Continuamos exponiendo esta interesante conversación con el Dr. Rosset, Director del Instituto de Fisiología y Medicina del Arte en Terrassa, Barcelona.
Una de las patologías más misteriosas del músico es la Distonía Focal. Preguntamos al Dr. Rosset por este trastorno que tanto nos ha llamado la atención y nos explica lo siguiente.
La Distonía Focal es una enfermedad neurológica que desde el punto de vista estrictamente médico (dejando de lado las consecuencias psicológicas, sociales, etc.) es un desajuste del control motor debido no a una enfermedad, sino a la propia práctica.
Posiblemente debajo de este desajuste hay condicionantes anatómicos, genéticos, fisiológicos, etc., pero en el fondo, es el efecto secundario de poner al limite el Sistema Nervioso Central desde el punto de vista del control motor. A nivel motor, lo que hace el músico es tan complejo y son unos movimientos tan finos, que tiene el riesgo de desarrollar una Distonía Focal.
Se manifiesta normalmente en músicos con un nivel alto, que se encuentran en los últimos años de la carrera (de estudio del instrumento), o en los primeros de su trayectoria profesional. Suele aparecer en un contexto de elevado estrés físico-psíquico, por ejemplo preparando un examen, una gira, una grabación, o incluso por desajustes personales como la separación de la pareja, la muerte de un familiar, etc.
El síntoma típico es que de pronto un día el músico nota que cuando hace un determinado pasaje, hay un dedo que no hace lo que ha de hacer. Un gesto que hasta ahora era automático y que no requería ningún tipo de atención, de pronto no reacciona como se esperaba. Por ejemplo en un determinado arpegio en la guitarra, un dedo queda encogido dentro de la mano, así que cuando voy a buscar la cuerda correspondiente, este dedo no esta en su sitio y no suena la cuerda.
La aparición de los síntomas normalmente es progresiva, pero otras veces de un día para otro el problema aparece de manera muy acusada.
Durante muchos años se consideró la Distonía Focal como un trastorno psiquiátrico. Esto fue así por el hecho de que si observamos a un músico que padece Distonía Focal, un pianista por ejemplo, normalmente cuando realiza el gesto sobre las teclas del piano, determinado dedo o determinados dedos no le responden. En cambio, si cerramos la tapa del piano y le decimos que haga ese mismo gesto encima de la tapa, los dedos responden correctamente. En un guitarrista pasaría igual, si le das la vuelta a la guitarra (cuerdas pegadas al pecho), la digitación es perfecta.
Con estos síntomas, todo apuntaba a que la Distonía Focal era una trastorno psicológico por el hecho de que si sabes hacer un gesto técnico en unas condiciones (por ejemplo encima de una mesa), si se cambian esas condiciones (con las manos encima de las teclas del piano) y aparecen problemas, lo normal es que esos problemas sean debidos a un bloqueo psicológico que te impide hacerlo en esa situación. La similitud sería el deportista que entrenando sabe hacer muy bien su técnica deportiva y en competición comete graves errores inusuales. Posiblemente, estos errores vienen dados por un bloqueo que le produce la competición.
A día de hoy y gracias a las investigaciones realizadas, se sabe que la Distonía Focal realmente no es un problema psicológico, sino un trastorno neurológico, aunque sus síntomas parezcan indicar un bloqueo.
Normalmente cuando un músico detecta algún problema en alguno de sus dedos, lo normal es que lo interprete como un error y si es un error, tiene que ensayar más. Este aumento de horas de ensayo lo que hace es empeorar el problema, ya que lo que realmente se esta ensayando es que aparezca cada vez más la Distonía.
Una de las variables más representativa de este trastorno, es la especificidad del mismo. Hay algunos músicos con Distonía que tienen problemas sólo en la escala de “Do” y en el resto de las escalas no. Puede incluso aparecer el problema en el piano de su casa y en otro piano no. O en la guitarra española y en la eléctrica no.
Esta especificidad hace que algunos músicos sigan tocando, evitando dicha escala o ese arpegio, o por ejemplo se limiten a tocar con dos dedos. La especificad ayuda a que el músico se adapte al problema y dificulta su recuperación, ya que aún con Distonía sigue tocando. De hecho en el mundo profesional hay músicos que siguen en activo con este diagnostico y van trampeando de la mejor forma que pueden para salir airosos de los conciertos, grabaciones, etc.
Al realizar un movimiento encima de las teclas del piano o encima de la tapa del mismo, aunque sean movimientos similares, para el cerebro son dos situaciones muy distintas. Tan distintas, que se crea un programa motor para cada situación. A nivel de dinámica, finalidad, contexto, etc. son diferentes. Son diferentes primero porque sobre la mesa no hay piano, segundo porque no hay sonido y tercero porque no hay pretensión de hacer sonar nada. En cambio encima del piano estas tres premisas sí que están presentes.
Para el cerebro, estas variaciones son suficientes para que en una situación tenga Distonía y en la otra no. De todas formas en un porcentaje bastante elevado de casos, con el paso de los meses o años, la Distonía Focal se va generalizando a otras situaciones.
La terapia de la Distonía Focal que se realiza en el Instituto de Fisiología y Medicina de Terrassa, se basa en esta especificidad. La clave para el tratamiento es que el cerebro cree nuevos programas motores, es decir, se introducen cambios en la ejecución dentro del contexto, para que el cerebro cree un programa alternativo que se pueda transferir a la actividad real. Dicho de otra manera, reaprender ese gesto a través de otro programa motor, ya que el automatismo esta realizado a día de hoy de manera errónea.
Seria algo similar a lo que ocurre cuando un niño nace con sindactilia (dos dedos pegados) y se le opera para separarle los dedos. Después de la operación, el cerebro tiene que aprender a mover dos dedos que hasta ahora era sólo uno. El cerebro debe crear un nuevo programa motor para esos movimientos.
Este tratamiento es muy complejo y obliga al músico a abandonar su actividad normal de tocar su instrumento y hacerlo sólo y exclusivamente en los momentos del tratamiento. La duración del mismo puede ser alrededor de un año o más, con ejercicios muy repetitivos y hasta cierto punto aburridos. Como entenderéis, la constancia y la motivación del músico que tiene que realizar este tipo de trabajo en reaprendizaje es vital para el éxito de su recuperación.
Una parte importante de fracasos en el tratamiento viene determinado por el abandono. El Instituto de Terrassa a día de hoy esta colaborando con un psicólogo para fomentar la adherencia al trabajo, ya que es vital para que el tratamiento sea exitoso.
Hay que tener en cuenta que el coste emocional y profesional para el músico es muy elevado. De pronto pasa de ser un experto en su instrumento, a tener que realizar digitaciones muy básicas. Además, a nivel de contratación supone un serio problema ya que estará un año o más sin poder hacer una actuación. Como es natural, no todos los músicos pueden permitírselo.
La reacción del músico ante el problema es de lo más variada. Los hay que no se creen que le este pasando algo serio en su carrera, es decir, no aceptan que sea una patología médica y creen que se solucionará ensayando más y más. Los hay también que interpretan la Distonía Focal como lo peor que les podía pasar y que si es así, han llegado al final de su carrera, cosa que no tiene porque ser verdad, pero como es lógico esta actitud dificulta enormemente el tratamiento.
Según el Dr. Rosset, el ochenta por ciento de los músicos que realizan un tratamiento especifico en Distonía Focal quedan satisfechos con los resultados obtenidos. De este porcentaje, el cuarenta por ciento recuperan completamente sus habilidades interpretativas.
Poco a poco los músicos empiezan a saber qué significa que te diagnostiquen Distonía Focal. La manera y el momento de decirle al paciente su patología es muy critico, tanto, que incluso en algunos casos se aplaza el diagnostico para ir preparando al paciente para que lo asuma.
A día de hoy se sigue investigando sobre esta patología tan especifica y seguramente en unos años se sabrá bastante más sobre ella.
Con estos artículos, hemos pretendido introduciros un poco más en la medicina de las artes y concienciar a los músicos que deben cuidarse casi como un deportista. Cuidar su postura con el instrumento, realizar revisiones médicas o fisioterapéuticas periódicamente y sobre todo, no obsesionarse con la practica excesiva ya que finalmente puede volverse en su contra.
Para finalizar podéis ver algunos videos, tanto de la pagina del Instituto http://www.institutart.com/ como la de Konstanz-Terrassa Dystonia Program http://www.fcart.org/distonia/ o incluso en Youtube http://es.youtube.com/results?search_query=distonia+focal&search_type=&aq=0&oq=distonia donde podéis comprobar lo impresionante que es esta enfermedad.
PsicoEscénico