Native Instruments Absynth a prueba
Hace unos meses, justo después del anuncio por parte de NI de portar la versión de Mac de Absynth a PC, leía una entrevista en Internet con uno de mis músicos favoritos de la escena electrónica europea. A la pregunta de cuáles eran los avances tecnológicos que mas le habían impresionado a lo largo de su carrera musical él citaba dos: uno era el sampler y el segundo era Absynth. Al no poseer un Mac para comprobar de qué hablaba, en aquel momento me reí para mis adentros pensando acerca de la actitud extravagante de muchos artistas de vanguardia en sus declaraciones.
Algún tiempo mas tarde leía otra entrevista, esta vez con el cerebro de Absynth, Brian Clevinger. Preguntado por su opinión acerca de la incidencia del pirateo sobre su producto respondía: "Absynth está protegido de una forma mínima. Tenía en mente hacer algo digno de deseo, algo tan bueno que la gente quisiera poseer a pesar de poder conseguir una copia pirata". Desde luego que hay que creer mucho en lo que haces para afirmar algo así, y esa confianza solo la puede dar un producto fuera de serie. Sólo el día en que Absynth estuviera disponible para PC podríamos comprobar si toda ésa verborrea a la que nos sometían los usuarios de Mac estaba justificada.
Absynth fue creado por Brian Clevinger hace unos dos años para la plataforma Mac como sinte stand alone. La idea era clara: recoger varias formas de síntesis del pasado y abstraer de ellas un sistema que permitiera crear algo nuevo, una relectura de conocimientos y un reciclaje de conceptos. Si a esto unimos el esfuerzo por presentar Absynth con un interface atractivo, una poderosa implementación y un sonido convincente tenemos un efecto "bola de nieve" que iba ganando mas y mas adeptos sin apenas mas promoción que el boca a boca, hasta convertirse en uno de los mejores instrumentos virtuales para la plataforma Mac. En Native Intruments debieron quedarse bastante impresionados con el resultado porque pasaron pocos meses hasta que le propusieron a Brian un trato: él les cedía la distribución de Absynth y ellos desarrollaban un micro-host VST con un interface que lo contuviera, además de dotarlo de una buena librería de sonidos. El éxito de crítica y público obligaba un porte a la plataforma PC.
El resultado es Native Instruments Absynth para PC, un programa de estructura compleja que arrastra consigo dos portes: uno a VST y otro a PC. Teniendo esto en mente es fácil comprender algunos de los aspectos que pasamos a analizar a continuación.
Al abrir el programa nos encontramos con la vista de teclado y selector de presets. Desde esta ventana se puede acceder a los distintos editores del sintetizador, así como controlar la polifonía del patch o acceder a las opciones de afinación. Una barra de herramientas flotante llamada Navigator también nos da acceso rápido a los editores aunque, por redundante, podemos ocultarla con el menú Window. Uno de los aspectos que mas llama la atención nada mas abrir el programa es el cuidado en el detalle gráfico, de aspecto futurista, que ya habla por si mismo acerca del concepto innovador de Absynth.
En el editor Patch es donde se configura la arquitectura básica del sonido. Se trata de una ventana con una matriz de bloques que se pueden activar o desactivar con sólo pinchar en ellos, de ahí que hablemos de Absynth como sintetizador semimodular. Es decir, existe un número determinado de módulos pero podemos activar los que queramos para componer un sonido. En la fila superior están los tres osciladores, cada uno de los cuales puede funcionar en modo simple o doble (dos generadores de sonido por oscilador). El modo doble puede ser de tres tipos: el primero mezcla las formas de onda, el segundo hace FM entre ellas y el tercero las modula en anillo, pudiendo acceder a distintos parámetros según el modo escogido. Existen 41 formas de onda predefinidas, pero podemos dibujar nuestras propias ondas con el editor Waveform, uno de los mas poderosos de Absynth. Esta es otra ventana donde disponemos de diversas herramientas para crearlas o manipular las que ya existen mediante las herramientas Transform. También podemos alterar el espectro de las ondas y modificar los armónicos individuales. El grado de flexibilidad de los osciladores es simplemente asombroso.
Cada módulo de oscilador puede ser después procesado con un filtro individual en el que podemos escoger uno entre ocho tipos, incluyendo un filtro en peine además de los habituales paso bajo, alto o banda de distintas pendientes. Después podemos activar un tercer módulo de modulación en anillo para dar mayor resonancia metálica al sonido. Estos tres bloques, oscilador, filtro y modulador en anillo son los que conforman cada uno de los generadores cuyas salidas se mezclan dinámicamente con unos deslizadores. Es curioso observar que todos los movimientos que se realizan en Absynth mediante deslizadores se llevan a cabo con una cierta ?inercia?, uno de esos pequeños detalles curiosos de los que éste sinte esta lleno.
La ventana Patch todavía no acaba porque aún podemos seguir procesando el sonido resultante de los generadores con una de las estrellas del programa: el waveshaper. Se trata de una sección que permite distorsionar el sonido de una forma peculiar y cambiante según la forma de onda escogida y su fase. El resultado es una de las distorsiones mas cálidas y musicales que hemos escuchado.
Después del waveshaper todavía existe un filtro general para todo el sonido, idéntico al que encontramos en las secciones individuales de los generadores. Es importante recalcar que la sección de efectos forma parte de la totalidad del patch. Es decir, mas que crear un sonido y luego procesarlo mediante efectos aquí esta sección esta íntimamente ligada a la estructura global. Esto lo demuestra el hecho de que los LFOs pueden también modular los parámetros de la sección de efectos que como veremos es también muy peculiar.
Podemos escoger entre 3 tipos basados en modelos de delay de modelado físico. El primero es un efecto de ?tubo? que suena como si pasáramos el sonido por una cañería metálica con posicionamiento estéreo variable. El segundo, multicomb, es un procesador de filtro en peine múltiple con hasta 6 delays cortos que provoca sonidos mas metálicos y resonantes aún. Dentro de la normalidad, el tercer efecto es un delay multitap triple de hasta 10 segundos de duración (!). En definitiva, la sección de efectos está en consonancia con el resto de la arquitectura y filosofía de Absynth y es parte esencial del sonido final.
Pasemos ahora a los moduladores. Tenemos por una parte una sección LFO triple donde podemos enrutar cada uno de ellos a 5 posibles destinos: tono de los osciladores, FM, amplitud, filtros o tiempo del efecto. Parecen pocas posibilidades pero están muy bien escogidas y en algunos aspectos como éste parece que Absynth está limitado de forma consciente para evitar que la cantidad de opciones sature al diseñador de sonidos. La idea es mas bien dotarle de un conjunto determinado de opciones efectivas.
Por otra parte tenemos la que es posiblemente la parte mas innovadora y creativa del programa, las envolventes. Se trata de un conjunto de envolventes libres asignables a todo tipo de parámetros de la sección Patch. Podemos ir dibujándolas, dándoles la forma que queramos, creando hasta 68 puntos de inflexión. Se pueden establecer distintos modos de loop entre dos puntos cualquiera, así como sincronizarlas con un tempo determinado. De ésta forma se pueden crear patrones de modulación rítmicos, increíblemente orgánicos y evolutivos. La idea de éstas envolventes dinámicas debió impresionar bastante a la gente de NI, ya que incluyeron posteriormente éste sistema en FM7 y Kontakt y todo parece indicar que seguirán usándose en productos posteriores.
La ventana MIDI nos permite hacer enrutamientos de controladores a ciertos parámetros de Absynth, así como definir el seguimiento de teclado para ciertas opciones. Aquí cabe una posible decepción al observar que carece de un modo MIDI learn o un enrutamiento mas amplio de controladores para mayor manipulación a tiempo real, lo cual lo hubiera llevado a una perfección casi total, aunque debemos recordar que aún se encuentra en la versión 1.3.1 y no sabemos lo que nos depara el futuro de un programa en continuo desarrollo desde su aparición.
El plugin VST tiene una forma bastante peculiar: un interface gráfico se encarga de llamar al motor de Absynth para realizar las ediciones. Es ciertamente incómodo, pero lógico si tenemos en cuenta que no fue originalmente diseñado para éste propósito (un caso similar al de VAZ VST), aunque podría ser un aspecto a mejorar, así como también se podría implementar mejor el hecho de que sólo se pueda cargar un banco a la vez en modo multitímbrico.
Teniendo en cuenta que se trata de un sintetizador de hasta 6 osciladores que emplea técnicas de modelado físico el consumo se puede calificar de mas que moderado, aunque un elevado número de voces puede acabar con una buena porción de tu CPU, así que conviene ajustar cuidadosamente la polifonía.
Absynth viene cargado con un montón de bancos de presets que nos indican hasta dónde puede llegar esta bestia en cuestión de diseño sonoro. Los patches están increíblemente bien programados y algunos de ellos son muy personales aunque utilizables como punto de partida para los tuyos propios. Nombres como Tri-Repetae, Pen Expers o Mouse on Mars hacen que se les dibuje una sonrisa a todos los seguidores de la electrónica de vanguardia. El sonido de Absynth es francamente personal, no existe nada parecido ni software ni hardware. Los bajos retumban, los timbres digitales cortan el aire y las secuencias son simplemente inspiradoras. Algunas veces es puro y cristalino, otras oscuro y misterioso pero siempre tan emocional, emocionante y orgánico que parece estar vivo. Algunos presets parecen verdaderos milagros del diseño sonoro pero esto no extraña cuando vemos nombres como Jake Mandell (Force Inc Records) o Cylob (Warp Records) entre los creadores de patches.
Absynth lleva el mundo de los sintes software dos o tres pasos mas allá y crea un nuevo nivel de calidad sonora convirtiéndose en un clásico contemporáneo en toda regla. Puede que no sea el mejor (esto es subjetivo), pero sí el mas importante de los sintes software hasta la fecha, colocando el listón muy arriba. No es un sintetizador que gustará a todo el mundo: no se le dan tan bien los sonidos analógicos gruesos mas tradicionales aunque proporciona buenos bajos y pads clásicos a costa de infrautilizarlo. Pero si lo que buscas es un sinte que de nuevos aires a tu música para llevarla a terrenos desconocidos no te equivocarás. Nuestra recomendación es que te bajes la demo y compruebes por ti mismo sus posibilidades.
Soy entusiasta de la tecnología musical, iOS y Mac OS X. Produzco música bajo el nombre de Autoy. Podéis escuchar mi trabajo en https://soundcloud.com/autoy.