeys. En los últimos tiempos ha surgido una clase de espectáculo alejado de lo que realmente es la profesión, consistente en una mujer semidesnuda (generalmente haciendo topless) que pincha, normalmente acompaña su set con bailes y movimientos eróticos tras los platos. Este tipo de espectáculo carece totalmente de interés musical y se centra únicamente en la explotación de la imagen de la mujer como objeto de satisfacción sexual para el hombre, y a pesar de que no tiene nada que ver con la profesión de DJ, ayuda mucho a empeorar la imagen de la mujer DJ, o como yo prefiero decirlo, del DJ que resulta ser mujer (ya sea convencionalmente atractiva, o no).
También es cierto que muchas mujeres han colaborado, no tengo claro si de manera voluntaria o no, a crear la diferenciación de trato entre hombres y mujeres haciendo algo tan sencillo como ponerse una etiqueta que le recuerde a todo el mundo que son mujeres, como si de por sí no fuera algo totalmente evidente. El sobrenombre “djane” (absurdo en cualquier caso) parece querer evidenciar que la mujer que lo porta es una mujer discjockey y pretende que eso mismo sea una etiqueta diferenciadora. De por sí una etiqueta diferenciadora autoimpuesta ya es algo peligroso, puede que acabe diferenciando más cosas de las que pretendes, sobre todo cuando se habla de género y de profesión. Asimismo, muchas agencias promotoras de eventos que se han especializado en mujeres DJs tratan de promocionar a sus artistas con frases de marketing tales como “las más atractivas djanes”. Las mujeres que aceptan ser promocionadas así, desgraciadamente están aceptando ser simples modelos que hacen de DJ, se las está promocionando por su cualidad física, no por su selección musical. Aunque por otro lado, ¿no están en muchos casos aceptando pasar por esa puerta al sector profesional porque sencillamente no hay otra? ¿acaso la industria no abre otro tipo de puertas porque la sociedad está tan súmamente sexualizada que la industria simplemente ofrece lo que la sociedad demanda?
Es evidente que hay que realizar profundas reflexiones acerca de todo esto, y que muchas personas del sector profesional deben autoimponerse muchos propósitos de enmienda. Hay que asumir que el DJ es una persona a la que se le paga por ambientar musicalmente una fiesta o evento. Y que esa persona puede resultar ser un hombre o una mujer. Si su atractivo físico, sensualidad o comoquiera que se llame le ayuda a tener éxito de alguna manera, simplemente está jugando con inteligencia un comodín que el azar, la genética, el destino o algo místico, le ha dado, pero que seguramente no pidió. Se puede tener un excelente gusto musical con o sin una cara bonita. Se puede tener una elaborada técnica pinchando con o sin un cuerpo escultural. Se puede tener gancho con el público con o sin un movimiento de caderas hipnótico.