Informática musical

Review de Spectrasonics Omnisphere 2: un universo en expansión

Veredicto
Spectrasonics ha sabido añadir y crecer en funciones respetando globalmente la filosofía y extrema usabilidad de todo un clásico como Omnisphere, a la vez dando un salto que amplía muchísimo su territorio.

Desde su aparición en 2008, Omnisphere es uno de los sintes software más reverenciados y premiados. La variedad de técnicas de síntesis que agrupa y la complejidad de los resultados que permite conseguir lo han hecho brillar en ámbitos y estilos bien diferentes, pero siempre con la palabra síntesis en primer plano y con orientación hacia los sonidos más orgánicos y creativos. Es un producto maduro y del que sorprende su estabilidad, demostrada por el mantenimiento en la v 1.5 desde 2011, frente a los continuos upgrades (y correspondientes desembolsos) de otros. Estabilidad que no le ha impedido seguir siendo el preferido de muchos usuarios a pesar del paso del tiempo.

En 2015 ha llegado su v2 (desde hace poco 2.1) que introduce mejoras diversas y de calado pero manteniendo la forma de uso y una mayoría de las funciones tal como ya eran conocidas. Novedades que veo irrenunciables para cualquier usuario de las versiones anteriores, además de ser argumento adicional para convencer a nuevos interesados.

La más llamativa sin duda, la posibilidad que ahora se ofrece de utilizar una muestra aportada por el usuario como material base para la creación de sonidos. Por sí mismo, sólo eso justifica el salto a v2, aunque hay mucho más. Ya publicamos en su momento una versión subtitulada del vídeo oficial de presentación de novedades en v2, pero teníamos pendiente nuestra propia ‘review’ que se desarrolla en este artículo y de una forma más práctica, en el vídeo que la acompaña.

Qué es Omnisphere

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Con motivo de la v1, Soyuz preparó un detallado artículo. Los elementos troncales de Omnisphere siguen siendo los mismos.

La arquitectura básica de Omnisphere

Su arquitectura se basa en ‘MULTIs’ que agrupan hasta 8 partes (PART) simultáneas, un poco al estilo de lo que en sintes hardware se suelen llamar sonidos y combinaciones (Korg), patches y performances (Roland), y otros pares de nombres semejantes.

Cada una de las 8 partes usa un sonido (PATCH) compuesto por dos capas (LAYERS) A y B, siendo cada una de ellas en esencia un sintetizador completo que puede usar una forma de onda artificial (pulsos, dientes, y un largo etc.) o bien un ‘soundsource’ (el nombre que reciben aquí las muestras grabadas de sonidos reales, puestas a disposición de una interpretación desde teclado). El nombre de ‘soundsources’ es una acertada manera de distanciarse del concepto más habitual de ‘samples / muestras’, puesto que a menudo en Omnisphere son un material audio de partida más pensado para deformarlo hasta el extremo que para exponerlo en bruto. Por supuesto no faltan grabaciones de sonidos como voces (variadísimas: coros, sílabas jazzísticas, efectos vocales, frases…), vientos, cuerdas, guitarras y pianos acústicos y eléctricos, percusiones, y demás elementos del día a día, pero es en el terreno de ‘otros’ donde Omnisphere gusta de presumir. No necesariamente una grabación de ‘notas’ o instrumentos tradicionales, entre los soundsources abundan objetos atípicos e instrumentos interpretados de formas nada convencionales. Todo vale con tal de conseguir que esas semillas sonoras tengan una personalidad y diferenciación que las sitúe aparte de lo habitual.

Estas fuentes/osciladores atraviesan en cada capa un filtrado doble (serie o paralelo) y extremadamente configurable, pudiendo elegir de una larga lista de modelos de filtro. Pero ya antes de atacar a los filtros, en los propios generadores de señal (los osciladores/soundsources) se dispone de transformaciones muy significativas aplicando técnicas como PWM, Sync, FM, Ring, distorsión por Waveshaping, reducción de bit y de frecuencia de muestreo, Unison, Granular, Armonización, todas ellas ampliamente ajustables y que actúan nota a nota, polifónicamente (nada que ver por ejemplo con una distorsión única que fuera atravesada por la suma todas las voces y sonidos). La ruta audio es estéreo desde el comienzo (lo son tanto las fuentes como los filtros, no es algo añadido por mera panorámica en la mezcla). Así por ejemplo el uso de 'unison' en los osciladores permite distribuir las voces generadas llenando el espacio.

Es posible insertar efectos (con un enorme abanico) en las capas individuales (apilando hasta 4 efectos en cada), o realizar envío desde cada una de ellas hacia otro juego de efectos común al patch. Adicionalmente a nivel patch existe también un grupo de efectos de inserción. Sumando resultan hasta 16 efectos simultáneos por patch. También se cuenta con envíos desde las 8 partes hacia 4 juegos de hasta 4 efectos auxiliares globales, además de otra cadena configurable de 4 efectos en la salida máster, y no falta una vista ‘mezclador’ en la que regular la combinación de las 8 partes y esos 20 efectos comunes a ellas.

Cualquiera de los parámetros de todo ese repertorio de posibilidades en las fuentes, los transformadores, los filtros, los efectos… puede ser ampliamente modulado jugando con LFOs y envolventes, con controles MIDI, con automatización en un DAW,… siendo factible la creación de envolventes arbitrariamente complejas que pueden ir desde la sencillez de un enfoque ADSR a la personalización máxima de envolventes multisegmento, cíclicas, basadas en patrones a tempo, etc.
Se dispone en cada patch de 6 LFOs y 4 ENVs compartidos para ambas capas, más adicionalmente envolventes dedicadas para la amplitud y para el filtro específicas para cada capa. Del juego de 6 LFOs y 4 ENVs comunes, el último de cada especie (LFO 6 y ENV 4) admite un modo ‘polifónico’ en el que su actuación es individual sobre cada nota. Los otros 5 LFOs y 3 ENVs son siempre ‘globales’ y afectan en común a todas las voces simultáneas: si os sorprende a veces una actuación ‘parafónica’ de una envolvente de modulación lo que hay que hacer es montar esa modulación usando la ENV4 para poderla aplicar en polifónico.

Multi y sus modos

Volviendo al modo ‘MULTI’ en el que se combinan 8 partes / patches diferentes, esas 8 partes pueden estar asignadas a canales MIDI diferentes, o bien combinadas en ‘stack’. El modo ‘stack’ permite crear zonas y fundidos definidas por notas, o por velocidad o bajo control de un mensaje de controlador MIDI. Destaco el ‘o’ porque sólo uno de esos criterios (notas, velocidad o CC) puede ser usado dentro de un multi para controlar la combinación. En caso de querer ir más allá tocará introducirse en el diseño de cada patch para mediante modulación controlar la actuación de la velocidad o un CC como complemento a la división/apilamiento por notas que realicemos en ‘stack’.

Alternativamente las 8 partes pueden activarse y controlarse con especial facilidad desde el modo ‘Live’ a modo de una preselección de timbres con los que desarrollar cada tema musical en una actuación en directo. Live aporta el apoyo de una pantalla específica o bien el control con las apps OmniLive y Omni TR que actúan como controlador remoto desde iPad. Existen en ese modo Live (y desde OmniTR) funciones para regular niveles, pasar de uno a otro sonido, silenciar/activar partes, etc. especialmente útiles en vivo.

Las razones de un éxito

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Para mi gusto tres son las patas en las que Omnisphere ha logrado articular su éxito en el pasado:

1) Potencial de síntesis: la variedad de técnicas de síntesis y tratamientos que concentra en un solo producto es enorme. Los hemos comentado brevemente en el apartado anterior y en el vídeo. Son muchos los recursos puestos a disposición de la creación de sonidos.

2) Interfaz de uso: ese enorme potencial y concentración de funciones ha sido ya alcanzado por otras herramientas, pero Omnisphere acierta a expresarlo en una interfaz de usuario particularmente simple y concebida para músicos. La creación y modificación de sonidos se realiza con comodidad por cualquiera habituado a arquitecturas tradicionales de sintetizador, sin necesidad de ponerse el gorro de técnico/programador. En otros productos la avalancha de funciones las acaba ocultando para el usuario medio, que se acaba limitando a usar sonidos ‘de librería’ sin editarlos. Omnisphere, lejos de amedrentar, ofrece una arquitectura y un interfaz muy asequibles a cualquiera, que animan a retocar/crear los sonidos para adaptarlos a cada proyecto.

3) Librería ‘peculiar’: tanto en cuanto al material muestreado como a los sonidos programados de origen, el énfasis de Omnisphere se distancia del de otros muchos productos. No es el lugar en el que encontrar sonidos hiper realistas de instrumentos acústicos, orquesta, etc. con grabaciones multicapa y multiarticulación. Las librerías de sonidos realistas multimuestreados encuentran mejor acomodo en sistemas como por ejemplo Kontakt o UVI. Pero cuando se tiene vocación e interés por los sonidos más creativos e imaginativos a través de una aplicación intensiva de los conceptos de síntesis y procesamiento de sonido, desde una interfaz amigable, es ya un lugar común que Omnisphere está en el Olimpo.

En esas tres áreas incide la v2 de forma significativa.

Novedades v2 respecto al motor de síntesis / procesamiento

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En el caso de no usar en una capa ‘soundsources’ (muestras) sino formas de onda sintéticas, las 4 formas de onda clásicas anteriores ascienden ahora a un repertorio de 400. Se incluyen formas de onda monociclo de todo tipo: resonantes, vocales, robadas de toda suerte de instrumentos electrónicos y acústicos, creadas artificialmente, combinaciones peculiares de armónicos,etc. Están por ejemplo presentes ciclos capturados de sintes que van desde clásicos Moog, Roland, Korg, Yamaha… hasta los Access Virus u otros más recientes.

Hay también tablas de onda (a lo PPG) que podemos recorrer dinámicamente y entre las que algunas son de tipo fluido como otras de tipo saltos tímbricos abruptos.

De hecho también las formas ‘monociclo’ son en realidad también ‘wavetables’ que ofrecen (a través del control ‘shape’ y su modulación) variaciones significativas que pueden recordar la PWM o bien imponer alteraciones que dan nuevos colores sobre las formas de onda de partida. Si escogéis por ejemplo el diente de sierra del Juno-106 (uno de los muchísimos dientes ofrecidos), la forma original es sólo la primera de las ondas cargadas en su wavetable en la que ese diente se tortura para transformarlo en todo un abanico de posibilidades bien alejadas del original, con un recorrido tan denso en pasos que ofrece una buena sensación de continuidad en el cambio, sin efectos ‘escalera’.

Aunque ya se contaba con todo un arsenal de filtros con diferentes pendientes y caracteres, aparecen 8 más nuevos, incluyendo resonadores y filtros vocálicos/de formantes.

Se mejoran muchos de los apartados de transformación en el bloque de osciladores, en el que están, como decíamos, FM, Ring, o Granular, entre otros. Reciben parámetros nuevos y extienden el rango de los preexistentes. Tomemos el ejemplo de la sección FM, en la que cabe destacar que no se trata de una FM a lo Yamaha DX. Es más bien el tipo de FM que era factible en los sintetizadores analógicos: modular con un segundo oscilador la frecuencia de nuestro oscilador principal. Una FM limitada por tanto a un par moduladora -> portadora, pero que en v2 se beneficia de un grupo de controles que permite definir con mucho detalle la forma de onda que usará la moduladora. Se dispone también de un control ‘analog drift’ que introduce variaciones erráticas para que las combinaciones de varias notas tengan esa variedad que agradecemos en los sintes analógicos.

A día de hoy inseparable la cuestión síntesis de la relativa a efectos, terreno en el que v2 añade 25 tipos nuevos. También crece en número de efectos aplicable. En cada ocasión en la que podemos incorporar efectos, tenemos en realidad todo un ‘rack’ en el que alojar 4 unidades diferentes concatenadas entre sí. Y racks no faltan: los hay como inserción en cada capa, también otro insertado a nivel patch (actuando sobre la mezcla de las dos capas) y aún queda otro como envío (pre/post) todavía dentro de cada patch. Sin olvidar que existen 4 racks para envío como auxiliares desde el multi, más un último rack en la salida máster. Siempre vigilando el uso de la CPU que es fácil llegar a comprometer en los ordenadores menos capacitados con tanta abundancia.

También importantísima la cuestión de las rutas de modulación posibles, v2 las amplía hacia los efectos y el arpegiador.

Novedades v2 respecto a la librería

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Crece el número de ‘soundsources’ oficiales, recogidos en una librería que ronda ya los 65GB (frente a los 40 de la anterior). Y también en parecida proporción el número de sonidos (patches) disponibles en la biblioteca que viene de origen, superando los doce mil. Incluyen una nueva parcela específica hacia sonidos enfocados a estilos EDM que a día de hoy no puede faltar, y en la que se hace despliegue de las enormes posibilidades de enriquecimiento tipo unison/harmony, los LFOs y envolventes multisegmento ligadas a tempo, o los sonidos marcadamente efectistas en cuanto a timbre. Una característica pocas veces recordada de omnisphere es que sus filtros son siempre estéreo, con lo que la función ‘unison’ puede distribuir en el panorama las distintas voces, sin que el filtrado tenga que reducirlas a una versión mono, algo bien agradecido en esos sonidos tan densamente apilados.

Entre los soundsources exóticos que son tan abundantes en Omnisphere, se han incorporado materiales grabados por Diego Stocco, de cuyas peculiares técnicas hemos hablado directamente con él hace un par de años en esta entrevista.

Pero la novedad más rompedora es la posibilidad que ahora se ofrece de utilizar una muestra aportada por el usuario como material base para la creación de sonidos. Por más que la imaginación de Spectrasonics les haya llevado a grabar toda suerte de objetos atípicos para obtener así unas raíces peculiares sobre las que edificar sonidos en sus bibliotecas ‘de fábrica’, el paso natural y más demandado era abrir al usuario la posibilidad de añadir material propio. Es difícil rivalizar con la imaginación, los recursos y calidades que Spectrasonics pone a la hora de registrar sus ‘soundsources’. Pero introducir nuestro propio material audio directamente en forma de ‘soundsource’ es sumamente interesante.

Es importante recalcar algo en relación con los ‘soundsources’ de usuario: sólo se puede manejar una muestra por cada capa (A o B) dentro de un sonido. No hay multimuestreo ni en velocidad ni en extensión del teclado. Esta restricción se entiende desde la perspectiva de no competir en el mercado de librerías de sonidos realistas, sino en esta otra esfera de los sonidos creativos / sintéticos.

De hecho los propios soundsources oficiales de Spectrasonics reflejan esa característica. En varios de ellos se puede apreciar la existencia de multimuestras con grabaciones repartidas por el teclado o en velocidad. Pero nunca es con la densidad que en otros sistemas se alcanza porque muy pocas veces el objetivo es el del realismo. Se trata más bien de ofrecer las cualidades de los sonidos naturales y acústicos para ser integrados a modo de oscilador/fuente en el entorno de procesamiento que ofrece Omnisphere.

Si nos salimos del terreno de los sonidos para interpretación de notas, algunos de los soundsources con mayor ‘personalidad’, como pongamos por caso, una frase hablada, sólo cuentan con una única muestra y sólo pueden usarse en un pequeño registro antes de deformarse con gravedad (excepto con la aplicación de técnicas granulares que extienden el uso sin tanto efecto ‘pitufo/ogros’ ni cambios de duración). Pero se trata muchas veces de ‘soundsources’ que actúan más como efecto que como instrumento. Hay igualmente algunos soundsources previstos directamente para crear un fondo sonoro, no necesariamente para la interpretación de notas.

Es esta cuestión por la despreocupación por el multimuestreo, algo que en cierta medida me recuerda a lo que aplicaban los primeros samplers y romplers en los 80. Especialmente me viene a la memoria el D50, del cual el responsable máximo de Spectrasonics es bien conocedor (trabajó para Roland en aquellos momentos) y que, como Omnisphere ahora, aportaba frescura y novedad para los oídos. Tanto en el D50 como en Omnisphere, las muestras (aquí soundsources) son una excusa para extender la síntesis, no deben entenderse necesariamente como un objetivo en sí mismas.

No busquéis un piano de cola, o una trompeta con calidad ‘fotográfica’ en Omnisphere. Pero os diré también que uno de mis mejores clarinetes sintéticos lo creeé con omnisphere. En la v1 usaba un pulso y las excelentes posibilidades de modulación para conseguir un clarinete reactivo y expresivo que corría continuamente y con gracia desde la sonoridad flaca y hueca propia de las intensidades flojas a medias, hasta alcanzar un ya quebrado forte. Le faltaba el ruido/golpe de la llave del clarinete, y ahora se lo podré añadir con las muestras de usuario en v2.

No lo tomemos pues, pese a las muestras de usuario, como un sampler, pero sí como un potente recurso para seguir extendiendo su uso como sinte hacia más amplios terrenos.

El nuevo motor granular y las muestras de usuario

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Quiero hacer una mención especial a la cuestión granular en Omnisphere. Se anuncia con v2 a bombo y platillo lo granular, aunque es algo que ya estaba presente en v 1.5 con un alcance parecido. Cierto es que crece en parámetros con la nueva versión y se nota un mayor recorrido y definición en varios de ellos que permite lograr resultados antes inalcanzables. Son más los cambios de lo que el aspecto de la pantalla revela y permiten aplicar con éxito técnicas de ‘grano grande’ para sonidos un tanto quebrados y efectistas, como las más sutiles de ‘grano fino’ para conseguir resultados de texturas o de mero cambio de tono.

Pero principalmente es importante recalcar la presencia de tratamientos granulares cuando se combina con otro de los puntos fuertes de la v2: la posibilidad de incorporar / procesar muestras de usuario. La combinación de los tratamientos granulares mejorados y las muestras de usuario es, sin duda, toda una invitación a la exploración en esta v2, permitiendo tomar como semilla para la creación de texturas y fondos el propio material sonoro grabado al que vayamos a acompañar. ¿Qué mejor forma de empastar un fondo ambiental para acompañar una guitarra que tomar una nota o una frase de la misma y torturarla granularmente? O pensad en obtener una textura de coro a partir de una intervención grabada por un cantante. Quien dice eso dice tomar un patrón de batería o un sonido de un instrumento acústico exótico que aparezca en nuestro tema y procesarlo con el poder de tratamiento de Omnisphere. Esas cuestiones tan personalizadas, sin tenernos que restringir a los soundsources de la propia Spectrasonics, es ahora afortunadamente posible, y aplicar el motor granular es una de las vías que puede derivar mayores disfrutes sobre muestras de usuario.

Novedades v2 respecto al interfaz de uso

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Los usuarios de las versiones anteriores no tardarán en apreciar que la pantalla de Omnisphere ha crecido con un área enteramente nueva a la izquierda. Por defecto aparece en ella un resumen del selector/buscador de sonidos. Pero es un área que cambia de contenido al editar una ruta de modulación: podremos ver allí un juego de parámetros relativos a la definición y aplicación de la ruta, así como al parámetro afectado, haciendo más cómoda la creación y ajuste de las rutas de modulación.

Pese a que ya eran potentes en v1, mejoradas mucho las funciones para organizar/localizar sonidos. Además de las diferentes categorías con las que se puede calificar / buscar un sonido, cuenta ahora con una útil posibilidad de buscar sonidos ‘semejantes’ al que tengamos seleccionado, que es eficaz en localizar sonidos que puedan encajar como reemplazo / alternativa a uno dado. Esencialmente busca en la base de datos de sonidos aquellos que puedan tener una mejor coincidencia en sus descriptores/categorías, y los ofrece en una lista para poderlos escuchar como posible reemplazo del sonido que teníamos previamente elegido.

Útil también, muchísimo, la posibilidad de fijar algunos parámetros cuando cambiemos entre diferentes sonidos. Por ejemplo cuando hayamos creado un patrón de arpegiador que deseemos probar con diferentes timbres, podemos fijar la sección referida al arpegiador. O cuando nos guste el encaje con el tema musical de las envolventes que hemos creado pero queramos buscar otros colores tímbricos. O cuando deseemos congelar los efectos para estar seguros de que no se pierde el carácter de distorsión+reverb al probar otros patches. Es una idea que debería extenderse como la espuma en el resto de los desarrolladores.

Un mercado naciente de librerías para Omnisphere

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La creación (exportación e importación) de bibliotecas de sonidos por terceras partes, es especialmente sencilla con la reciente mejora en v 2.1 que permite conservar en único fichero de intercambio todo lo necesario (muestras de usuario incluidas). De hecho están ya apareciendo comercialmente a buen ritmo librerías para la v2 de Omnisphere, en muchas de las cuales se incorporan nuevos soundsources.

En alguna de estas nuevas librerías, como forma de superar la limitación a una única muestra de usuario, se combinan en un multi varias partes, cada una contribuyendo muestras diferentes para poder tener una especie de ‘multimuestreo’. Es el caso de megamagic pads, la primera de este tipo de la que tuve noticia. Un truco que puede seros útil cuando diseñéis vuestros propios sonidos en Omnisphere v2, si se viera necesario.

Novedades en modo Live y en el arpegiador

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Quiero mencionar dos novedades que agradezco especialmente, puesto que son las dos cosas que eché más en falta en la versión anterior, y que ahora están atendidas.

Una es que se permiten en el modo Live divisiones de teclado. Un ‘Multi’ que active el modo ‘Live’ es realmente útil para gestionar con facilidad hasta 8 patches durante un tema. Pero en versiones anteriores los sonidos que activábamos desde Live se extendían por el teclado completo. En v2, Live puede usar información del modo Stack para completar un sistema en el que cada uno de los 8 sonidos se restrinja a determinadas zonas de teclado.

Respecto al arpegiador, destacaré que en la versión anterior era estrictamente eso: un arpegiador. Para poder disponer de varias notas dentro de la frase creada había que pulsar las correspondientes teclas. En no pocas ocasiones hubiera querido que el arpegiador admitiera un modo de tipo ‘secuenciador de frase/patrón’ que permitiera lanzar un patrón de notas desde una sola tecla (pudiendo transponerlo pulsando una segunda tecla). Pensad en ese acompañamiento de tres notas que casi como un ostinato acompaña el tema central de Blade Runner, o el patrón de ‘I feel love’ de Giorgio Moroder / Donna Summer. Algo tan simple como disparar ese patrón desde un solo dedo, me llevó en la v1 a tener que crear unas envolventes a tempo que simularan ese efecto. Ahora es todo más sencillo: el arpegiador permite definir un ‘offset’ o intervalo para cada paso respecto a la nota que le tocaría ejecutar en un arpegiador ‘puro’. Con eso podemos crear patrones disparados desde una única nota, y podemos transponerlos con facilidad, haciendo del arpegiador un útil secuenciador de frases.

Conclusiones

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2015 nos ha traído la llegada de una v2 en la que más que revolución o renovación hay que hablar de expansión. Difícil de concebir cuando el universo que abarcaba era ya tan vasto en sus orígenes. Pero un lustro después respecto a la v1.5 anterior, Spectrasonics ha sabido añadir y crecer en funciones respetando globalmente la filosofía y extrema usabilidad de todo un clásico, a la vez dando un salto que amplía muchísimo su territorio. Esta v2 refuerza los pilares que han hecho mayoritario favorito a Omnisphere durante años. El precio es aprox. de 400€ para nuevas licencias y de 200€ para el upgrade.

Interesantísimo y muy enriquecedor el despliegue de nuevas formas de onda (tanto sintéticas como nuevos ‘soundsources’), y el crecimiento de alternativas para los efectos. Como función radicalmente nueva ¡por fin! la posibilidad de incorporar muestras de usuario, aunque sea con la limitación de muestra única (sin zonas de teclado o velocidad) que no lo es tanto en el enfoque/filosofía de Omnisphere, lejano al interés de servir de mero sustituto creíble de instrumentos acústicos, sonidos orquestales, etc. para lo que ya están los reproductores de librerías más convencionales.

Cierto que la competencia no ha estado dormida, y p.ej. UVI con su reciente Falcon (que también presentaremos en breve) ofrece una alternativa bien potente en términos de síntesis, pero lo extenso y peculiar de la librería que acompaña a Omnisphere (y que Falcon exige adquirir aparte) y su forma simple de ofrecer acceso a lo complejo le aseguran mantener fiel a su parroquia aunque se les exija un ‘upgrade’ que llega tras tan largo plazo sin él. Los que buscáis un nuevo sinte software, también debéis considerarlo: no se mantiene alguien en la cumbre tan largo tiempo sin razones de peso.

El respeto por su propia tradición, hace que Omnisphere v2 no avance en algunas cuestiones que pueden extrañar al recién llegado. Por ejemplo,¿porqué limitar a 8 partes y no a 16? O ¿porqué mantener el que sólo uno de los 6 LFOs y sólo una de las 4 ENVs libres admitan el uso polifónico? Pero si vamos más allá de la crudeza vil de los números y pensamos en el uso real que hemos de dar a este tipo de herramientas, encontramos que el balance de posibilidades es acertado. Ir más allá en flexibilidad acaba tantas veces por oscurecer el camino para alcanzar los resultados, que Omnisphere está, me da la impresión, defendiendo el interés por mantener una usabilidad que anime a explorar sus posibilidades, sin amedrentar. Omnisphere es un buen compromiso para alcanzar complejidad en los resultados sin perder la amigabilidad en el proceso.

En definitiva, si ya era eterno figurante en las listas del software de síntesis que cualquiera debía considerar, con v2 se asegura permanecer en la batalla, sin por ello verse obligado a renunciar a una usabilidad que sigue siendo uno de sus puntos fuertes. Esa usabilidad y lo peculiar (casi excéntrico) de su librería son ahora, como lo eran antes, puntos fuertes respecto a una competencia que poco a poco se va poblando de más propuestas también muy interesantes.

Más información y vídeos sobre Omnisphere | Spectrasonics

Pablo Fernández-Cid
EL AUTOR

Pablo no puede callar cuando se habla de tecnologías audio/música. Doctor en teleco. Ha creado diversos dispositivos hard y soft y realizado programaciones para músicos y audiovisuales. Toca ocasionalmente en grupo por Madrid (teclados, claro).

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