Asumir lo invisible: ceguera, oído absoluto y el escape de la burbuja visual
"Para la mayoría de las personas, los sonidos son invisibles, y mi trabajo, mi misión es hacerlos visibles. Cierra tus ojos y escucha un poco; permítete a ti mismo ser transportado por el sonido y escapar de esa burbuja visual que lo toma absolutamente todo y que de vez en cuando"
Hay historias que merecen ser escuchadas y replicadas una y otra vez, como la del uruguayo Juan Pablo Culasso, de la que hace unos años me enteré debido a su participación en una conferencia asombrosa que os comparto a continuación, donde lo invisible se hacía vida pura en el sonido a través de una experiencia de escucha única y bastante inspiradora.
Culasso se presenta como un grabador de sonidos, dedicado especialmente a los sonidos de especies de la naturaleza. Es ciego de nacimiento, lo cual, según cuenta, lo llevó a desarrollar de una forma más profunda su percepción auditiva, logrando una impresionante habilidad para reconocer los sonidos, sumergido en su experiencia acusmática, sin siluetas visuales respecto a las fuentes, pero con una claridad impresionante sobre los sonidos en sí.
"Yo trato de capturar la esencia de estos lugares (naturales). Si voy a una selva tropical, quiero grabar la lluvia, el trueno, etc. Aquellos sonidos que sean realmente emblemáticos de esos lugares"
Esto se refleja de entrada en su forma de aprovechar la grabación de campo, la cual según cuenta, lo cautivó desde los 12 años, y desde su adolescencia no ha parado de hacerlo–. Esta práctica es aquí ante todo un proceso de escucha, de localización, atención e identificación de los sonidos, especialmente las aves, que son su mayor afición y de las cuales logra distinguir más de 400 especies diferentes, solo con escucharlas.
Y con distinguir hablo de un oído absoluto capaz de identificar las notas y las secuencias melódico-rítmicas del canto de las aves que escucha, como se puede apreciar en el siguiente video. Esta facultad lo llevó incluso a participar en Nat Geo en un programa llamado Super Cerebros, donde le hicieron tributo a su trabajo mediante una exploración de sus actividades resultado de la capacidad que, según cuenta, ha desarrollado naturalmente durante años.
Su ejercicio de escucha es riguroso y expandido. “Me dejo guiar por mis oídos” dice; y enfatizo en eso de "guiarse", porque como bien comenta, su habilidad lo ha conducido en la vida, y no llegó así no más, sino que la fue desarrollando progresivamente conforme iba explorando ese reino de lo auditivo que cada día conforma más activamente su realidad. Sin duda un ejemplo para todo aquella persona con oídos, capaz de invitarse a la escucha en su perspectiva más activa y atenta, de paso encontrando cierta plasticidad en la capacidad de la escucha que abre un sin fin de nuevos caminos para el oyente.
Es interesante también cómo remarca la importancia no de la mera grabación, sino de la contemplación misma de los sonidos, la detención en la oscuridad, una marcada fijación a lo invisible, que bellamente expresa cuando dice que "cada grabación es una historia", y no porque sea una construcción narrativa de sonidos en el tiempo, sino ante todo porque proviene de la experiencia de la escucha, de la vivencia misma del sonido, donde "dejamos de ser un mero espectador" y nos identificamos como procesos activos dentro de la dinámica misma del paisaje sonoro.
"Para mi oír está dentro de cada persona, solo que es algo que está adormecido"
Y… ¿Qué tanto nos preocupamos por “despertarlo”? ¿Qué tan invisibles somos? ¿Qué tanto escuchamos sin más? ¿Cómo desarrollamos nuestro sentido de la audición? ¿Cuanto pasamos en la oscuridad del universo sonoro? ¿Realmente conocemos el sonido cómo podríamos? ¿Te has preguntado cómo alcanzar más profundamente la escucha?
Hemos de cerrar los ojos más a menudo.