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Review de Technics SL-1200G y SL-1210GR, el regreso de los platos más icónicos

Introducción

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Pensé en iniciar este artículo con una retrospectiva acerca del icónico significado de los platos Technics SL-1200MK2 –y sus revisiones posteriores– y de su impronta en el movimiento DJ y la cultura de club a lo largo de estos últimos 40 años, pero tras mucho darle vueltas me di cuenta de que sería escribir una y otra vez sobre lo ya escrito decenas de veces. Además de que hablar de algo tan sumamente importante para la cultura musical de mucha gente a modo de introducción de otro texto sería probablemente quedarse bastante corto en cualquier aspecto que pudiera definir la dimensión que alcanzaron y seguramente me dejaría detalles que unos u otros considerarían importantes. Así que vayamos al grano hablando de lo que sucedió tras lo que algunos llamaron “el apocalipsis DJ”: en 2010 como todos sabemos Technics cesó de forma defintiva toda la producción de sus modelos de platos giradiscos profesionales, produciendo de esta manera un terremoto emocional entre los DJs de todo el planeta, ya que a pesar del imparable avance de la tecnología digital en las cabinas, eran –y siguen siendo– muchísimos los DJs que trabajaban con estos platos y que además los consideraban imposibles de sustituir con ninguno de los platos desarrollados por otras marcas en ese momento, además de por supuesto suponer la desaparición de algo que había hecho historia en el mundo de la música.

Los Technics fabricados hasta ese momento han sufrido a lo largo de los últimos años diversas fluctuaciones de valor en el mercado de segunda mano, y dependiendo de la época y la zona geográfica, han podido obtenerse desde a la mitad de su precio original hasta incluso mucho más caros si estaban en buen estado. En los siguientes seis años pasó de todo, desde peticiones online firmadas por decenas de miles de personas pidiendo a Panasonic el regreso de los platos, a montones de marcas que han lanzado platos tratando de parecerse lo máximo posible a los originales SL-1200MK2 –mención especial a Pioneer que hizo gala de un gran atrevimiento al usar el slogan “born again” para su PLX-1000– y que en su mayoría eran versiones clónicas de un plato OEM taiwanés, pasando por un mercado de segunda mano de platos, piezas y restauración de Technics más activo y especializado que nunca.

Pero tras estos seis años sucedió “el milagro”, Michiko Ogawa, la nueva CEO de la “renacida” marca Technics y que había trabajado en la misma hasta el año 2001, anunció tras dos años de nuevos productos que había llegado el momento de un nuevo plato, o mejor dicho, dos: el SL-1200G y la edición especial limitada de este mismo modelo y limitada a 1.200 unidades llamada SL-1200GAE. Ambos platos eran idénticos en diseño pero diferentes en cuanto materiales, ya que el modelo estándar emplea aluminio mientras que la edición especial empleaba magnesio. El SL-1200G causó por un lado alegría al suponer el regreso de un icono, pero a la vez reacciones de enfado por parte del sector DJ: el plato cuesta más de 3.000 euros, más de cinco veces lo que costaba su antecesor.

Para probablemente en gran parte remediar este enfado del sector DJ, y aprovechar sus nuevos diseños en un producto que pudiera adquirir más gente, aproximadamente un años después se anunció el SL-1200GR y su alternativa en negro SL-1210GR, una versión más económica del plato aunque con diferencias en los acabados, materiales y en el diseño del motor, su precio ronda los 1.700-1.800€ y aunque sigue siendo mucho más caro, quizá no sea tan descabellado teniendo en cuenta que los DJs usan reproductores de CD y medios digitales que cuestan 2.200€. A fin de cuentas, si teóricamente fueran los mejores platos del mercado para DJs, como lo fueron en su momento los antiguos modelos, su precio podría estar perfectamente justificado; ¿pero realmente son los mejores?

He podido probar los modelos SL-1200G y SL-1210GR, y os cuento mis impresiones.

Las particularidades de esta review

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En esta ocasión no he podido disponer del dispositivo puesto a prueba durante varias semanas o días como suele suceder en otras ocasiones, sólo he podido contar con los platos durante unas horas. No es la primera vez que trabajo así, han sido muchas las ocasiones y suele suceder con equipamiento especialmente caro, y no es algo especialmente problemático; aunque en estas ocasiones el artículo resultante suele ser menos técnico y más dirigido a dos cuestiones, que son las sensaciones subjetivas que transmite el aparato en cuestión, y las ventajas a nivel práctico que pueda ofrecer a un DJ el uso de este aparato por encima de otros similares.

Como he indicado antes probé los modelos SL-1200G y SL-1210GR –el 10 es porque probé el modelo negro– y además tuve como modelo de comparación un Pioneer PLX-1000 para ver cómo le hacían frente a un plato moderno; elegí el PLX-1000 por ser uno de los Super OEM más personalizados tanto en aspecto como en respuesta, digamos que el brazo y el motor es Hanpin-Electron y todo lo demás lo puso Pioneer. Me hubiera gustado también contar durante la prueba con alguno de los antiguos Technics, pero no fue posible.

Todos los platos se usaron conectados a una mesa Pioneer DJM-900NXS2, lo cual creo que es lo apropiado teniendo en cuenta que este artículo está dirigido a DJs y dicha mesa está considerada en el momento actual como un estándar de trabajo en clubs.

Construcción, controles y conexiones

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Los dos platos destacan por una construcción sumamente robusta pero con notables diferencias. El cuerpo de ambos platos está hecho en aluminio –al igual que el brazo del 1210GR, el del 1200G es de magnesio– junto con una estructura de BMC –fibra de vidrio reforzada–. La diferencia del 1200G es que el cuerpo está rodeado por una cantidad mayor de aislamiento de goma muy pesada. El 1200G tiene un acabado en aluminio pulido y no hay versión alternativa, mientras que el 1210GR tiene un acabado en pintura negra al polvo. La serie GR cuenta con un modelo 1200GR con acabado externo similar al 1200G. La textura del cuerpo del 1210GR es rugosa –y curiosamente no se quedan marcas al tocarlo– mientras que el 1200G es un imán para las manchas y el polvo sobre él se nota muchísimo.

Respecto a la bandeja giratoria hay notables diferencias entre ambos modelos, entre otras cosas porque tienen diferentes motores. El 1200G emplea una bandeja de 3.6Kg fabricada en tres capas, con una de aluminio, otra interna de goma, y una capa superior de latón –bien visible por su aspecto dorado–, y se debe atornillar con tres grandes tornillos que acompañan el plato. La bandeja queda directamente atornillada sobre el doble rotor del motor “coreless” del dispositivo, es decir, a diferencia de los antiguos Technics, la bandeja del 1200G no incorpora el imán que queda montado sobre el stator para completar el motor, si no que todo el motor está en el cuerpo del plato –y con dos imanes, uno por encima y otro por debajo, y la bandeja se atornilla directamente sobre las piezas giratorias.

Por su parte el 1210GR emplea una bandeja únicamente de goma y aluminio, más ligera ya que pesa 2.5Kg, y que no es necesario atornillar, ya que como este modelo emplea un motor de un sólo imán, sí que lleva el imán en la bandeja. Ambos platos traen un disco de goma para colocar sobre la bandeja.

Los controles son casi los mismos en ambos platos:

  • Botón de start/stop, prácticamente igual que en los modelos antiguos.
  • Botones de 33 y 45 RPM. Nuevamente idénticos. Y con iluminación LED azul.
  • Interruptor de encendido, que no me ha terminado de gustar ya que me parecía más firme el incluido con los M5G o los MK5. Este parece bastante frágil al accionarlo. Tiene iluminación LED azul.
  • Botón para liberar la luz de la aguja, que igualmente no me transmite tampoco la misma sensación que en los modelos antiguos, parece más endeble.
  • Botón de reset, cuya función es conocida por todos: bloquear el control de pitch en 0%. Me resulta nuevamente endeble.
  • Botón para doblar el rango de pitch, nuevamente me resulta endeble.
  • Control de pitch: con un desplazamiento más suave, pero tuve sensaciones diferentes con el que montaba el 1200G y el 1210GR. El del 1200G parecía menos uniforme en la suavidad de su desplazamiento, parecía ir más duro o blando según el tramo del recorrido. El del 1210GR sí mostraba muy buena uniformidad en todo el recorrido.
  • En el interior –bajo la bandeja– el modelo 1200G cuenta con tres controles. Dos potenciómetros para ajustar la fuerza del motor y el frenado, y un interruptor para elegir entre el modo automático, que ajusta estos dos factores el plato por sí solo, y otro manual para manipular los potenciómetros y dejarlo a gusto del usuario. Por defecto los platos vienen en modo automático.
  • El modelo 1210GR en lugar de los controles anteriores, tiene cuatro pequeños interruptores para ajustar fuerza y frenado, pudiendo elegir con ellos dos modos de fuerza y dos de frenado.

Ambos platos cuentan con unas patas diferentes a las antiguas, oscilan mucho más ante cualquier manipulación del cuerpo del plato o de la bandeja. Externamente las del 1200G son lisas con un remate metálico, aunque las del 1210GR tienen un acabado externo texturizado similar al de las patas de los antiguos. Luego explicaré mis impresiones estas patas.

Aparte de la diferencia de peso de la bandeja, la diferencia de peso total de ambos platos es de unos 7kg, debido al aislamiento especial de goma con el que cuenta el modelo 1200G y a una cantidad mayor de aluminio puro. Y os aseguro que al sujetarlos a peso se nota y mucho.

Estos platos a diferencia que los antiguos Technics y al igual que todo el resto de platos que se comercializan para DJs actualmente, cuenta conectores para el cableado en lugar de llevarlo soldado. Así pues tenemos una conexión RCA para el audio, un terminal para la toma de tierra y un conexión IEC de alimentación. Las conexiones están bajo los platos y son realmente puñeteras –hablando claro– de usar, ya que debes poner el plato totalmente vertical para conectar los cables –todos incluidos– en su sitio.

Por último mencionar que bajo la bandeja cuenta con un puerto USB para realizar actualizaciones de firmware del aparato –sí, es digital– que se pueden descargar de la web de Technics. Se supone que estas actualizaciones están dirigidas a mejorar el rendimiento del plato.

En uso

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Tras inspeccionar los platos y montar en ellos unas agujas –estuve probando con unas Ortofon Concorde Pro y unas de las nuevas Ortofon Club MK2–. Aparte de probar los platos normalmente “al estilo DJ” –a pesar de que Technics no está dirigiendo a DJs en absoluto el marketing de estos platos– y hacer unas cuantas mezclas, estuve probando y comparando con el PLX-1000 la respuesta de estos platos en cuanto a sonido, beatmatching, scratch… Os aviso que los resultados en algunos casos fueron maravillosos y en otros algo decepcionantes. Debo indicar que el 1200G lo tuve en modo automático para el ajuste de la fuerza del plato y la frenada, y del 1210GR dejé la configuración de fábrica, ya que no tuve tiempo suficiente de poder jugar con las posibilidades de ajustar estos parámetros de forma manual. Os comienzo a detallar mis impresiones.

Beatmatching tradicional

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A la hora de acompasar dos discos de forma tradicional, la respuesta de ambos platos recuerda en casi todos los aspectos a los antiguos Technics, no aprecié diferencias significativas a pesar de que ambos tienen más fuerza de motor que los antiguos. El 1200G tiene un 3.3kg/cm , pero hay que tener en cuenta que mueve una bandeja un kilo más pesada que los antiguos modelos, mientras que aunque el 1210GR tiene una bandeja de peso similar a los antiguos, cuenta únicamente con 2.2Kg/cm, una cifra mucho más cercana a los 1.8kg/cm de los antiguos modelos. Es por esto que creo que no hay una diferencia notable en las sensaciones.

Desconozco por otra parte si se ha hecho alguna mejora en el sistema de pitch con respecto al último que diseñaron para el M5G y del que siempre ha habido gente que se ha quejado de que tiene una resolución pobre empleándolo con el rango de 16%, pero la cuestión es que no tuve sensaciones diferentes a usarlo en 8%, se podían acompasar dos discos en mezclas largas sin problema.

Scratch

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Aunque no soy turntablista, sí que pude observar diferencias con respecto a los antiguos Technics haciendo técnicas de scratch sencillas con estos platos. Básicamente me encontré con dos problemas, el primero era un ligero bamboleo en el plato al manipular la bandeja giratoria en movimientos rápidos de scratch que me hacía perder mucha precisión en lo que estaba haciendo, así como también una respuesta diferente a lo “habitual” en el motor del plato. Lo del bamboleo hasta donde yo sé tiene remedio porque en estos platos pueden emplearse las patas de los antiguos modelos que son mucho más rígidas, pero el tema del motor no tuve hasta claro hasta qué punto era yo o eran los platos. El “problema” que notaba era que sencillamente al soltar el vinilo tras haber hecho un movimiento de retroceso la recuperación de velocidad era inicialmente más lenta que en los Technics de siempre, para posteriormente recuperar más rápido la velocidad.

Debo reconocer que los últimos dos años he estado usando casi siempre platos Super OEM, y estos tienen más fuerza que los actuales Technics, con lo que es posible que haya “viciado” mi forma de interactuar con los platos. También es posible que esto se pueda corregir manipulando los controles que permiten ajustar la fuerza del motor en cada plato, algo que como ya he comentado, no tuve tiempo de probar. También debo suponer que un turntablista avanzado sería capaz en menos tiempo de acostumbrarse a una respuesta diferente, pero debo concluir que al menos a mi no me parecieron especialmente maravillososo para scratch estos platos.

Sonido

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Sin lugar a dudas el sonido es el punto fuerte tanto del 1200G como del 1210GR y donde claramente dejan atrás a prácticamente cualquier plato de la competencia. En primer lugar debo decir que no conseguí percibir que el motor de ninguno de los dos modelos filtrara nada de ruido a la reproducción. Es asombrosamente silencioso para ser un plato de tracción directa, y con una buena cápsula el sonido es espectacular.

No dudé en enfrentarlo con el PLX-1000 que tenía a mano como referencia, y las comparaciones dejaban siempre por detrás al plato de Pioneer –que no olvidemos que es muchísimo más barato–. Una escucha atenta de discos de The Prodigy y Daft Punk –Random Access Memories actualmente uno de los discos más recomendados actualmente para analizar el sonido de un plato–, alguna reedición de Led Zeppelin, y algo de lounge y deep house, me hizo notar la clara superioridad sonora de estos platos. Comparativamente, empleando la misma cápsula y mesa de mezclas, los nuevos Technics siempre sacaban un poco más de señal que el PLX-1000, el sonido se percibía en los Technics siempre un poco más definido, y la amplitud del estéreo siempre se percibía mayor en los Technics.

Técnicamente el modelo SL-1200GAE debería de haber sonado algo mejor que el 1200GR, pero yo no fui capaz de encontrar diferencias. O quizá no fuera capaz de escucharlas debido a que lo necesario para poder percibirlas hubiera sido una cápsula que no fuera de DJ, por mucho que empleara una de las mejores cápsulas del mercado.

Otra cuestión importante al respecto del sonido de estos platos, es el aislamiento, que es magnífico. Y aquí la diferencia con el PLX-1000 me pareció aplastante. Simplemente dar golpecitos en el cuerpo de los platos o en el mueble sobre el que estaban montados servía para darse cuenta de cómo los golpecitos se colaban en el sonido de muy diferente forma, siendo los Technics claramente los que mejor amortiguaban ese problema que yo generaba artificialmente. Este es una de las grandes deficiencias de los super OEM, y parece que va a seguir presente por una simple cuestión: ponerle un aislamiento altamente eficaz a un plato es algo caro, lo fabriques donde lo fabriques, y los super OEM suelen tener en el bajo coste una de sus mejores bazas para venderse.

Estabilidad

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Este probablemente sea el punto más polémico de la review, ya que aquí vi que los Technics no destacaban especialmente, e incluso eran superados o igualados por el PLX-1000. Pero permitidme que antes explique unas cuantas cosas.

La precisión con la que un plato puede reproducir un disco, entendiendo por precisión que su velocidad de giro sea constante para que no haya variaciones en la tonalidad, se suele expresar empleando el concepto conocido como wow & flutter o wow/flutter, que suele expresarse como un porcentaje. Este porcentaje de desviación se obtiene reproduciendo un disco de 3 o de 3.15 kHz –dependiendo del estándar que se vaya a emplear para la medición– y analizando la señal reproducida empleando unas caros instrumentos de medición, o también un carísimo software específico para esta tarea. Cuanto más perfecto y suave es el giro de la bandeja giratoria de un plato, menor desviación al reproducir un disco, menor wow/flutter. Y por supuesto, cuanto mejor sea la estabilidad de un plato, más se beneficia un DJ a la hora de acompasar dos discos.

Como no dispongo de caras herramientas para medir este factor en los platos que pruebo, y me gusta contrastar los datos que dan los fabricante, utilizo una app para iOS que empleando los sensores de movimiento del movil te indica el wow/flutter de un plato simplemente colocando el móvil sobre la bandeja. La app se llama RPM y la he empleado en algún artículo, y recientemente estuve hablando con un par de personas cuyos conocimientos en ingeniería respaldaban la opinión de que no era correcto que las mediciones realizadas con esa aplicación pudiera utilizarlas para contrastar la cifra que ofrece un fabricante, en primer lugar porque quizá las limitaciones de los sensores del móvil hacen que la mínima oscilación que pueda detectar la app sea demasiado alta, y en segundo lugar porque en un test “tradicional” la medición se hace sobre el audio reproducido, mientras que con la app se está realmente midiendo lo que creemos que sonaría en base al movimiento mecánico de la bandeja, que es lo que realmente estamos midiendo. Además no indica si la cifra que ofrece sigue uno u otro estándar ni si es ponderada y de qué forma, ambas cosas clave para poder comparar cifras con cierto senido.

Sin embargo, aunque la aplicación no sirva para contrastar si las cifras del fabricante son exactas, sí que puede usarse como medida comparativa entre diferentes dispositivos, es decir, aunque sus cifras no sean del todo exactas, sí que sirven como orientación para comparar diferentes platos siempre y cuando sólo se usen referencias a las cifras obtenidas con la app y no se entremezclen con datos medidos de las formas que he explicado antes, y precisamente las cifras que obtuve empleando esta app con los nuevos Technics quedaban comparativamente con el PLX-1000 que usé de referencia en mal lugar.

Antes de empezar comentar también los datos oficiales de los platos. Oficialmente tanto los antiguos Technics como los actuales dan en sus especificaciones una cifra de wow/flutter de 0.025% empleando el estándar JIS –el estándar industrial japonés– y se acompaña de las siglas WRMS que nos indica que se ha aplicado ponderación. El PLX-1000 según Pioneer tiene un wow/flutter de 0.01% –esto pienso que no se lo cree nadie–, y no se indica estándar o ponderación, aunque también se indica que esta medida está obtenida desde un generador de frecuencias incorporado en el motor. Cabe señalar también que habitualmente los super OEM suelen indicar en sus especificaciones un dato de 0.1% WRMS (JIS). Normalmente todos estos datos se acompañan del signo “<“ delante para indicar que ese es como máximo el mejor valor que se obtendrá si se realizan varias mediciones.

Empecé midiendo con RPM el PLX-1000 y de las diferentes mediciones que realicé, el mejor dato y que se repitió en varias mediciones fue de 0.09% , con eso ya tenía una medida de referencia. Cuando comencé a medir el SL1200G llegó una curiosa sorpresa, ya que la mejor medición que obtuve fue de 0.23%, más del doble que el PLX-1000. Tras obtener estos resultados recalibré los sensores del móvil por si pudiera haber algún fallo y tras volver a realizar las mediciones los resultados fueron similares. No esperaba nada así, especialmente cuando no había tenido ningún problema especial haciendo beatmatching con el plato.

Tras esto estuve realizando las mediciones del 1210GR y aquí las cosas fueron más cercanas a lo que esperaba, ya que el mejor dato que obtuve en varias ocasiones era de 0.05%. En resumidas cuentas, esto fue lo que obtuve:

  • SL-1200G : 0.23%
  • SL-1200GR: 0.05%
  • PLX-1000: 0.09%

Es realmente curiosa la cifra del SL-1200G, ya que es el único modelo con una bandeja balanceada, es decir, tras fabricarse la bandeja se analiza su rotación y si es demasido desigual se ajusta su peso añadiendo o quitando algo de peso a la misma en diferentes zonas. Esto hace que mejore el plato en el aspecto que analizamos aquí. Y sin embargo ese modelo es el que peor resultado ofrece.

Sin embargo, ver unos números sin tener claro qué representan luego en el mundo real no tiene mucho sentido, así que capturé desde Serato la oscilación que produce en el tempo el 1200G y el 1210GR contra el PLX-1000, este vídeo refleja lo que obtuve:

Como puede observarse, la oscilación de uno y otro plato es prácticamente idéntica a la de un PLX-1000. Esto tiene una doble lectura, ya que aunque por un lado sus cifras peores a la hora de realizar una medición no representan un problema tan grave cuando se traslada el plato a una aplicación real, pero por otra parte es una curioso que pagando mucho más por un plato no obtengas algo que represente un resultado radicalmente mejor.

Hay otra cosa interesante que se puede apreciar en el vídeo, y es el tiempo de arranque de los Technics nuevos comparados con un Super OEM. Puede observarse claramente cómo los Technics siguen manteniendo sus 0.7 segundos de arranque a pesar del nuevo motor mientras que el PLX-1000 saca músculo con su motor y arranca en 0.3 segundos. Para mi no es algo trivial –aunque sé que hay DJs que valoran esto–, ya que lo lógico es lanzar al aire un tema cuando el disco está girando ya a velocidad normal, pero lo comento porque desde hace unos años la velocidad de arranque es un dato comparativo para mucha gente.

Conclusiones

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Los nuevos Technics me han producido sensaciones bastante desiguales. La actualización del diseño externo del plato, con unos nuevos acabados en aspecto de metal pulido o de pintura con textura, unido a las líneas aún más sobrias que se le han dado a los platos, y la nueva iluminación basada en LEDs es sencillamente insuperable. La solidez en la construcción del cuerpo y el brazo de ambos Technics es aplastante y no tiene comparación posible en ningún otro plato del mercado, la bandeja giratoria del SL-1200G es también loable.

El sonido de ambos platos es también el mejor que he podido apreciar nunca en un plato de tracción directa, no es que no se filtre apenas ruido del motor, es que en aspectos sonoros es como si el motor del plato no existiera, y esa sensación la tuve con ambos platos a pesar de que tienen motores distintos. Debería de haber apreciado una diferencia sonora entre ambos, y teóricamente el SL-1200G debería haber sonado “mejor”, pero ya fuera por la limitaciones de mis agujas, o del sistema de monitorización que estaba empleando –que os puedo asegurar que no era barato– no fui capaz de apreciar esa diferencia.

Donde las cosas no parecieron ser especialmente magníficas fue en algunas cuestiones relativas al uso por DJs de estos platos. Para empezar, algo que ya he comentado me pareció un poco preocupante, y es la sensación algo “endeble” que transmiten algunos interruptores y botones. No tengo claro qué tal se llevarán con la dureza de horas y horas de trabajo en una cabina.

Por otra parte las nuevas patas que montan no me parecen tan problemáticas como había escuchado comentar a gente que los había probado, aunque creo que si te dedicas al scratch sería necesario reemplazarlas por las de los modelos antiguos. Precisamente debo recordar las sensaciones “extrañas” que tuve al hacer scratch con estos platos, aunque puesto que no me consideró un turntablista no haré más hincapié en eso, ya que es probable que un experto en la materia sí disponga de suficientes recursos personales para adaptarse sin problema a los platos.

Es en la cuestión de la estabilidad donde me he sentido más defraudado, ya que los resultados obtenidos no suponen una especial mejora con respecto a nada en el mercado, y los Technics a mi juicio quedan casi como cualquier otro plato. La fluctuación de tempo que se puede ver en Serato es aparentemente la misma que con un plato varias veces más económico.

Así pues, ¿merece la pena la inversión en estos platos? Compleja respuesta que no puede saldarse con un simple “sí” o “no”. No creo que Technics haya fabricado estos platos teniendo a los DJs en mente, es algo que creo que se ha dejado claro desde la marca, y que queda patente al probar el producto. Tampoco es que los antiguos Technics fueran hechos pensando especialmente en DJs que se dedicaban a mezclar discos o a hacer scratch, pero a pesar de eso resultaron ser no sólo ideales para esa tarea y además gracias a su sencillez y robustez, los propios DJs eran capaces de efectuar ellos mismos el mantenimiento e incluso sencillas reparaciones en los platos, a la vez que aunque no eran algo barato, podían considerarse como un gasto “asumible” por muchos. Esta vez las cosas son distintas, el precio del modelo más asequible ronda los 1.700€ por unidad, y aunque en aspectos sonoros es superior a cualquier otro plato, los resultados cuando lo manipulas para usarlo “al estilo DJ” comparado con otros platos no sale tan victorioso.

Si eres un DJ con experiencia y amante acérrimo del vinilo y de su sonido, y tus sesiones no están centradas en el uso del scratch, es probable que en estos platos encuentres la quintaesencia sonora con la que soñabas deleitarte mientras pinchas y también deleitar a quienes te escuchen usando estas herramientas. Cualquier otro tipo de DJ no sólo quede algo decepcionado e incluso es posible que sea necesario que mire en otra dirección para encontrar unos platos adecuados para él, especialmente si buscan funciones nuevas que incorporan algunos platos más baratos como reproducción inversa, un tercer rango de pitch de 50% o salida de línea, que aunque no sean esenciales siempre son un valor añadido.

Lo mejor

  • Espectacular construcción para el cuerpo del plato, brazo, y concretamente también en la bandeja del SL-1200G.
  • Probablemente el mejor sonido que se pueda obtener en platos de tracción directa combinado con cápsulas y agujas para DJ.
  • Son Technics.

Lo peor

  • Algunos controles resultan algo endebles al tacto.
  • La estabilidad del plato no es que haya mejorado especialmente con respecto a los antiguos modelos.
  • Patas no apropiadas para muchos tipos de DJ.
Teo Tormo
EL AUTOR

He trabajado como productor musical y discjockey. Desde hace años investigo y analizo la tecnología musical aplicada al DJ, buscando siempre las herramientas más innovadoras y observando su impacto en la industria musical.

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