Reviews de Micky Vega

Este es, a mi modo de ver, uno de esos pedales difíciles de sustituir, no es que sea el único del mercado que hace lo que hace, pero francamente, hay pocos tan intuitivos y divertidos de usar.

Ofrece dos efectos: un clásico Whammy con todos los modos que suele ofrecer (aunque no tiene las modalidades classic y polyphonic) que incluye el Whammy V, y una sección Drop para subir y bajar afinaciones, que es más completa que el pedal individual equivalente (llamado The Drop), ya que el segundo no tiene posibilidad de subir afinaciones - solo bajar - y no tiene MIDI. En cambio, el Whammy DT ofrece todo esto.

Que tenga MIDI va genial, ya que pude coordinarlo al resto de mi equipo y así cargar el preset correcto para cada canción automáticamente, sin tener que preocuparme de hacerlo yo manualmente, ya que tengo muy mala memoria.

Me encanta el pedal, pero salió de mi pedalera por culpa del tamaño y el peso. Es muy grande y pesa lo suyo, y en un momento dado necesité reducir todo a la mínima expresión para poder moverme por ahí sin arrastrar un maletón. El HX Stomp es capaz de hacer bastante bien lo que hace el Whammy DT, así que opté por dejarme hecho siempre un preset en el HX Stomp con los sonidos que solía hacer con el Whammy DT.

Aún así, lo echo de menos, ya que no solo suena bien, sino que es un pedal atractivo estéticamente y muy agradecido de usar.

Este Morley y todos los de su serie 20/20 tienen un tamaño que me parece perfecto ya que encaja en las Pedaltrain de la serie Metro, que tienen 20 cm de alto. Eso sumado a su activación automática al presionarlo me animaron a comprarlo, aparte de que ya conocía otros productos de Morley.

Sin embargo, terminé por quitarlo de mi pedalera por dos motivos: el primero era que el sonido era bueno, pero no el que buscaba. Si volviese a intentarlo, optaría por algún otro modelo de la serie Morley 20/20 ya que este me resultó algo sobrio (tal vez estoy demasiado acostumbrado al sonido Crybaby).

Por otra parte, la entrada del efecto al activarlo a veces puede ser algo abrupta (recordemos que se activa al pisarlo) y puede costar un poco reunir la destreza para conseguir que el efecto se integre de forma musical.

En cuanto a otras cualidades, como la construcción o el diseño, me pareció un buen pedal. Lamento que a nivel sonoro no encajara con mi expectativa, porque el diseño es el idóneo.

Elegí este micro por imitación, ya que lo vi en un gran número de contextos parecidos al mío: grabación de voces de rock. Lo vi en manos de James Hetfield o Devin Townsend cuando hacen tracking rápido de demos, y eso era justo lo que quería.

Efectivamente, hacer tracking rápido de tus demos de música con bastante energía en las voces con este micro va muy bien, porque ya tiene un sonido que no hay que retocar demasiado (lo básico, gate, comp, de-essing, algo de EQ) y ya suena bien. No recoge el ambiente mucho, lo cual va muy bien cuando lo haces en sitios no tratados acústicamente (por ejemplo en mi casa). Para podcasting o grabación de vídeos de Youtube va muy bien también pero a veces no lo uso porque, al tener que estar cerca de la cara, aparecerá en plano sí o sí. Pero sonar, suena bien para esas aplicaciones.

A cambio, es un micro que requiere bastante ganancia. Yo tengo en este momento un preamp doble Presonus MP20 que tiene ganancia más que suficiente, pero otros previos de interfaces que he usado con él (Focusrite 18i20, Avid Eleven Rack) no tenían tanta ganancia y se quedaba a medio gas. Ese es un detalle muy importante a vigilar con este micro.

Otra cuestión es que es grande y pesa, y para llevarlo a sitios es algo más incómodo que un simple micro de mano.

No solo para voz funciona, lo he usado en guitarra y va muy bien (esto es algo sabido en general) y en una ocasión fui a grabar a un estudio y el ingeniero, muy convencido, me lo pidió específicamente para grabar el charles aunque él tiene micros para elegir. Así que es una buena pista de otro uso interesante para el SM7B.

Sigo muy contento a día de hoy con él (lo compré en 2016) y aunque tuvo una caída fuerte que incluso llegó a deformar un poco el chasis de metal, el funcionamiento permaneció intacto. No he mirado más micros para Home Studio desde entonces, y de hecho, uso mucho menos mi micrófono de condensador desde que lo tengo, ya que, aunque no en todos, en muchos casos ya lo cubro todo con este.

Buscaba un pedal de expresión que tuviese un tamaño menor que el pedal wah medio (23 cm.) pero no tan pequeño como los pedales mini (12-15 cm.). El Boss EV-30 tiene 20 cm, lo cual es un tamaño perfecto por varios motivos:

-Es igual de largo que un Whammy
-Es exactamente lo que mide de alto la serie Metro de Pedaltrain, con lo cual es genial para adaptarlo en esa familia de pedaleras.

Aunque es metálico, es bastante ligero, y el recorrido es suave y bastante agradable. Tiene dos salidas independientes de expresión, por lo que puede ser el pedal de expresión de más de un efecto (ejemplo: puedes regular el feedback de un delay y el nivel de mezcla de un octavador, por ejemplo).

A mí lo de la doble salida no me supone una prestación muy necesaria, pero la he aprovechado: he conectado un H9 de Eventide y un MS-3 de Boss, por lo que en cualquier momento puedo decidir variar algún parámetro de cualquiera de los dos. Aprecio mucho que estas conexiones se encuentren en la parte superior y no en los laterales, ya que no solo ahorra espacio, sino que facilita el adaptarse a las posibles ubicaciones de los pedales que controla.

Si sacaran la versión "Spring Action" de este pedal, la compraría sin dudarlo y sustituiría a mi Mission Engineering, que pesa mucho y es muy grande.

Me compré este pedal de expresión para combinarlo con los productos de Fractal Audio Systems que tengo, ya que es de los pocos (casi el único) pedal de expresión con "Spring Action", o sea, con un muelle que hace que vuelva solo a su posición original, y viene de maravilla para combinar con la función "Auto-Engage" que tienen los productos de Fractal Audio.

Estoy contento con él en líneas generales, no lo voy a cambiar por otro. Pero pienso que podría mejorarse y llevarse más lejos el concepto fácilmente: en primer lugar, pesa bastante, por lo que un modelo algo más ligero podría ser interesante.

Otra posible mejor podría ser ofrecer alternativas en tamaños más compactos, los 20 centímetros que tienen algunos pedales de expresión de Boss nuevos estaría bien. Lástima que esos no tienen "Spring Action", sino hubiese sido mi primera opción.

Otra cosa que mejoraría es las conexiones: no creo que fuese tan complicado que hubiese conexiones a ambos lados, para adaptarse a los que ponemos el pedal de expresión en el lado contrario de la pedalera.

En cuanto al tacto del pedal, esperaba una acción similar a la de un Morley, pero es algo más duro. Pero no me disgusta del todo, de hecho recientemente he empezado a pensar una cierta resistencia me ayuda un poco a encontrar puntos concretos en el recorrido.

Puliría estas pequeñas cosas que he descrito, pero en general estoy contento. Aunque yo le quitaría, mínimo, unos 20 euros al precio que pagué por él: casi 160 euros me parece mucho.

Mi FM3 es de la primera tanda de unidades, que no tenía salida de auriculares. Después ya todos los tenían, por lo que voy a obviar ese detalle.

Tengo un Axe-Fx III y decidí hacer de él el centro de mi Home Studio y que todo girar entorno a él, por eso decidí elegir el Fm3 como mi pedalera de directo. Es una buena decisión, ya que cuando creo sonidos en el Home Studio, solo tengo que arrastrar los presets que he usado al FM3 y ya los tengo "listos para llevar" a cualquier concierto, y es algo que ha mejorado mucho mi workflow.

Puesto que me gusta la forma en que Fractal Audio organiza la información y los menús, ya sabía que la interfaz me gustaría, pero lo que me causaba dudas era la ausencia de salidas de 1/4" dedicadas y el hecho de tener un menor número de bloques de efecto disponibles que en mi Axe-Fx III.

Afortunadamente, la primera preocupación al final era infundada, porque la salida XLR es todo lo que necesito para ir a línea, y cuando eso no es posible, puedo convertir fácilmente las salidas Send en una copia del Main Out XLR simplemente accediendo a un menú global. Algo similar pasa con las emulaciones de altavoz: puedo desactivarlas de forma global para toda la unidad cuando quiero conectarme a una etapa de potencia de ampli real, algo que no tenía en Hx Stomp y me obligaba a duplicar presets.

A nivel sonoro, es 99% idéntico en sonido a mi Axe-Fx III, con lo que estoy muy contento en ese aspecto. El único límite es que hay bloques que no se pueden duplicar, como el de amplis, o el de Pitch. Esto sí me ha obligado a variar un poco la forma en que diseño mis presets en caso de que planee usarlos en directo más tarde. Podría decirse que es lo que menos me ha gustado de la unidad, pero también soy consciente de que replicar la potencia de CPU del Axe-Fx III daría lugar a una unidad más grande y más cara.

Compitiendo con HX Stomp, Headrush o GT-1000Core, los resultados varían. Creo que el que está mas cerca del FM3 es Helix, ya que es el más equilibrado entre emulaciones de amplis y efectos. El Headrush y el Boss están para mi gusto algo por detrás aunque por diferentes razones, Headrush es más débil en efectos y flexibilidad de la cadena de audio, mientras que Boss tiene su punto débil en las emulaciones de ampli, ya que a nivel de efectos y ruteo es muy bueno. No obstante ninguno de los competidores llega al nivel de excelencia del FM3 en el apartado de los efectos de Pitch y en número disponible de emulaciones de amplis. A cambio, el FM3 es más grande y pesa más que sus competidores Hx Stomp o Headrush, aunque eso sí: lleva el transformador interno, por lo que solo se necesita un cable de corriente.

Combino este multiefectos con un pedal de expresión Mission Engineering con auto-retorno, lo cual es perfecto para exprimir al máximo el modo auto-engage del FM3 para efectos como el Wah o el Whammy. En resumen, es el multiefectos ideal para mis necesidades, incluso a pesar del precio, el peso, y algunas limitaciones respecto del Axe-Fx III.

Un micrófono que he utilizado muy a menudo para grabar vídeos para Youtube. Lo tengo desde hace ya mucho tiempo y nunca me ha fallado, el cable sigue en buen estado y no da ruidos al moverlo.

El hecho de que tenga conexión XLR me ahorra muchos pasos innecesarios, ya que a menudo grabo en un set fijo y no necesito moverme demasiado por él, por lo que una petaca inalámbrica me aportaría más molestias que beneficios.

El micro suena bien, aunque en ocasiones me resulta un pelín apagado. Es algo que resuelvo fácilmente con la compresión/EQ adecuada (que aplicaría de todos modos). Es omnidireccional, algo que no está mal del todo para que no dependa excesivamente de su colocación en la camisa de la persona que habla, obteniendo normalmente resultados muy estables incluso aunque se tuerza un poco.

Claro, a cambio, capta mucho todo lo que ocurre alrededor, por lo que si necesitas captar de forma muy aislada la voz en un entorno en el que hay más sonidos, quizás deberías apostar por otras opciones, ya que recoge prácticamente todo lo que ocurre en la sala.

Compré esta DI hace muchísimos años, cuando por aquél entonces solo tenía mi guitarra y un pedal DS-1 para grabar en una M-Audio Fast Track. Puesto que aprendí que necesitaba simular un altavoz para grabar por línea mi DS-1 me decidí a hacerme con esta DI de Behringer, que lleva una simulación de una pantalla 4x12".

La primera impresión fue muy positiva porque sí me entregó lo que necesitaba: un sonido mucho más cercano al hecho de grabar un amplificador. Sin embargo, este experimentó me animó a investigar mucho más con otras opciones similares, descubriendo opciones más sofisticadas, tanto software como hardware, por lo que acabé decantándome por otras alternativas.

Sin embargo, la he conservado durante todos estos años, ya que la emulación de altavoz que trae no es terrible del todo, y puedo imaginarme a mí mismo saliendo de un apuro con ella si algún día no tengo amplificador y solo cuento con dos o tres pedales Boss convencionales. Por eso la guardo: es totalmente posible hacer un concierto con esta DI como emulador y que el resultado no sea repulsivo. Si tuviese que comprarla ahora, quizás buscaría algo en un tamaño más compacto.

Como DI normal también hace su función, la he usado de vez en cuando para balancear señales o para hacer un split de la señal, aunque no la he comparado con otras DIs más caras en una misma tarea idéntica.

La tapita para cambiar la pila es un poco incómoda, eso sí.

Aunque ya tenía un teclado MIDI de 49 teclas, quería tener algo más pequeño y fácil de transportar y, de paso, acceder a algo de software de Native Instruments, ya que tuve buenas experiencias en el pasado usando plugins de la marca.

Es un teclado muy económico y bastante cómodo incluso aunque las teclas no son de tamaño completo. Los controles de transporte que incorpora son bastante prácticos, y también hace algo más fácil navegar por los diferentes sonidos del software de Komplete, aunque en mi opinión, tener que estar constantemente conmutando entre los modos track, browser y plugin no me convence, hubiese preferido tener controles dedicados para cada cosa, precisamente para no tener que hacer más de un movimiento para cada tarea. Y aunque la pantalla ya hace su función, ¿realmente necesitaba ser tan pequeña?.

Aún así, lo encuentro bastante intuitivo. Eso sí: si pudiese elegir, habría hecho los botones un poco menos duros, hay que apretar bastante y hacen un "clack" bastante curioso al apretarlos. Me esperaba un tacto más de goma. Quizás hubiese estado bien tener algunos pads para percusión o disparar clips, como tienen algunos competidores, pero decidí sacrificar esa prestación en favor de otras, como la integración con Kontakt.

La configuración fue muy sencilla, prácticamente no tuve que hacer nada (uso Logic Pro X), ya que todos los controles hacían lo que esperaba de ellos desde el primer momento. Algo que, tras bastantes años con un controlador Midi más bien antiguo, agradecí mucho.

El software incluido era también algo que me atraía: viene con algunos sonidos gratuitos y con un descuento para hacerte con alguna librería. Sin duda lo usaré, ya que uno de los propósitos de la compra era profundizar en Komplete, Maschine y otros softwares de NI que me parecen atractivos. Como además es un controlador barato, no dudé demasiado.

Antes de comprarlo, también valoré el IK Multimedia iRig Keys por tener pads y ser interfaz de audio con entrada de instrumento, pero era más caro, no incluía software de NI y además el conector USB tiene un formato especial, y soy muy propenso a perder cables. Así que al final, opté por NI y estoy contento.

Este controlador MIDI me ha gustado mucho en lo físico: la superficie es grande, agradable y me gusta el tacto de los pads, aunque antes de comprarlo esperaba una respuesta más parecida a la de Akai. Estos son un pelín más duros y no da la sensación de "bajar" al pulsarlos, pero no me importó mucho, ya me pareció bien.

Os pongo en contexto: en su día lo compré casi exclusivamente para usarlo con un instrumento virtual de batería (EZ Drummer), que aunque tiene muchos ritmos preprogramados, preferí tener algún controlador para interpretar determinados fills y ritmos. Por eso, valoré mucho que tuviese una entrada para pedal que puede actuar como un pad mas, ya que lo usaba de pedal de bombo como en una batería real, dejándome las manos libres para charles caja y toms. El pad XY es una inclusión interesante, lo usaba en ocasiones con los platos de la batería o con la caja.

Por supuesto, soy consciente de que no es el uso principal de un controlador así, pero me pareció interesante. Pasado un tiempo, tuve la sensación de que los velocitys al interpretarlo de esta manera requerían tanto retoque para sonar naturales que no me compensaba componerlo manualmente y progresivamente lo fui aparcando.

Usando su propio software, di con algunas plantillas preconfiguradas para EZ Drummer, pero aún así tuve que personalizar algunas cosas. En conjunto, la parte de la configuración tanto desde el propio aparato como con el software se hace un poco pesada comparada con otros controladores MIDI más modernos que he tenido.

Puede funcionar con un alimentador o alimentado únicamente por el USB, aunque en este segundo caso hay que experimentar un poco: cuando usas un HUB puede haber casos determinados en que no le llegue suficiente alimentación.

Recibí este altavoz bluetooth como regalo de mi familia, no conocía el producto, pero me encantó: hay que aclarar que pesa bastante, pero en vez de encontrarlo una pega, me gustó porque me dio sensación psicológica de calidad y fiabilidad de construcción.

La calidad de sonido es muy buena, incluso lo utilizo en ocasiones para comparar mis mezclas, ya que a veces saca a relucir algunas frecuencias que en mis Genelec no son tan evidentes y me hacen dudar.

La mecánica para emparejarlo con teléfonos móviles y iPads es muy sencilla, aunque recuerdo que el primer día no acabábamos de entenderla (era de nuestras primeras experiencias con los altavoces bluetooth). El caso es que lo uso con bastante frecuencia a lo largo de la semana para escuchar música en cualquier parte de la casa mientras hago cosas, y en un segundo lo tengo emparejado al móvil. La batería dura bastante, no suele dejarme tirado.

Viene con una base que se conecta a la corriente, aunque es opcional, ya que el alimentador también puede cargar directamente el altavoz. Pero menciono esto porque el borne de conexión de la base (que funciona con simple contacto) es muy pequeño y a veces tienes que ir moviendo el altavoz hasta que hace contacto. Pero vamos, no es un defecto terrible.

Estoy encantado con él, espero que me dure mucho tiempo.

Recibí una unidad para probarla, y ha terminado quedándose en mi pedalera de viaje, ya que no me obliga a sacrificar potencia por tener un tamaño reducido. Incluso algunos efectos que suelo comprobar enseguida para valorar hasta qué punto es potente una pedalera (como los pitch shifters y armonizadores) son bastante aceptables en algunos ajustes. Los whammys, por ejemplo, funcionan muy bien, y los efectos de drop solo tienen algunos fallos de tracking ocasionales, el resto del tiempo son la mar de usables.

Me encanta todo lo que ofrece en un paquete tan pequeño, lo encuentro hasta increíble, porque es una interfaz de audio 8 in/8 out, tiene loop de efectos estéreo, Midi y pantalla a color con botones capacitivos. En otras palabras, a nivel tecnológico lo encuentro súper optimizado. No echo de menos una pantalla táctil, ya me gusta como es.

Lo que no me gusta tanto es la organización de los presets, por dos motivos:

-No hay forma de apagar todas las simulaciones de cabinet de forma global, con lo que tienes que andar guardando dobles versiones de tus presets si los quieres para línea o para una pantalla real. Yo lo hago con los snapshots: el 1 siempre es con emulación, el 2 sin. Y me gustaría algo parecido para hacer un "Stereo Sum" global con todos los presets los días que necesito ir en Mono.

-Aunque los footswitches tienen varios modos (preset, snapshot, stomp y otras modalidades) me gustaría que fuesen configurables de tal forma que no tenga que duplicar presets para tenerlos "a mano", sino siempre llamar al mismo preset esté donde esté. O sea, poder llamar a presets "no consecutivos".

Es un poco difícil de explicar por escrito, pero el modo Setlist de Headrush o las configuraciones de pedales de Amplifire y Fractal ofrecen este tipo de posibilidades.

Por último, la alimentación tiene un poco de truco: el conector es diferente al habitual y te has de asegurar de que le lleguen al menos 1A de intensidad, pero si usas el alimentador propio de la unidad (incluído) no tendrás problema.

En resumen, me encanta, no le doy 5 estrellas porque me fastidia un poco lo del modo CAB Global inexistente, pero por lo demás...es asombroso tener tanta fuerza en un pedal así de pequeño.

Aunque es una unidad de efectos carísima, es una pieza de equipo que puede igualar e incluso superar en calidad de sonido a cualquier otro efecto digital de alta gama que haya en el momento en que escribo esto (2018), tanto emuladores como racks de efectos. Además es un disfrute si se es un amante de la guitarra eléctrica. Las horas de recreo y entretenimiento posible con una maquina como esta no se acaban nunca. El uso de la unidad y la experimentación con ella ya es un placer en sí mismo.

Iba a hacerme con un Axe FX II, pero tras probar la pantalla, la interfaz y la potencia de este, decidí hacer el esfuerzo económico, ya que vi que era una inversión que podía resultar en un aparato excelente para trabajar más rápido durante los próximos años (que espero que sean muchísimos, para amortizarlo).

Las emulaciones de ampli son de calidad más que demostrada, y los efectos son de primera calidad: conecté mi Eventide H9 para evaluar la calidad de los presets de pitch shifting, y los de Axe son más claros, y tienen mejor tracking. Los delays y modulaciones, fantásticos.

En Home Studio es comodísimo, ya que es posible grabar via USB la señal seca al mismo tiempo que dos o tres señales más, lo cual me viene de perlas cuando necesito acumular muchas capas de guitarra en pistas diferentes. Y si cambio de opinión, hago reamp con el propio USB. Eso sí, no hace todo lo que hace una interface de audio multipropósito, ya que no tiene previo analógico de micro ni phantom, pero sí tiene entradas balanceadas combo jack/XLR.

En directo, me permite resumir algunas de mis cadenas de efectos favoritas que, por desgracia son muy complejas, y muy propensas a fallos de cables, volúmenes, conexiones tierra. Con el Axe-Fx III me olvido de todo eso, y puedo hacer backups y cargarlo donde y cuando sea. He configurado los bloques de ampli de modo que sean como dos amplificadores de cuatro canales, seleccionando cada canal por separado, de mis previos favoritos (ENGL, Hiwatt, Mesa Boogie y otros, un bloque es más moderno, el otro lo he hecho algo más clásico).

En definitiva, una máquina fascinante para los que amen la tecnología de guitarra. Sigue siendo un poco problemático hacer ajustes al vuelo de último momento entre canción y canción cuando se toca en directo, ya que sigue siendo un aparato complejo, pero el workflow ha mejorado mucho.

En muchas ocasiones quiero llevar un equipo pequeño y versátil a la vez. Además, suelo querer utilizar efectos antes y después del previo de mi amplificador, cosa que me complica mucho la vida: problemas de "tone suck" con efectos digitales, problemas ajustando los niveles de envío y retorno para que mi ampli no note la diferencia de niveles y suene peor, y problemas con bucles de masa, miles de cables, alimentadores y jaleos.

La verdad es que la MS-3 me ha resuelto una parte muy grande de todo ello: no hay que ajustar niveles ni líos, simplemente conecto el previo de mi ampli a uno de los loops, y ya puedo usar efectos antes y después del previo, sin que haya una variación del tono escandalosa. En general, suelo notar mi ampli como siempre, lo cual me gusta mucho.

Otra de las ventajas es poder poner cualquier efecto de una paleta de efectos muy amplia tanto antes como después del previo, pero también poder integrar algunos efectos favoritos que rara vez logro superar con multiefectos que lo llevan todo incorporado. Por ejemplo, mi GFi Systems Specular Reverb 2 o mi Eventide H9. Tengo estos dos conectados a la MS-3 y acomodados en una Pedaltrain Metro 16. A veces, incluso aprovecho el espacio sobrante para poner un par de pedales más (un Mooer Radar, por ejemplo, que conecto a la salida R de la MS-3 para tener una señal auxiliar emulada).

Justamente relacionado con esto último: si el MS-3 tuviese alguna emulación de altavoces (o puestos a pedir un cargador de IR's) asignable a una de las salidas, su versatilidad sería inmensa.

Otra cosa que puede ser un pequeño inconveniente para algunos es que la MS-3 no puede ubicar sus tres loops de forma separada, es decir, que son un bloque de 3 inseparable. Para mí no es un problema, pero para algunos usuarios podría serlo.

Cuando utilizo la MS-3 para cambiar sus efectos incorporados, los externos y los canales de mi ampli a la vez, me siento muy cómodo. Además, no hay "gap" apenas al cambiar de un preset a otro (a esto ayuda que el switching de canales de mi ampli sea por relé y no por MIDI, los que han experimentado esto, saben a qué me refiero).

Últimamente el rack no está muy de moda, con lo que hace ya unos cuantos años que tenemos más o menos siempre los mismos previos valvulares en el mercado, y este es, probablemente, el que más me gusta. Es un previo genial para sonidos de alta ganancia, me parece que tiene un sonido muy bien encontrado, a medio camino entre lo clásico y lo moderno en sonidos cañeros. Es una ganancia fácil de manejar, pero con densidad y articulación a la vez.

El previo ofrece muchas opciones y la mayoría de ellas con sentido, como botones de brillo y contour, para lograr acercarse al sonido final que se está buscando con mayor precisión. El loop de efectos estéreo (lo cual está muy bien) e incluso tiene una pequeña etapa de potencia de 1 W que suena decente para poder practicar conectado directamente a una pantalla, sin una etapa adicional.

Quizás el único sonido al que no lo he logrado sacarle un cierto uso es al canal limpio en modo Hi (boost de ganancia) pero está bien tenerlo. Podrían, si hubiesen querido, limitar dicho switch sólo al canal saturado y habríamos perdido opciones de flexbilidad, así que en el fondo agradezco tenerlo por si las moscas.

MIDI no tiene, cosa que en racks es bastante importante. Pero creo que la justificación es para reducir espacio y precio, y lo veo bien: hay muchas personas que no usan MIDI en ninguna circunstancuia, y a cambio puedes tener un previo a válvulas de mucha calidad sin que tengas que pagar una suma absurda.

En definitiva, súper recomendable, seguramente el mejor de su clase.