Grabación

Comparativa de monitores Yamaha HS5, HS7 y HS8

Veredicto
Pequeño, barato, y con una respuesta en medios que sacará fallos en mezclas a cascoporro, veo el HS5 como la mejor opción de esta gama de Yamaha. En segundo lugar colocaría al HS8. Hablamos de un monitor hecho y derecho, con una respuesta en graves que nos permite oír prácticamente todo el espectro. Y por último, las HS7... no las termino de ver.

Pros

  • El HS5 es un buen sucesor del mítico NS10
  • La respuesta en medios del HS5 ayuda a sacar fallos en tus mezclas
  • La respuesta en graves del HS8 permite oir casi todo el espectro

Contras

  • Sonido algo nasal y graves lentos en toda la gama
  • Los HS7 no convencen

En tiendas

Yamaha HS
Serie Yamaha HS al completo en sus dos colores, incluyendo el subwoofer (que no entra en la comparativa)

Introducción

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Como recordaréis, Yamaha se hizo desde 1978 con un lugar privilegiado en el mercado de monitores de estudio con sus famosos NS10, hasta que dejaron de fabricarlos en el año 2001. Era una caja impresionante. Su medio era tan definido que muchas personas se quejaban de que eran cansinas a oído. Sinceramente, creo que eso era más un problema de exceso de volumen a la hora de trabajar —debido a la poca respuesta de esta caja a los graves— que a su sonido en sí.

De las cajas NS10 se pretendían fines para los que no valían. Lógicamente, si solo disponíamos de ellas en nuestro estudio, nunca seríamos capaces de reproducir bajos y bombos contundentes. Esta razón podía llevar al técnico a subir y subir el volumen de escucha, buscando esos resquicios de graves que pudiera dar la caja al exprimirla al máximo. Resultado: seguíamos con pocos graves, el sonido empezaba a distorsionarse al no reproducir bien los transitorios, y la susodicha fatiga auditiva llamaba a la puerta.

Cierto; las NS10 tenían un serio problema para reproducir graves, en gran medida porque su diseño de caja cerrada no le daba los beneficios de un bass reflex. A cambio, el poco grave que tenía era muy definido gracias a su corta relajación, y el medio —que era reproducido por su magnífico cono de color blanco— resultaba muy rápido en los transitorios. Podríamos decir que era una caja rápida.

Yamaha NS10m
Vista al pasado: los famosos Yamaha NS10m

Aquello terminó, pero Yamaha tiene hoy en día en producción su serie HS. Al igual que las NS10, estas también tienen su cono más grande de color blanco, pero están más enfocadas al uso en producción home studio. Incorporan ya un diseño abierto con una salida de bass reflex trasero, un sistema de dos amplificadores y posibilidades de control de la respuesta espectral mediante controles en su parte trasera.

No creo que Yamaha tenga hoy en día esa posición de privilegio en el mercado de los monitores que tenía hace años, pero llevo tiempo preguntándome si sería buena idea incorporar a mi estudio un par de HS8, viendo todo lo que se utilizan en el ámbito del estudio modesto, y poder escuchar así las mezclas que me envían de una forma parecida a como lo hacen mis clientes en sus propios estudios.

Diseño y fabricación

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Yamaha proclama que ha conseguido controlar las resonancias en su serie HS, utilizando madera MDF de alta densidad en disposición de junta de inglete de tres vías, reduciendo las estacionarias internas y aumentando la durabilidad, al mismo tiempo que asegura tener bajo control los ruidos indeseables derivados de fallos en el diseño gracias a sus programas de representación visual que muestran los cambios de presión del aire con gran precisión.

En su web publican que no pretenden edulcorar el sonido, sino mostrarlo tal y como es —siguiendo la filosofía de los NS10—, y hacerlo a un precio muy contenido, dotando a los home studios de músicos y pequeños productores de sistemas de escucha de nivel profesional. Veamos si es cierto.

Especificaciones

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La gama HS arranca con el HS5, un monitor de 70W (45W para su 5” y 25W para su 1”) capaz de llegar bajo especificaciones a los 54Hz, recordando muchísimo estos números a las del mítico NS10.

El segundo modelo, el HS7, aumenta su potencia hasta los 90W y su respuesta espectral hasta los 43Hz, mientras que el HS8 —el mayor de los tres—, eleva estas cifras hasta los 120W y los 38Hz.

Todos ellos aseguran tener respuesta lineal hasta media octava más allá de los 20KHz. Y pocos más datos oficiales hay publicados; básicamente se reducen a potencias y ancho de banda.

Ahora, un poco de teoría light. Cuando comparamos monitores, no debemos fijarnos solo en los números que anuncian sobre su ancho de banda. Hay otra variable muy importante sobre la que quiero hacer hincapié en este artículo, visto el entorno al que va dirigida la gama HS.

Siempre que alguien me pregunta sobre monitores, toma como principal referencia la extensión de su respuesta espectral —en parte, porque todos los fabricantes tienden a publicar ese dato—. Sin embargo, si todos los monitores son “planos” y la única diferencia entre ellos es la extensión espectral de su respuesta en graves, alguien podría pensar: “yo ya tengo mi monitores planos que llegan a 35Hz, así que ya no necesito unos mejores”.

Bueno, en este artículo me gustaría que nos centráramos en otra variable, que es la capacidad del altavoz de callarse cada vez que termina una nota.

Esta variable es determinante en el sonido de un recinto acústico, sobre todo cuando el diseño de la caja incluye un bass reflex. La gama HS de Yamaha está construida en base a este diseño, con la abertura en la parte trasera. Este “truco” que permite aumentar la respuesta espectral en graves, provoca unas colas en el sonido más largas en su zona de resonancia. De ese modo, aún teniendo dos cajas la misma sensibilidad de reproducción a lo largo del espectro, oímos cómo unos monitores tienen más graves debido a que el tiempo que suenan estas zonas frecuenciales no es el mismo en dos cajas de diseño diferente.

Hay estudios que indican que si alargamos la duración de un sonido (límite 200mSgs), el cerebro los interpreta como más altos de volumen, no como más largos, y esta es una de las causas que determinan el “color” de un monitor. Ni qué decir tiene que en esto, el conocido como factor famping, es completamente transcendental, pero es la caja la que determina las resonancias, y por tanto en qué frecuencias tendremos respuestas temporales prolongadas.

El factor damping —esto es, la relación de impedancias del amplificador y de altavoz— determina la capacidad de parar el altavoz, debido a que el propio altavoz cuando está en movimiento se comporta como un generador, pero la resonancia determina la sensibilidad de la caja en sí a ponerse en movimiento. Es decir: si el amplificador es el acelerador, el factor damping es el freno, y la resonancia es la carretera, con subidas y bajadas. Entre todas estas variables se determina la agilidad del coche.

Fabricantes como Monkey Banana buscan un ancho de banda muy estrecho para esa resonancia, y otros como Psi Audio entienden que es mejor aumentarlo, para que sus efectos no sean tan fuertes en esas determinadas notas. Por seguir con la analogía, Monkey Banana piensa que para tener una velocidad media más alta es mejor hacer una gran recta y concentrar todas las curvas en una pequeña zona, y PSI Audio piensa que es mejor distribuir las curvas de modo que ninguna nos obligue a reducir mucho la velocidad.

Más allá de otros parámetros, como la distorsión armónica, la de fase o la potencia sonora, esta variable me parece muy importante en el caso de los monitores de home studio, debido a que es en este entorno donde hay más problemas debidos a la extensión temporal de determinadas frecuencias. ¿Por qué? Porque las habitaciones pequeñas, sin absorbentes, con monitores colocados sin realizar un análisis — monitores de bajo presupuesto que pretenden llegar a dar una respuesta en graves extendida utilizando poca masa—, son el entorno perfecto para dar a luz una mezcla descontrolada en graves, dado que las diferencias temporales de disipación de la energía a lo largo del espectro son muy grandes.

Y esto, a mi juicio, es un problema muy grande que salpica a numerosos usuarios de Hispasonic, donde además, para terminar de complicar la situación, una buena parte trabaja en géneros de música electrónica o hip hop, donde los graves tienen un papel principal. En la boca del lobo, vamos.

Por estas razones, la capacidad o discapacidad de un monitor a parar su movimiento cuando debe hacerlo, va a ser mi principal preocupación a la hora de centrarme en estas escuchas.

Y sin más dilación....

Comparamos su sonido

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La escucha se realiza en una sala de unos 40 metros cuadrados, con paredes inclinadas, y paneles absorbentes distribuidos siguiendo los resultados de análisis acústicos —aun así, presenta problemas en los múltiplos de 40Hz—.

Se utilizan soportes para colocar una pareja de monitores sobre ellos, y al lado, lo más cerca que me fue posible, se coloca otro par de monitores con el fin de ir confrontando por parejas, primero los HS5 y HS7, después los HS7 y HS8, y finalmente, los HS5 y HS8.

Se utilizan dos micrófonos de medición Behringer ECM8000 para tomar registros, y se lanzan muestras de audio mediante un Tascam SS-R200.

Todas las escuchas se realizan a puerta cerrada, y a lo largo de una mañana.

Empezamos por el modelo HS5.

Yamaha HS5

Yamaha HS5

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Presenta un medio claro y definido, pero a costa de no dar prácticamente ninguna respuesta en subgraves. Su sonido es rápido en todo el espectro, y aunque su medio es más nasal que el de las afamadas NS10 —debido a un realce en la zona de 1KHz—, parecen ser sus sucesoras. Diría que son como una especie de fox terrier. Tener, tienen poco, pero van de frente con ello... eso sí, con la nariz por delante.

Creo que el HS5 tiene el suficiente grave como para poder trabajar con él en proyectos multimedia, y sabiendo de sus carencias en esa zona y no esperando que el pequeño cono de 5” nos revuelva el estómago, en cualquier ámbito en general. En dormitorios, donde suele haber serios problemas de graves, estos monitores pueden ser de mucha utilidad, permitiéndonos centrarnos en medios y agudos, y dejando las comprobaciones de graves para hacerlas con auriculares, evitando problemas con los vecinos, ocupando poco espacio, y todo ello con un presupuesto reducido.

Yamaha HS7

Yamaha HS7

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Las HS7 son otra cosa muy diferente. El medio se esconde, quizás demasiado, y el que queda, comienza a sonar a plástico o “caja barata”, porque si el HS5 resaltaba esa zona de 1KHz, este no lo hace, y sigue presentando la misma respuesta a la zona inmediatamente superior, con lo que el medio se queda más escondido y más fino —dado que ninguna de las dos tiene un medio-grave destacable—.

El agudo aumenta, y como era de esperar, también el grave, pero muestra un marcado carácter de bass reflex —esto es, presenta el problema al que hacía referencia anteriormente sobre la duración de los sonidos graves—. En el momento de las escuchas tuve la clara sensación de que esta caja pretende llegar donde no puede. Al menos lo hace con calidad, pero oyendo los audios que me traje conmigo de vuelta, y ya aquí en el estudio, no las oigo tan mal como en ese momento.

Si nos fijamos en los precios de la gama, veremos que la diferencia de precio entre los HS5 y los HS7 es muy pequeña. No suele llegar a 40€ (por unidad). Sin embargo, cuando pasamos del 7” al 8”, siendo un salto no mayor que el que hay al saltar de 5” a 7”, el precio sufre un aumento de 80€. Ahora bien, la extensión en graves pasa de 54Hz a 43Hz, y de ahí a 38Hz. De La a Fa y a Re.

Esto debe hacernos pensar que si los saltos de calidad al pasar de un modelo a otro fueran lineales —tal y como sí lo son los de extensión espectral—, nadie compraría el HS5, ya que la diferencia en precio con respecto al HS7 es tan pequeña que muy poca gente se resistiría a tener la respuesta en graves aumentada de estas últimas. Y es que bajo especificaciones, el HS7 tiene respuesta hasta 43Hz. Este punto es muy importante, porque el Mi más grave de un bajo está en 41.2Hz. Significa esto que el HS7 podría, bajo especificaciones, llegar a considerarse un equipo de respuesta full range en la mayoría de los escenarios comunes.

¿Qué se deja la HS7 por el camino? Espectralmente, el medio, y además, la respuesta temporal de los graves. Durante las audiciones siempre tuve la impresión de que su diseño había sido demasiado forzado para poder obtener estos números de ancho de banda. La diferencia en grave respecto a la HS5 es muy grande para solo costar esos 40€. Pero su calidad no es buena, y el medio también paga un peaje alto.

Yamaha HS8

Yamaha HS8

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El HS8 por contra, suena más amplio y natural, menos forzado que el HS7. El mayor de la saga HS no presenta el “efecto nube” o sensación de embarullamiento que sí pude apreciar en el HS7 en la zona de los 150Hz-200Hz con un piano que iba arpegiando. Sigue adoleciendo de esos graves largos e hinchados del HS7, pero la caja suena más equilibrada.

Por otro lado, si hablamos de la imagen estéreo, parece como si el sonido del HS8 viniera de una superficie emisora más grande que en el HS7. Quiero decir que obviamente siendo así en realidad —y así pasa también entre el HS5 y el HS7—, la diferencia sonora entre el HS7 y el HS8 es mayor de lo que cabría esperar viendo las dimensiones de cada monitor. El HS8 tiene más facilidad para inundar la habitación con sonido, lo esparce más y envuelve más. Mucho más que el HS7.

Muestras de audio

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Como comentaba, hice algunas muestras grabadas. Sólo deben ser tomadas como una referencia más. Al captar el sonido se pierden ciertos matices que provocan que escuchándolos ahora, tenga sensaciones diferentes a las que tuve durante la audición —que sinceramente, creo eran más acertadas—.

Tened en cuenta que todos los monitores a los que realicé pruebas de barrido han dado como resultado un realce en 80Hz y unas cancelaciones parciales en 120Hz, 160Hz y 220Hz, todos múltiplos de 40Hz, por lo que hay que pensar que esta desviación es atribuible a la sala en sí.

Otro factor a tener en cuenta es el volumen de las muestras. Las he ajustado para que las sensaciones que tengáis al oírlas sean las más parecidas a las que tuve yo durante las audiciones. Si un monitor no da graves, no es conveniente que el RMS de su muestra sea el mismo que el de otro monitor que sí los da, porque este segundo dará la sensación de que tuviera una pérdida en los medios agudos, dado que tiene que distribuir esa energía a lo ancho de una banda mayor.

Me explico mejor:

1- Supongamos una muestra de un monitor con 5 unidades de volumen. Este monitor, no tiene graves, por lo que las cinco unidades corresponderán a medios y agudos. Por ejemplo, 3 medios y 2 agudos.

2- Supongamos una nueva muestra, ahora de un monitor con una respuesta en graves correcta y una respuesta general muy plana, con lo que sus 5 unidades de volumen se ven repartidas en graves, medios y agudos de forma uniforme. Por ejemplo, 2 graves, 2 medios y 1 para los agudos.

Al compararlas, notaremos que el medio agudo de la segunda está más bajo que en la primera muestra, dado que la primera tenía las cinco unidades de energía concentradas en el medio agudo, y la segunda solo 3.

Sin embargo, lo que sucede no es que la segunda caja tenga menos medios agudos, sino que tiene más graves.

Por último, recomiendo hacer las escuchas con auriculares, o al menos, también con auriculares.

Conclusiones

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Me ha gustado mucho el hermano pequeño de la gama. Creo que, sin haber podido confrontar ambos, el HS5 puede ser un buen sucesor del mítico NS10. Y es que por menos de 400€ disponemos del sistema completo (a los NS10, que venían a costar eso, todavía habría que amplificarlos), y tenemos algo más de potencia que su predecesor.

Pequeño, barato, y con una respuesta en medios que sacará fallos en mezclas a cascoporro, veo el HS5 como la mejor opción de esta gama de Yamaha. Sería una de mis primeras opciones de compra en este segmento, junto con el JBL LSR 305 —que es todavía más económico, de más potencia, con más extensión en graves, pero con una respuesta en medios que si bien me ha gustado mucho ya que resalta más el medio grave, la percibo como algo menos rica en general que la del HS5—.

En segundo lugar colocaría al HS8. Hablamos de un monitor hecho y derecho, con una respuesta en graves que nos permite oír prácticamente todo el espectro, y un sonido envolvente que recuerda a monitores de tres vías. Eso sí: si tu habitación es pequeña, tendrás problemas con sus graves.

Y por último, las HS7... no las termino de ver.

¿El carácter general de la gama? Suenan un poco a plástico, nasales. Por ejemplo, les cuesta sacar el cuerpo al aro de la caja de la batería, o el cuerpo de voces femeninas, y el grave, cuando hay, es bastante lento.

Enlace de interés | Monitores Yamaha HS (sitio oficial)

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Ibon Larruzea
EL AUTOR

Ingeniero técnico industrial en máquinas eléctricas por la universidad pública vasca, músico, productor y audiófilo. Profesional del mundo sonoro desde el año 2000, y desde hace unos años dedicado al mastering, compaginándolo con la producción, en los estudios Euridia.

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