Grabación

Absorción de graves

La absorción de graves es uno de los temas más complejos de la acústica, que suscita mucha curiosidad y también mucha confusión e ignorancia. En cada promoción que llega a la asignatura de acústica noto la gran curiosidad de varios alumnos por el tema. Algunos incluso ya han hecho algún experimento por cuenta propia y a base de experimentación logrado algunos éxitos y varios fracasos. De ahí haber supuesto que el tema sería de interés para la comunidad Hispasonic y la decisión de explotarlo en esta primera entrega de nuestro blog - a ver si es verdad.

El primer obstáculo al enfrentarse al problema de los graves es percibir el defecto: por su propia naturaleza física (poseen largas longitudes de onda), las frecuencias graves tienen un comportamiento irregular en recintos cerrados, con una distribución de energía más bien caótica, a diferencia de los agudos, que són bastante más “ordenados”. Además, las deficiencias de una sala en este rango de frecuencias son más sutiles de percibir para un oído no entrenado. Un ejemplo clásico es el entrar en una sala y hacer un “clap your hands” para ‘evaluar’ la acústica. Si no hay rebotes raros o flutter... ¿está bien, no?.

Nada más lejos de la verdad. Sino, veamos: según como se haga el tratamiento de una sala, es bastante posible que el rango de los agudos quede ‘muerto’ (es decir, sin reflexiones, o - lo que es lo mismo - con mucha absorción) y el de los medios-graves y graves muy “vivos” (es decir, con muchas reflexiones - sin absorción). Esto se debe a que la mayoría de los materiales tiene más absorción dentro de un rango de frecuencias específico. Retomando el ejemplo del “clap your hands”, en esta sala muerta de agudos y viva de graves, las palmas sonarían ‘bien’ debido a que su sonido tiene muy pocos componentes de frecuencias graves. Sin embargo, la sala estaría lejos de ser acústicamente equilibrada (cualquier sonido con un poco de graves sonaría ‘raro’ y desequilibrado).

Por otro lado,hay un otro factor que va a generar problemas de respuesta de frecuencia en cualquier recinto cerrado, las llamadas “Ondas estacionarias” - también conocidas como Modos acústicos: cuando se tienen dos paredes paralelas, hay una longitud de onda que se encaja perfectamente en la distancia entre las dos, retroalimentándose a cada rebote. La consecuencia de este “encaje” es que la frecuencia resultante de esta longitud de onda será enormemente acentuada.

Si en una sala juntamos una absorción inadecuada de graves a un comportamiento modal irregular, ya podemos ir imaginando el resultado: un desequilibrio de la respuesta de frecuencias. Este desequilibrio va a afectar a todo lo que suene en esta sala y, consecuentemente, a las mezclas que hagamos o los instrumentos que gravemos. Para complicar la situación, nuestro oído tiene una gran capacidad de adaptarse al entorno, así que si mezclamos en esta sala con los graves desencontrados por un cierto tiempo, naturalmente intentaremos adaptar el sonido que escuchamos para compensar el desequilibrio. El resultado: una mezcla con los graves descompensados a la inversa de la sala.

Por eso, cualquier persona que desee montarse una sala para escucha crítica de música (el home studio no es nada más que eso) deberá controlar la respuesta de graves de su entorno. Este control lograremos con la absorción de las frecuencias graves (especialmente si se va a trabajar con estilos musicales donde los graves son protagonistas, como el hip-hop, el dance, etc.).

El asunto es complicado y hay una larga lista de conceptos a tener en cuenta para entender el comportamiento de las bajas frecuencias en un recinto cerrado (ya hablaremos de cada uno de ellos en futuras entregas), pero de momento nos centraremos en la medicina: la Absorción afinada. Un ejemplo de construcciones con este propósito son las famosas trampas de graves.

El concepto es muy simple: se atenúan las frecuencias graves tratando de robarles el máximo de energía posible. Lograrlo es un poco más complicado: debido a sus largas longitudes de onda, las frecuencias graves exigen básicamente dos actuaciones para que se les absorba con eficiencia: a) perder mucho espacio para absorber un rango amplio de frecuencias (lo que con el actual coste del metro cuadrado de construcción no es una buena opción); o b) afinar los absorbedores a unas frecuencias específicas para que su eficiencia aumente sin la necesidad de ocupar mucho espacio.

En los archivos adjuntos encontraréis descripciones detalladas de cada tipo de absorbedor afinado y como construirlos. Echadle un vistazo y machacadnos con dudas y preguntas. Las iremos contestando y aclarando conceptos.

Antes de terminar, supongo que os estaréis preguntando “pero... y como descubrir cuales son estas frecuencias?” Bueno, eso es asunto para un otro blog. La idea ahora es llamar la atención para el problema. Luego, si logramos vuestra atención, iremos desmigando cada detalle en futuras entregas. Fijémonos de momento en como construir las trampas y luego iremos avanzando, poco a poco.

Un saludo,

dc

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Sandro de Castro es Territory Manager para el sur de Europa de SAE Technology Group. Licenciado en Arquitectura y diplomado en Audio Engineering, se especializó en el diseño acústico. Entre otros proyectos suyos se destacan las sedes de SAE en Barcelona, Madrid y Rotterdam.

www.sae.edu

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