No es ninguna novedad que las empresas desarrolladoras de los DAW (Digital Audio Workstation) hace tiempo comprendieron que su sitio comercial no reside sólo en el gran estudio de grabación. Fue en estos últimos años cuando el numero de entusiastas, depositarios de la fe de su hobbie musical en el ordenador, creció exponencialmente para transformarse en el foco de atención de las firmas más respetadas del panorama musical.
Y así es como esta nueva raza de clientes llega para ser abordada según sus necesidades, sus aspiraciones, sus conocimientos, sus limitaciones, y al fin, la virtud de disponer de unos ahorros celosamente guardados (esos que dan la sensación de quemar en el bolsillo).
Todas y cada una de las empresas meditaron un enfoque fresco para sus DAW, queriendo alcanzar al músico amateur. Una carrera vertiginosa por ganar más y más participación de mercado en ese nuevo mundo: el Home Studio. Apple no fue la excepción a la regla, y por esta razón, nos gustaría enfocar este informe desde la óptica y el uso del Logic 8 en el entorno del Home Studio.
La utilidad de este artículo debería ser la de reflejar una experiencia práctica de su integración en el proceso creativo del entorno amateur. En síntesis: conocer la herramienta según su utilidad práctica, no necesariamente cercana a las promesas de sus creadores.
Impresiones globales
[Índice]Para recrear los recursos de un posible home studio, decidimos emplear elementos de gama media (en lo que a accesibilidad refiere). El ordenador es un Mac Intel con sistema operativo OS X 10.4.10 (1200 €); posee en sus entrañas un procesador con dos núcleos, 2 Gb de RAM y un único disco duro (el cual comparte su uso con otros programas dedicados a Internet, diseño multimedia y menesteres similares). En materia de audio utilizaremos una Edirol FA-66 (270 €), con un conector Firewire 400 autoalimentado, mientras que la tarea del MIDI la dejaremos en manos de una M-Audio MIDISport 4x4 (120 €). En definitiva, el prototipo de un setup que normalmente reuniría un usuario amateur, con todas las ventajas y limitaciones que este podría ofrecer.
Sin mas preámbulos, pasemos a la acción y comencemos a hacer música. Cuando se pincha sobre el icono de Logic 8 Pro, lo primero que se puede notar es que el tiempo de carga requerido es considerablemente mayor al de las versiones del pasado (5.5 en Windows, y la 7.2 para Mac PPC/Intel). Un efecto similar se percibe al comenzar a jugar con los diferentes elementos de la renovada interfaz gráfica. Pero, con el correr del uso, esa "pesadez" tiende a ir desapareciendo en una suerte de deja-vu costumbrista. Los humanos somos animales de costumbre, y Logic no excede a esta premisa. Una vez que asimilamos el flujo de su uso, cual ex-pareja, pronto olvidaremos las relaciones de antaño que pudimos sostener con versiones pasadas.
De todas formas, se puede comprobar que el consumo de CPU de la interfaz es el mismo que sus homónimas anteriores. Eso sí, las exigencias de RAM aumentaron notablemente (de hecho, es Apple quien recomienda en el manual de usuario un mínimo de 2 Gb para utilizar el software).
Y como la curiosidad mato al gato, con la ayuda de un buen amigo (gracias Mentalik), sometimos a prueba el rendimiento de Logic 8 en un portátil de similares características, pero con solo 1 Gb de RAM. ¿Cual fue el resultado? En materia de MIDI interno (sintes AU) y MIDI externo (sintes hardware), todo parece fluir con normalidad… hasta que comienza el trabajo con audio. Y es aquí donde comienza a vislumbrarse un cierto grado de inestabilidad, preludio de cuelgues y parones, algunos sin razones aparentes.
Por último, y ya para cerrar este paréntesis técnico, cuando volvemos al ordenador elegido para este articulo (con 2 Gb de RAM, respetando el requerimiento mínimo sugerido por el fabricante), Logic 8 se comporta con la estabilidad y agilidad que se espera de él. Su funcionamiento general es normal, permitiéndonos al fin sumergirnos en el objeto de nuestro interés, sin tener que lidiar con problemas técnicos que nada tienen que ver con la música.
Si hay algo innegable sobre la interfaz, es que todo esta ahí mismo, a simple vista. Las preferencias, los ajustes, la manipulación de pistas y canales, el control de master, la mesa de mezclas, la edición MIDI/audio, las librerías, la biblioteca y aquello que se relacione íntimamente con las necesidades creativas del músico. Con solo un clic, estaremos donde necesitemos acceder, sin tener que liarnos en búsquedas esotéricas entre menús ocultos o interminables, como si del santo grial se tratara. Y este, creo, es un punto muy interesante para el usuario novel que pierde su virginidad en materia de DAWs. Más aún cuando, a diferencia de versiones anteriores, ya no es necesario pasar por el Enviroment para concretar cuestiones que en otros programas existen de forma mas visual y menos técnica (en síntesis, que todo mortal lo pueda comprender). Es una verdad como un templo, que el Enviroment se revela como una herramienta liberadora que lleva las fronteras de Logic allí donde la competencia no llega ni harta en copas. Pero así mismo, también es cierto que es una opción casi privilegiada para usuarios muy avanzados. Que no sea necesario pasar por el aro del Enviroment para acabar una canción es un detalle que el amateur sabrá agradecer desde el fondo de su alma neófita.
Existe otro punto sumamente interesante a destacar sobre la interfaz gráfica, que solo se aprecia cuando se instala Logic 8 en un portátil. El rediseño espacial del software posibilita que la experiencia de hacer música se desarrolle con la misma comodidad visual tanto en un monitor de 20" como en uno de 13" o 15" (propias del MacBook o el MacBook pro). Todo es apreciable sin esfuerzo alguno, y en el caso que para alguien no lo fuera, siempre estará la posibilidad de personalizar los tamaños a gusto del usuario. Y si a esto sumamos el hecho de poder utilizar el teclado de letras del portátil (función Caps-Lock) como si fuera un controlador MIDI (incluyendo un amplio rango de octavas), eso hace que Logic 8 sea (probablemente), una de las mejores soluciones portátiles a la hora de plasmar una de esas ideas musicales que bien nos podría importunar durante un viaje en avión.
Secuenciar con instrumentos virtuales
[Índice]La creación de una pista no nos tomará más de unos pocos segundos. A continuación podremos observar en una pantalla flotante el panel del sintetizador/sampler elegido (en la parte inferior), así como el panel de parámetros de Logic con respecto a ese instrumento AU (en la parte superior).
Este último panel resultó ser tan útil como defectuoso, pues por un lado nos reveló un defecto (o bug), que dependiendo del sinte utilizado, a veces nos deja elegir el preset del instrumento desde el selector de Logic, pero en otras oportunidades notaremos que no responde con normalidad, y nos veremos obligados a hacer esta gestión directamente desde el plugin mismo. Un defecto de poca importancia, ya que tiene una fácil solución. Curiosamente, si se edita un sonido nuevo y se guarda en el directorio del proyecto de la canción, veremos que en ese caso el panel nos mostrará la carga del nuevo preset con normalidad.
Por otro lado (y aquí lo útil), encontraremos un botón que nos permitirá hacer un cambio de vista del instrumento, revelándonos una lista con todos los parámetros controlables tanto de forma manual como por automatización. Una opción sumamente conveniente cuando nos toca lidiar con un sintetizador cuyo diseño visual parecería ser el fruto de un borracho en uno de sus días menos recordados. Lo mismo si queremos saber qué controles son susceptibles de automatización.
Para poder disponer de una paleta rica en timbres, finalmente decidimos crear 15 pistas en total, con diferentes sintetizadores AU pertenecientes a distintas casas (incluyendo los Ultrabeat y Sculpture de Logic 8). Cada uno con su propia EQ, contabilizando entre 2 y 3 efectos (por cada pista). Los FX empleados son los que vienen por defecto con el software.
Haciendo un paréntesis, conviene destacar que no todos los sintetizadores virtuales tienen la misma calidad de respuesta con uno y otro DAW. Por esto, antes de hacer un desembolso de pelas, lo ideal es descargar las demos de aquellos plug-ins que nos seducen y someterlos a diferentes pruebas para ver si su rendimiento en nuestro entorno de trabajo es el adecuado, para evitarnos posteriores dolores de cabeza en pleno proceso de creación. Y es por esto que nos gustaría compartir con vosotros una lista de sintes que, a nuestro juicio, demostraron una excelente relación de calidad, estabilidad, precio y (sobre todo), un muy bajo consumo de CPU trabajando bajo Logic 8:
- NI FM8
- NI Pro 53
- Novation V-Station
- ReFx Vanguard
- ReFx Slayer 2
- ReFx Quadrasid
- Rob Papen Blue
- Rob Papen Albino 3
- LinPlug Alpha
- LinPlug RM IV
- Sonic Charge U-Tonic
- G-Force impOSCar
- Aplied Acoustics Ultra-analogue
- Aplied Acoustics Strings Studio
- Cualquiera de los que trae el Logic 8 (aunque el Sculpture podría exigir más de la cuenta, dependiendo de las características del sonido)
En el caso del Absynth 4 de NI, el consumo de CPU aumenta a un término medio, mientras que en algunos casos demostró ciertos grados de inestabilidad, dependiendo esto de los diferentes sintes con los que coexista. Lo mismo ocurre con el Predator de Rob Papen (que incluso se despacha con un consumo más considerable de CPU). En referencia a los productos de Arturia, por lo general presentan un consumo de recursos que borda lo moderado y (dependiendo del sinte y de lo que demande su preset), en ocasiones lo excesivo. Esto mismo puede aplicarse al Reaktor de NI. No vamos a negar que los últimos nombrados tienen un sonido muy tentador (en especial algunos de Arturia), pero sinceramente es preferible sacrificarlos en favor de nuestra tranquilidad, sabiendo qué esperar del instrumento y de cualquiera de sus presets.
Ya dispuestos a grabar las primeras notas en una de las pistas, la seleccionamos y en la barra de control pinchamos sobre el botón de REC. El metrónomo se adelantará unos 4 beats (valor ajustable), y a partir de allí estaremos grabando lo que toquemos en el teclado del controlador MIDI.
Las notas son registradas correctamente, pero nos encontramos con un problema que aparece con demasiada frecuencia en Logic 8. La primera nota (aunque la hayamos tocado bien/en tempo), queda fuera del compás a partir de donde comenzamos la grabación. Por ende, cuando volvemos desde el principio para comprobar lo que acabamos de tocar, nos encontramos con la primera nota ausente. Las 2 soluciones posibles a este conflicto son:
- Entrar en el modo de edición y corregir la nota manualmente, de modo que quede dentro del compás y a su debido tiempo/espacio.
- Aplicar cuantización al pasaje. De esta forma, Logic ya se encarga de enmendar solito su error. Por cierto, sólo apuntar que, desde las versiones anteriores, encontramos mejoras importantes en el algoritmo de cuantizacion de Logic 8 (siendo más sensible y exacto en cuanto a la efectividad de sus correcciones).
Supongamos que lo que grabamos a continuación es una caja de ritmos (como el Micro-Tonic de Sonic Charge), con lo cual necesitamos ir grabando progresivamente percusión por percusión, pasando una y otra vez por el mismo pasaje. En este caso, contamos con la opción de grabar en ciclo (o LOOP). Toma tan solo unos pocos segundos ajustar la región que se va a loopear, pinchar el botón LOOP y comenzar a grabar indefinidamente sobre un mismo pasaje. Algo curioso es que el "bug de la primera nota” deja de tener efecto al trabajar de esta forma (también con la que explicaremos a continuación).
Ahora bien, ¿qué ocurre si lo que queremos es hacer varias tomas de un mismo pasaje, una detrás de otra, para luego quedarnos con la que mas nos guste? Esta opción es una de las novedades en Logic 8 y se la denomina Takes Folder (algo así como “carpeta de varias tomas”). Su funcionamiento es muy similar al del modo “LOOP”, con la diferencia de grabar los diferentes ciclos en pasajes diferentes (que más tarde podremos escuchar uno a uno, y al final elegir el que más se ajuste a lo que buscamos). Finalmente, aparte de los mencionados, podemos decir que Logic 8 soporta los hábitos de grabación que normalmente encontraremos en cualquier DAW.
La edición es veloz y flexible, tanto a nivel de notas puntuales como sobre la totalidad de las mismas que formarían el pasaje. Mientras la experiencia nos vuelva más y más exigentes, podremos ver que Logic 8 sabrá estar a la altura de las circunstancias para responder a nuestras inquietudes musicales. Si se conocen los atajos de teclado adecuados, se podrá trabajar aún mas rápido (como por ejemplo la tecla ESC, que nos permite cambiar de herramienta estando en cualquier sitio del software).
La automatización de las pistas la activamos presionando la tecla A. Cada track desplegará en un color mas oscuro las partes automatizadas que se encuentren activas. Si queremos agregar una nueva, basta con abrir un desplegable que nos enseñará tanto los parámetros de pista como los que el sinte AU disponga para ser manipulado. Después de la elección, ya estaremos preparados para modificar (por ejemplo) el volumen de la pista, el envío de un efecto o el corte de filtro del sinte que tengamos cargado. Hasta aquí todo funciona como un violín, pero cuando queremos re-ajustar un valor de automatización (arrastrando con el ratón), veremos que la transición entre el cambio de un valor y el siguiente será muy grande, cuestión que se puede volver un tanto odiosa si lo que pretendemos es (por ejemplo) hacer un cambio sutil de panorama. Las posibles soluciones serán hacer el ajuste por edición o utilizar una superficie de control que nos permita manejar valores mas sensibles al tacto humano. Aun así, da gusto trabajar con la interfaz de automatizaciones de Logic; no sólo la paleta de parámetros que ofrece es la más extensa que hemos visto hasta la fecha, sino que incluso se adapta inteligentemente al sinte/sampler que estemos utilizando.
En lo que respecta al manejo de las ventanas flotantes (de los sintes y FX), existen muchos usuarios que gustan de tener absolutamente todas las ventanas abiertas detrás de la interfaz principal del DAW, y poder invocarlas en cualquier momento con la tecla F10. De esta forma, todo se empequeñece hasta el punto de poder ser visualizado en conjunto en la totalidad de la pantalla (para elegir lo que se busca con sólo un click del ratón). Sentimos decirles a esos usuarios que Logic 8 no soporta esta función. No obstante, existen 2 alternativas muy útiles que nos permitirán movernos con igual libertad. Si se combinan con inteligencia y criterio, se puede lograr una navegación formidable entre los diferentes dispositivos que tengamos activos en nuestra canción:
- Memorizar kits de ventanas: utilizando el teclado numérico podemos guardar en cada memoria (o numero) una disposición de varias ventanas en pantalla, con los tamaños personalizados, así como la posición que ocupen en el espacio. Lo bueno de esta función es su rapidez para movernos instantáneamente de un conjunto de ventanas flotantes a otro. Lo malo es que se vuelve un tanto difícil recordar lo que se guardó en 15 posiciones diferentes de ventanas.
- Selector en ventana flotante: cuando abrimos un sinte o un efecto, veremos que en el panel superior de Logic hay un desplegable donde podremos elegir qué sinte o efecto queremos ver al instante. Así no solo estaremos conmutando con rapidez entre diferentes elementos AU, sino que nos transportará de un canal a otro (dependiendo de nuestra elección).
Lejano a algunos problemas puntuales (que ya señalamos), el trabajo de Logic 8 con sintes virtuales se desarrolla con una sólida estabilidad y es muy intuitivo. Su fluidez se puede adecuar perfectamente tanto para una producción final como a la necesidad de volcar una simple idea musical en cuestión de minutos. Después de aplicar efectos varios y EQ a cada una de las 15 pistas (para pulir el resultado de la canción), podemos constatar que el consumo de CPU es moderado, dejándonos bastante potencia extra como para continuar exigiendo a Logic 8 sin miedo a quedarnos sin potencia de procesador en medio de una canción. De hecho, el rendimiento del audio es transparente, sin presentar anomalía alguna (como clics, pops o ruidos indeseables).
Integrar instrumentos hardware al entorno de Logic 8
[Índice]Si existe un punto donde normalmente los DAW pecan de imprevisibles es en materia de integrar el MIDI externo con lo que ocurre internamente a nivel de dispositivos AU. Para ser más claros: integrar sintetizadores hardware con los sintes virtuales, y que todo funcione en perfecta armonía/sincronía.
En principio, y para constatar la estabilidad del manejo de protocolo MIDI externo en Logic 8, lo sometimos a una prueba basada en lidiar con 3 equipos realmente problemáticos en estos menesteres:
- Kawai K4: La peor implementación MIDI de todos los tiempos. No por lo que pueda hacer, sino más bien por lo lento que puede llegar a ser en su entendimiento con otros equipos. Si no se tiene cuidado, en él pueden ser normales los cuelgues de notas o el que congele al ordenador por el envío de cambios de programas y controladores erróneos.
- Access Virus C: Legendario por tener un arpegiador duro de sincronizarse con los ordenadores (curiosamente, con los secuenciadores hardware se lleva de maravilla).
- Novation KS-RACK: Puede ser realmente odioso cuando se le trata de controlar externamente por medio de automatizaciones. Otro que ha hecho leyenda por sus problemas “personales” con Cubase SX (de hecho, su ultima actualización de O.S. estaba destinada íntegramente a solucionar problemas puntuales con los productos de Steinberg - Gracias Cloe).
Después de diferentes tests utilizando 4 sintes virtuales (internos), junto con los mencionados equipos externos, podemos afirmar que Logic 8 se ha comportado como un señor. Su respuesta ha estado a la altura de las circunstancias y no ha causado problema alguno en el trabajo con estos 3 equipos. Solo en un momento, notamos que el arpegiador del Virus C perdió su sincronía, al exponerlo a un abrupto cambio de tempo en la canción (por automatización). Aunque, para nuestra sorpresa, a Logic le costó tan sólo unos 2 compases recuperar dicha sincronía (algo loable de remarcar, ya que, en otros DAW, una vez que pierdes los estribos con un sinte hardware no hay otra solución que detener todo y volver desde el principio).
Continuemos con la canción. El hardware que tenemos intención de integrar es el siguiente: por un lado, decidimos utilizar dos entradas análogas de la Edirol dedicadas especialmente al Roland JV2080 (ya que es un soplón nato, e interesa mantenerlo a raya con puerta de ruido y ecualización puntual por software, para eliminar los ruidos anómalos sin perder la calidad de sus timbres).
Por otro lado, utilizaremos la entrada digital SPDIF de la interfaz de audio para enviarle una mesa digital Fostex VM200, y allí conectaremos el resto de los equipos: Novation Nova, Korg Triton Extreme 61, Access Virus C desktop, Alesis Fusion 6HD y el Access Virus Indigo (los dos últimos comparten un mismo puerto MIDI por medio de un MIDI-patchbay AKAI ME80P).
En lo que a edición de pistas/pasajes se refiere, estamos hablando de lo mismo que fue descrito en la sección de sintes virtuales de este mismo informe: los modos de grabación, la cuantización, la corrección o escritura de notas manual, el poder cortar o sumar los pasajes y otras tantas funciones que hacen de Logic 8 una herramienta con un alto de grado de adaptabilidad para todo tipo de usuarios. La única diferencia puntual en este tema es que la clase de pista que crearemos para controlar el hardware externo será de tipo MIDI (a secas). Por esta razón, nos gustaría destacar otra cuestión, una que resultará sumamente interesante para aquellos que queráis integrar uno o mas sintes a vuestro setup en el home studio.
Normalmente, lo engorroso de trabajar con sintes hardware en el entorno de los DAWs es el hecho de que, una vez acabada la canción, hay que volcar todo el MIDI de los equipos externos a pistas audio, de forma que podamos mezclarlas, ecualizarlas o comprimirlas en condiciones normales, para que todo el audio general se integre perfectamente y no tengamos diferencias notables de color y cuerpo entre lo que respecta al ordenador y a los sintes externos. Pero, ¿qué pasaría si mas tarde quisiéramos corregir algunas notas? Hay que volver a hacer el volcado de una pista entera. Y por otra parte, no quisieramos imaginar el tiempo precioso que se perdería volcando 10 instrumentos MIDI externos. Odioso, ¿verdad?
La empresa Access comprendió esta necesidad rápidamente, y así nació el Virus TI. Un equipo que tiene un editor muy pulido para poder cargar los presets y controlar sus parámetros directamente desde el entorno del DAW (hasta aquí, todo normal, ya que los anteriores Virus tenían también un editor que nos permitía hacer exactamente eso –¡fuera del DAW, claro!-). Pero lo realmente mágico del TI era el hecho de poder enviar el audio en tiempo real a través de un conector USB; de esta forma uno evitaba tener que hacer el volcado de audio de las pistas, e incluso se podía disponer de ese audio en el motor del DAW para ecualizarlo o ponerle algún FX interno del software. En síntesis, un sinte hardware que se comporta exactamente igual a uno VSTi o AU. Y ahora la pregunta del millón: ¿Qué pensarían los lectores de este articulo si les dijéramos que Logic 8 les permite integrar las salidas analógicas/digitales de cualquier sinte hardware, en tiempo real, y sin necesidad alguna de volcados en pistas de audio, al igual que ocurre con el VIRUS TI? Jugoso, ¿verdad?
Comencemos por conectar los sintes vía MIDI al ordenador. Hablando con algunos usuarios avanzados, nos comentaban que ellos simplemente enchufan sus equipos a la interfaz MIDI (hasta aquí hicimos lo mismo), y en el Enviroment crean un Multi-Instrumento, que al final conectan con el teclado y la salida de la cadena. Luego van a la ventana principal de Logic (arrange), y allí crean un multi-instrumento con 16 pistas (una por cada canal MIDI).
Esto es correcto, y así se hace en las versiones anteriores de Logic. Pero imaginaros si tenemos que hacer esto mismo con 6 sintes externos, como es nuestro caso. No sólo tendríamos que arrancar cualquier proyecto con 96 pistas abiertas, sino que incluso estaríamos obligado a hacer una plantilla (para no tener que estar haciendo semejante montaje con cada nueva canción). Aquí es donde la incorporación de una Biblioteca en Logic 8 toma un papel fundamental para mejorar nuestra experiencia creativa.
Primero, debemos ir en el Mac a Aplicaciones > Utilidades > Configuración Audio-MIDI. Esta herramienta de OS X nos permitirá gestionar gráficamente toda nuestra cadena MIDI, para que luego Logic 8 recoja toda esa información y pueda transferirla a su biblioteca.
Cuando abrimos la aplicación en modalidad MIDI, veremos todos los puertos MIDI disponibles en el ordenador. Todo se resume en crear un nuevo instrumento por cada sinte externo que tengamos, y luego conectarlos con el ratón a sus puertos correspondientes (cuidando de reproducir fielmente la cadena MIDI real que tenemos en nuestro home studio). Si elegimos un instrumento, en sus propiedades veremos que es posible gestionar tanto su nombre como todos sus ajustes MIDI (la cantidad de canales que envía y recibe, MIDI Clock, cambios de programa, el modo de actividad del protocolo, etc.). Ya hecho esto, volvemos a Logic 8, y abrimos su Biblioteca Multimedia” (el icono grande que se encuentra en la esquina superior derecha de la interfaz).
Acto seguido, creamos una nueva pista MIDI y la seleccionamos. Rápidamente veremos cómo la biblioteca nos muestra una lista con todos los instrumentos MIDI disponibles, junto con todos los canales que soporta. Con un mero click del ratón en uno de los canales MIDI, ya tendremos nuestra pista configurada, armada y lista para comenzar a grabar. Esta acción no sólo nombrará los futuros pasajes con el nombre del instrumento externo elegido, sino que configurará el puerto MIDI de salida (y entrada), el ID de dispositivo (si lo tiene), el canal MIDI por el que transmite y recibe protocolo e incluso (si se configura adecuadamente el sinte), el nombre del preset que estamos utilizando. Una forma mucho mas ágil e intuitiva de trabajo. De esta forma matamos dos pájaros de un tiro, evitando el tener numerosas pistas innecesariamente abiertas, y el tener que comenzar todos los proyectos con una plantilla plagada de material extra que no viene a cuento.
Ya tenemos todos nuestros sintes hardware operativos dentro de Logic 8. Pero para que la experiencia con estos sea mucho mas cómoda y similar a cualquier instrumento VSTi/AU, lo que aún nos queda pendiente es la integración de todo el audio externo dentro del entorno de nuestro DAW (igual que con el Virus TI).
Como antes mencionábamos, por un lado tenemos conectado el Roland JV2080 a las entradas 3 y 4 de la EDIROL, y por otro lado la mesa digital (con todos los sintes restantes), por SPDIF a las entradas 5/6.
Entonces, abrimos la mesa de mezclas de Logic 8 pinchando en el botón de la ventana principal (que pone justamente eso). Y en Opciones, creamos dos canales auxiliares. A uno le asignamos las entradas 3 y 4; y al restante las entradas 5 y 6. Lo último que nos queda es enviar las salidas de ambos canales a la misma que utilizan todos nuestros sintes virtuales... ¡y ya está! Cuando hagamos un Bounce de nuestra canción (exportarla en un archivo AIFF o MP3 para quemarla en un CD), Logic 8 ya se encargará solito de incluir el audio de nuestros equipos externos como si se tratara de sintes virtuales VSTi o AU. Incluso podemos aplicarles ecualización y efectos varios a estos canales auxiliares, integrándolos perfectamente en nuestra mezcla y teniendo la seguridad de que lo escuchado durante el proceso de creación es exactamente lo mismo que obtendremos cuando la exportemos con la función Bounce (eso sí; en este proceso, en las Preferencias, hay que marcar la opción de “Exportar en tiempo real”, o no serán incluidos los instrumentos externos).
Si se quisiera mejorar aun más el flujo de trabajo con hardware en Logic 8, existen en Internet archivos de Enviroment de descarga gratuita, que incorporan un modulo de control para cada uno de nuestros sintes. De esta forma, podríamos editar nuestros instrumentos externos como si se tratara de un VSTi/AU consiguiendo integrar al 100% nuestros equipos.
Siguiendo esta modalidad de trabajo, incorporamos en nuestra canción unas 20 pistas soportadas exclusivamente por sintes externos. Todo funciona mejor de lo esperado, inclusive generando automatizaciones, envíos de controladores para filtros/osciladores/LFO, y aplicando diferentes efectos, puerta de ruido, compresión y ecualización a cada uno de los canales auxiliares utilizados para incluir el audio externo. La variación del consumo de CPU es ridículamente mínima (por no decir imperceptible). Eso sí (y todo hay que decirlo), conseguimos este bajo consumo gracias a que para generar reverbs y delays utilizamos módulos de FX externos, ruteados a través de la mesa digital Fostex (o los que incorporan cada sinte). Dos de los principales glotones en materia de CPU son los efectos reverb y delay; y si no se tiene cuidado con su uso, es muy factible que en poco tiempo hayamos agotado el potencial de los dos núcleos de nuestro procesador.
Incorporar audio a nuestra canción
[Índice]En Logic 8 hay dos formas de trabajar con audio. La primera es la inclusión de muestras, utilizando bancos de samples. Y la segunda es grabar nuestro propio material sirviéndonos de nuestra interfaz de audio.
Supongamos que en uno de los puentes de nuestra canción nos gustaría utilizar unas percusiones acústicas tocadas en plan Trip Hop. Pues abrimos la biblioteca de Logic 8, y allí mismo (en la extensa librería que trae el software), buscamos una muestra que se ajuste a lo que queremos. Una vez hecha la elección, es tan sencillo como arrastrarla con el ratón, desde la biblioteca a una pista de audio de la ventana principal (que previamente creamos). Si no encontramos nada de nuestro gusto, siempre tendremos la opción de importar archivos o librerías externas al programa.
Dentro de las novedades que nos ofrece Logic 8, se encuentra la posibilidad de poder editar el audio directamente desde la ventana principal o arrange (una de las más esperadas por los devotos de Logic). Esto nos permite, en apenas unos segundos, modificar desde el tempo de la muestra, hasta cortarla, pegarla con otras, hacerle un fade in/out y otras opciones que pueden ser muy útiles para adaptar con suma fluidez samples de audio a nuestra canción. De todas formas, si prefiriéramos hacer una edición mas fina y visual, siempre podremos recurrir al editor interno que nos ofrece Logic 8 (donde podremos encontrar opciones más avanzadas).
Y ahora, lo único que nos faltaría, es incorporar las líneas vocales a nuestra canción. Conectamos un micrófono Rode NT-1A (170 €) a la entrada 2 de la Edirol (le activamos la alimentación Phantom), y acto seguido creamos en Logic 8 una nueva pista de audio (ajustándole en la ventana de creación la entrada 2 en modo Mono). Por último, pinchamos en la nueva pista para dejarla armada y activa para la grabación. Ya estamos listos para incorporar audio por medio de nuestra interfaz.
Luego de grabar algunas estrofas y un estribillo, logramos comprobar que no sólo se trata de un proceso rápido y fácil, sino que todo funcionó correctamente sin distraernos con problemas de naturaleza ajena a lo musical. Las muestras obtenidas tienen un sonido libre de ruidos extraños o indeseables, y su calidad final ha explotado al máximo lo que la interfaz Edirol puede dar de sí.
¿Recordáis la función de grabación “Takes Folder” que exploramos en la sección de sintes virtuales? Pues este mismo principio puede ser aplicado mientras hacemos muestras de audio (hacer del tirón varias muestras de una misma línea vocal, para luego quedarnos con la que más nos gusta). También grabamos algunas voces con esta utilidad, y el resultado estuvo a la altura de nuestras expectativas. Solo tuvimos un único incidente cuando intentamos aplicar edición a una de las muestras directamente desde la ventana principal (arrange). Logic 8 se cerró inesperadamente, sin razón aparente. No obstante, en posteriores ediciones del mismo tipo no volvimos a experimentar esta anomalía, por lo que creemos fue un hecho aislado (que no podemos explicar).
Conclusiones
[Índice]Buscar el DAW definitivo, que encaje con la idea personal que tenemos de hacer música en nuestro home studio, no es tarea nada fácil. Hoy en día encontramos al menos 6 opciones de pago (Steinberg Cubase, Nuendo, Ableton live, Sonar, Protools y Logic Studio), aparte de otras tantas que son gratuitas (o que cuestan apenas unos pocos euros), y poco a poco se van ganando una reputación al ir consiguiendo cada vez más adeptos (como Ardour o Energy XT, aunque hay muchas más). Todas y cada una con sus virtudes y sus limitaciones; incluso dependiendo del ordenador y el sistema operativo en que se la utilice. Difícil, ¿verdad?
Para poner nuestro grano de arena en este asunto, nos gustaría señalar 3 características que deberían ayudarnos a la hora de elegir nuestro DAW definitivo: flexibilidad, estabilidad/fiabilidad y funcionalidad. Y es en estos parámetros, donde trataremos de matizar la conclusión sobre el Logic 8.
Flexibilidad
[Índice]Un DAW debe ser lo suficientemente flexible como para adaptarse a nuestra forma particular de hacer música y concebirla. En este sentido, Logic 8 mejoró abismalmente, no sólo haciendo de su interfaz una herramienta más amigable y visual, sino también permitiéndonos manejarla con la misma facilidad tanto en un ordenador portátil como en uno de escritorio. Lejano a las versiones anteriores, sus menús y herramientas de edición son más puntuales y utilizan un lenguaje más democratizado (tanto para el amateur como para los expertos). Y por último, y creemos que con gran acierto, al fin logaron liberar el flujo de trabajo del programa, independizándolo del hecho de tener que lidiar con el Enviroment para cuestiones que en otros programas se pueden hacer de una forma menos técnica y complicada. Los usuarios avanzados seguirán contando con esta poderosa opción, mientras que aquellos que quieran trabajar con Logic a un nivel más puntual con la música (y no tanto con construir nuevas aplicaciones), podrán sentirse muy cómodos despachándose a gusto. Y finalmente, mencionar que encontraremos en general diferentes maneras de hacer una misma cosa (fruto de la evolución del programa, sin dejar fuera de su uso las opciones de versiones pasadas). En materia de flexibilidad, Logic 8 puede ser un software muy agradecido con una amplia gama de usuarios, con necesidades y objetivos diferentes.
Las únicas dos pegas que podríamos encontrar a nivel flexibilidad, es que si eliges utilizar Logic 8, tendrás que pasar por el aro de comprar un ordenador Mac. Y la otra, es que tendremos que contar con una máquina bastante actual y con un mínimo de 2 Gb de RAM para trabajar decentemente, sin complicaciones técnicas.
Estabilidad/Fiabilidad
[Índice]Tanto en el trabajo con sintes virtuales, como en la integración de hardware, así como en lo referente a incorporación de audio, Logic 8 demostró trabajar con una estabilidad incuestionable. Aprovecha muy bien sus recursos, y al fin pudimos notar que incluso administra los dos núcleos del procesador mejor que en la versión 7. En algún momento notamos que cuando se edita el audio dentro de la ventana principal (arrange), Logic 8 tuvo algún comportamiento extraño, aunque aislado, ya que no se producía constantemente como en el caso de un bug.
Con respecto a su fiabilidad, en general presenciamos un software muy bien acabado con un funcionamiento que no entorpece el fluir de la creatividad del usuario. No obstante, también debemos recordar que en el camino encontramos algunos bugs, aunque todos ellos felizmente con una solución alternativa.
De todas formas, tenemos que considerar que éste es el debut de la versión 8, y que es de esperar que cuestiones de esta índole se ajusten con actualizaciones venideras, tal como ocurre con todos y cada uno de los DAWs. Al menos, tenemos el antecedente de su versión anterior, donde todos los bugs encontrados fueron pulidos en un corto periodo de tiempo.
Funcionalidad
[Índice]Lo ideal de probar un DAW haciendo una canción, es que te permite medir cómo de funcional puede resultar el software a medida que van surgiendo diferentes necesidades en cuanto a edición de las pistas, utilización de efectos, envíos, canales auxiliares, integración de hardware externo, grabación de audio, etc.
De acuerdo a esto, podemos decir que no hemos echado de menos ninguna herramienta que pudiéramos encontrar en otro DAW, o en un secuenciador hardware. Logic 8 nos brindó todo lo necesario para poder fluir en nuestra creatividad y así obtener una canción acabada con una calidad más que decente.
Un punto que tenéis que tomar en cuenta es que este articulo fue escrito pensando en un usuario con exigencias desde básicas a medianas. Es posible que un usuario mucho más meticuloso o dedicado al mundo de la producción en forma profesional pudiera encontrar algunas carencias de acuerdo a su nivel y experiencia. Pero esto podría llamarse “sapo de otro pozo”, ya que este artículo esta orientado al home studio. Y por último, solo apuntar que aquí nos referimos únicamente a un puñado puntual de funciones y herramientas. Logic 8 posee muchísimas mas opciones que, por razones obvias, nos sería imposible cubrir en tan sólo un informe.
Quisiéramos agradecer a Mentalik su ayuda con las pruebas en ordenador portátil y los equipos MIDI, y a Cloe Ivannova por dejarnos durante unos cuantos días a su niño mimado (Novation KS Rack). Y un agradecimiento especial al hispasónico Faelitox (Rafa), ya que gracias a él, muchos logramos pulir nuestro kung-fu en materia de Logic y sus misterios.