El FM7 es un sintetizador puramente digital y se presenta, en principio, como un emulador del famoso Yamaha DX7. Este espíritu se percibe ya no sólo en su aspecto y color, sino en muchas funciones; por ejemplo, puedes configurarlo para que reciba CCs de 0 a 127, o a la manera del DX7, de 0 a 100. También puedes ajustar la respuesta a la velocidad del teclado en el modo estándar actual o en un modo de imitación del famoso Yamaha.
Esto ya descubre una enorme potencialidad en el FM7, porque es capaz de cargar cualquier patch diseñado para DX7 (y por extensión, los del DX7-II, DX11, TX81Z, DX21, DX27, DX100 y TX802). Puedes encontrar miles y miles de estos patches en Internet (nosotros te ofrecemos una selección en nuestras Descargas). Esta compatibilidad se manifiesta en la organización de los bancos de patches del FM7, que se agrupan en cuatro bloques de 32, sumando así 128 patches disponibles a la vez. Dado que el DX7 original ofrecía 32 patches, cargar un banco completo en este nuevo sinte virtual será como enfundar tu mano en un guante a medida.
Hemos podido probar el FM7 al lado de un TX7 (un módulo de Yamaha idéntico al DX7) y el realismo de la simulación es asombroso, si bien perderás toda aquella fritura que soltaban los originales por sus salidas de línea, por supuesto. El FM7 es limpio y transparente como un cristal. Pero claro, ¿alguien realmente puede echar en falta aquel tremendo ruido? No se trata aquí de conservar ninguna "calidez analógica"; nada más alejado de un sinte analógico que el viejo DX7. Aquello era puro chisporroteo eléctrico y digital debido a sus deficientes convertidores de 12 bit, y nosotros sin duda preferimos que se quede en el olvido.
Por lo tanto, le damos un sobresaliente al FM7 como emulador; creemos que su sonido supera en calidad al original, sin perder su fidelidad. Y si el FM7 se limitase a ser un clon del Yamaha, nuestra prueba podría terminar en este punto, pero por suerte no es así. Resulta que el FM7 es un sinte mucho más poderoso; añade 2 operadores nuevos a los 6 originales del DX7 e implementa efectos, matrices, envolventes, filtros y funciones propias. Es un nuevo sintetizador en sí mismo y eso es lo que verdaderamente debemos analizar aquí.
Un repaso en detalle a las características del motor de sonido del FM7 es como dar un paseo por el mundo de Oz de la síntesis FM. Native Instruments se ha volcado en este proyecto, y esto se aprecia en la enormidad de detalles incluidos y, sobre todo, en cómo han tirado la casa por la ventana en cuanto a especificaciones.
Empezamos nuestro paseo por la sección de operadores (algo parecido a los osciladores de un sinte analógico normal, para los no iniciados en la FM). Están etiquetados de la A a la F, y con los X y Z adicionales suman ocho en total. Los seis primeros se comportan como operadores FM tradicionales, pero mucho más completos: cada uno de ellos incorpora 32 formas de onda a elegir (!), controles de ratio y offset, niveles de volumen y pan, y una envolvente sincronizable al tempo (foto derecha), con tantos pasos como puedas dominar y la posibilidad de establecer curvas intermedias entre ellos. Puedes configurar el tiempo que abarca, y elegir entre 31 presets variados para no partir de cero y perderte en este océano de parámetros. Esta envolvente va mucho más allá del control de dinámica normal de un sonido; con ella podrás crear loops completos pulsando una simple tecla. Tienes también una tabla de seguimiento de teclado, y para no variar, es totalmente ajustable y puedes añadir los pasos que necesites.
Los operadores X y Z son en realidad un generador de ruido/saturación con filtro, y un filtro resonante doble, respectivamente. Es una idea original la de incluir los filtros como operadores; así podrás colocarlos dentro del algoritmo libremente, y podrán afectar a los demás operadores de la manera que creas adecuada. Los dos filtros del operador Z pueden ajustarse progresivamente desde paso-bajo a paso-alto, con paso-banda como término intermedio. Tienen un sonido impresionante, y pueden ser tan abruptos o suaves como quieras. Resulta chocante ver esta capacidad en un sintetizador digital; en la demo que hemos preparado puedes escucharlos en acción. Al ser operadores, también incluyen su propia envolvente y su modulación y tabla de teclado.
Los programadores de sintes FM estarán esperando a que digamos con cuántos algoritmos cuenta el FM7 (el esquema de ruteo de señal entre los operadores). Pues bien, allá va: los que tú programes. Pasando del modo envelope al modo matrix se nos descubre una rejilla (foto izquierda) donde podremos rutear todos los operadores entre sí y realimentarlos libremente, indicando también la cantidad de señal que discurrirá en cada paso. De serie, el FM7 ofrece 64 algoritmos preset para usar, lo cual se agradece porque las posibilidades son muy amplias y es bueno tener algo con lo que empezar.
La envolvente de tono afecta a todos los operadores y cuenta con portamento, es de libre configuración como las anteriores, y viene provista de afinación microtonal. Podemos elegir entre 24 presets de afinación (por ejemplo, la tailandesa) y añadir los que queramos. Esto es sólo una muestra más de la exhaustividad del FM7 y del detalle que ha puesto Native en su elaboración. Inmediatamente nos topamos con 2 LFOs sincronizables al tempo, ambos con 33 formas de onda a elegir y una matriz con 6 parámetros seleccionables como fuentes para modular cada uno de los 8 operadores y el tono general. Aparte, encontramos una matriz de modulación extra que añade otras 8 fuentes, independientes de los dos LFO.
La sección master del FM7 nos muestra los controles de nivel de salida y entrada, polifonía y unísono, el tono y la "calidad". Este último parámetro es una especie de enfatizador que te servirá para darle un regusto analógico a la señal, o para aumentar la dureza digital del sonido según lo necesites. Es todo un acierto que se haya implementado esta función, ya que algunos podrían notar demasiada frialdad en ciertos sonidos del FM7; aumentando el control de "calidad analógica" se le añade una calidez extra. El control de unísono es una de las partes más fuertes del sintetizador; ¡pueden sonar en este modo todas las voces disponibles, que son hasta 64! No hará falta que te digamos lo que puede salir de aquí... aunque ello depende, como todo en un sinte virtual, de la potencia de tu procesador; es fácil emocionarse con este parámetro, y nosotros lo hemos hecho: un Athlon 1,4 elevó su carga al 25% configurando 20 voces al unísono y 20 de polifonía. Sin embargo, considerando las cifras y el muro de sonido que saltó por nuestros monitores, valió la pena y consideramos que no es una carga excesiva, dado que los valores rara vez serán tan extremos... ¿o no?
En la misma pantalla que la sección master se alojan los controles de efectos. El FM7 incluye un delay, un phaser (al que llama modulation), ambos sincronizables al tempo, y dos filtros generales para ajustar las frecuencias en que se mueven sus sonidos (cortes paso-alto y un paso-bajo). Todos suenan muy bien, y se acoplan al alma digital del sinte. De todos modos, esto es un sintetizador VST, y puedes añadir en el mezclador de tu Cubase, Logic o similar la cadena de efectos que quieras.
Dispone también de una sección Easy edit, que reúne los parámetros principales del sintetizador en bloques sencillos. Esto será de utilidad para editar y ajustar rápidamente un patch, o para los que quieran acercarse a la síntesis del FM7 evitando de entrada los extensos controles y parámetros del resto de las secciones. También, en todo momento tendrás en pantalla un gráfico estático de espectro y onda para vigilar la imagen de tu sonido; esto nos ha parecido especialmente útil.
El FM7 puede recibir una señal externa y procesarla a través de toda su síntesis y sus efectos, y devolverla al exterior más retorcida y convulsionada de lo que puedas imaginar. Recuerda que dentro del sinte toda la configuración del encaminamiento de señal es libre, y recuerda también esos filtros... Para utilizarlo como procesador de señal, sólo has de cargarlo en tu proyecto VST como un efecto más (FM7fx) en cualquier canal estéreo.
Para controlar el FM7 desde aparatos externos, Native no ha podido ponérnoslo más sencillo: sólo has de seleccionar el parámetro que quieres controlar, pulsar el botón Learn y mover un knob o fader. Desde ese momento, quedará asignado al parámetro elegido... ¡fácil y rápido! ¿Quién ha dicho que los sintes virtuales no puedan manejarse con las manos?
Conclusión
El FM7 nos ha dejado hechizados. De nuevo, Native Instruments ha colocado otro de sus productos en el olimpo de la síntesis virtual. Su sonido es original, muy potente, y se atreve con cualquier estilo: desde un enorme pad planeador a un bajo monstruoso, pasando por las marcianadas más extravagantes y por delicadas campanas y pianos eléctricos digitales. Es un huracán de aire fresco y renovado en medio de la legión clónica de sintetizadores analógicos clásicos. Aún contando con la complejidad de la síntesis FM, la inclusión de filtros resonantes. múltiples formas de onda en los operadores, y la libertad para configurar los algoritmos, lo hacen atractivo a todos los públicos. Su motor de síntesis es demasiado irresistible hasta para un novato, que pronto abandonará los presets y el Easy edit y empezará a bucear en las enormes posibilidades que ofrece.
Nos cuesta sacarle defectos, pero allá vamos. Ya que imita a casi toda la familia de sintes FM de Yamaha, nos hubiera gustado quizás ver un filtro de formantes como el que llevaba el FS1R, pero no lo han implementado; en todo caso, el FM7 tiene muchas capacidades que no tenía el FS1R. Por otra parte, puedes indicar la categoría del patch al guardarlo, pero no se ha incluido el siguiente paso lógico: buscar patches por categorías. También es cierto que sólo tiene 128 memorias para presets, que se ven en 4 grupos de 32 a la vez, y es difícil perderse. Son detalles menores que ni siquiera pueden llamarse defectos. El FM7 descuella a todos los niveles, es un producto perfectamente acabado, y supone el regreso de una síntesis clásica totalmente renovada y actualizada. Si tuviéramos que escoger los 10 mejores sintetizadores del momento, ya no sólo software sino también hardware, este se colocaría entre los primeros puestos.
Demo en mp3
Pulsa [ aquí ] para escuchar una demo exclusiva de algunos de sus presets
NATIVE INSTRUMENTS FM7 - 250 €
Pros
- Sonido espectacular y original
- Características desbordantes
- Excelente relación calidad/precio
Contras
- Complejidad de programación
- Si estás muy apegado a los sintes analógicos puede parecerte frío
Puntuación - 9,5