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El universo en las frecuencias de Nicolas Bernier

Uno de los aspectos estéticos más interesantes del microsonido es lo que se denomina granulación en frecuencia, que implica en este caso no un método tecnológico como el de un plugin sino una valoración de la materia sonora en cuanto tal. Es decir, la granulación en frecuencia como el hecho de poder atender a las frecuencias en sí mismas, en sus estados fundamentales. Por un lado, poder generar ondas, sintetizarlas, procesarlas, hacerlas complejas. Por otro, poder procesar sonidos, resintetizarlos, fragmentarlos, combinarlos. De hecho, hoy en día las posibilidades de juego y tejido con las frecuencias superan nuestras capacidades de concebirlas.

La frecuencia en sus estados más elementales, como la onda seno o los armónicos en sus dinámicas sutiles, reflejan interesantes manifestaciones referidas a la idea de la frecuencia y la vibración en cuanto tal como núcleos del proceso tanto cosmológico como psicológico, al punto de saber que nadie negaría hoy día que son estos dos, la frecuencia y la vibración, valores universales que competen tanto al símbolo como a la materia. La frecuencia, la oscilación, la vibración, son conceptos que desde el sonido se reflejan como una expresión cósmica, de todo cuanto existe, pues todo participa de la ondulación, del movimiento y los tejidos del tiempo que revela la escucha.

En la música, por ejemplo, la tonalidad siempre ha sido un asunto importante. El pitch es un fenómeno subjetivamente relevante; y ni que decir decir del timbre, y por ende de la frecuencia. Sin embargo, en las artes sonoras en general la frecuencia no es necesariamente relacionada con términos de estructura, melodía, afinación, ritmo, etc, sino más bien desde una perspectiva abierta donde puede tomar muchos valores y significados, siendo sus formas elementales las más fascinantes por explorar, precisamente porque se dirigen a lo más básico, al hecho fundamental de la vibración, y para hacer esto es necesaria, inevitablemente, una atmósfera minimalista, entendida como espacio donde lo elemental no es ni menos ni más, sino suficiente. Lo minimalista en este caso no sería hacer del menos más sino precisamente superar cualquier necesidad de más o menos, lo cual se logra mediante lo básico y simple, o como bien dice Bernier, “desde el trabajo con lo pequeño e intimo, contrario al gran espectáculo.”

En términos de lo sonoro, lo simple siempre remite a la noción de vibración o frecuencia fundamental. Los timbres son reproducciones multiplicadas de una misma forma de vibración. Lo que parecen sonidos diferentes, están, en su más íntima naturaleza, unidos en el hecho de fundamental de la frecuencia, los armónicos, la fractal multiplicación constante de los microsonidos, que deviene en fascinantes texturas, complejas operaciones musicales, diseños sonoros, etc. En el caso del artista canadiense Nicolas Bernier, resulta en una propuesta que combina lo mecánico, lo electrónico y lo virtual en torno a la idea de la frecuencia y las posibilidades que estas representan en términos físicos, emocionales, estéticos, etc.

Para ello viene desde hace aproximadamente 10 años trabajando en una idea de combinar todas las influencias sonoras que ha ido escogiendo a lo largo de su vida, desde el post-rock hasta la música concreta y el ruidismo, siendo estas últimas de las perspectivas en las que más se ha movido Bernier. De hecho al respecto es bien conocida su propuesta con el artista Martin Mesier:

No fue si no hasta el año 2010 cuando Bernier decidió explorar una alternativa a su trabajo que no se fundamentara en los procesos estéticos que hasta ahora ejercía, sino que buscara algo a lo que, según comenta en una entrevista, se había resistido por años, esto es, la idea de trabajar en un proyecto sonoro más ligero, minimalista y cobijado por una atmósfera de precisión y simpleza que no abandona la exploración de lo dicotómico, complejo y roto.

Este tipo de procesos eran para Bernier una exclusividad de los ordenadores, hasta que descubrió la posibilidad de trabajar con otros procesos, como los de la mecánica, especialmente elementos básicos de generación de frecuencias.

“La serie «frequencies» toma todas las ideas con las que he trabajado en el pasado pero de una forma más radical. My grupo de reglas es ahora más estricto para cada proyecto. El objetivo es un retorno a lo básico, la simplicidad y la pureza: en vez de pensar alrededor de la idea de que todos los sonidos puedan incluirse en un trabajo, estoy ahí enfocándome en técnicas básicas de generación de tonos. Es este un trabajo más microscópico, basado en la escucha de micro-variaciones ocurriendo entre los tonos, en vez de buscar por una forma general de la materia.”

Pero no basta con hablar de Bernier, necesitamos explorar su trabajo, aún cuando la virtualidad de un documento web, no logre ser realmente fiel a la experiencia de habitar los espacios donde se propone una instalación, concierto o escultura. Esto nos sirve además para estudiar elementos del arte audiovisual y sonoro como tales; cómo un artista sonoro puede tomar un único tema para explorarlo desde tantas perspectivas. En ese sentido, Bernier es un ejemplo de la necesidad de ahondar muchas veces en lo que se propone. Exploraremos por ello seis obras diferentes del artista, todas enmarcadas en su serie «frequencies»:

frequencies (a)

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La primera entrega de la serie, ganadora del premio Prix Ars 2013, consiste en una cadena de diapasones activados mecánicamente. Se reproducen en un espacio especialmente dispuesto para la obra, con secuencias generadas desde una computadora, donde también se generan ondas puras que se combinan con las vibraciones de cada diapasón. El toque final lo da la luz, que es dirigida por las acciones sonoras, creando una completa danza de colores que se oyen antes de verse. O quizás se oyen también al verse.

Esta pieza es una de las que más evidencia todo el concepto de la obra de Bernier, no solo porque incluye los mencionados elementos de lo básico y la ruptura, sino también por el asunto de lo íntimo, la inmersión que sin llegar a ser un espectáculo monumental, genera un espacio virtual fascinante en su manera de edificar un universo sonoro propio y compacto que se edifica desde la complejidad y la dicotomía que se ocultan entre granos, entre segundos, microsónicamente masivos.

Una versión en sonido fue publicada en el sello Line.

frequencies (synthetic variations)

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La segunda exploración de la serie deja a un lado los diapasones para ir a lo sintético en términos de lo material, lo sonoro y lo lumínico. Utilizando por ello placas de acrílico donde se reflejan movimientos de luz que corresponden a ondas sonoras generadas por síntesis. La sincronía es tal que es difícil saber si se escucha lo que se ve o se ve lo que se escucha.

El juego es aquí totalmente microsonoro y sucede entre diferentes tipos de materia y energía, referido a las escalas más diminutas de tiempo y las macro-estructuras que de estas emergen. Esta fijación se da hacia las formas más sutiles de interacción de las frecuencias, al menos en el rango de lo que podemos percibir. Asi, entre movimientos de sonido y luz, surgen de ello "secuencias audiovisuales organizadas y procesadas en tiempo real, diseñadas para escucharse aleatoriamente y de ahí ofrecer una nueva duración y dinámica con cada escucha."

Una versión de sólo sonido fue publicada en el sello Entr'acte.

frequencies (light quanta)

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Desarrollada en el centro de arte y creación industrial LABoral, esta tercera entrega es quizás la más sublime visualmente, no solo por su dinámica estética sino por las interesantes relaciones conceptuales que se pueden evidenciar tanto en las manifestaciones generadas, como en el proceso mismo que se encuentra tras la obra, construida básicamente a partir de varios patrones tridimensionales que se sobreponen en 100 paneles de acrílico cortado a laser.

El diseño de ellos elementos fue diseñado con gráficos vectoriales inspirados por la física cuántica. Cada panel se va iluminando en un determinado ritmo que va dirigido por una secuencia sonora, logrando una interesante reflexión de como las frecuencias en su superposición y la señal en su enmascaramiento, genera el sonido. El fenómeno del timbre puede visualizarse así, al menos de forma metafórica, donde millones de microsonidos se integran para generar redes de espacio, estructuras de vibración.

Lo interesante es que así es el universo mismo y fácilmente podría considerarse esta obra como una forma de visualización de tal dinámica. En este caso la síntesis granular y la reflexión sobre las formas de interacción de la red de frecuencias, logra evocar, metafórica y sensitivamente algunos elementos de fenómenos físicos como la luz, las partículas de sonido, las ondas, etc, pura física cuántica en poesía, como lo explica Bernier:

"El foco conceptual yace en lo cuántico — el más pequeño valor medible de energía—, en la pequeñez de la materia. Todo el proyecto está basado en las posibles relaciones conceptuales entre principios básicos de la física cuántica aplicados al proceso creativo audiovisual: partículas, probabilidades, dualidad y discontinuidad de onda/partícula. (...) Con el uso de lo aleatorio, los gráficos vectoriales siempre están creando nuevas formas de mirar lo visual, físicamente superponiendo imágenes de patrones. La estructura arquitectónica de frequencies (light quanta) es una lectura poética de aquellas máquinas y circuitos electrónicos que son utilizados para analizar las partículas subatómicas, llevando a un mejor entendimiento y visualización del mundo infinitesimal."

Una edición especial con únicamente fragmentos sonoros incluidos en un bello objeto en acrílico fue publicada por el sello italiano Farmacia901, un trabajo que trae consigo un software especial que permite reproducir de forma aleatoria los fragmentos integrados, como un colisionador de partículas de sonido.

frequencies (archives)

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Una de las piezas más reducidas de la serie, con sonidos basados en archivos científicos de la universidad Reennes 1 en Francia. El objeto incluye un diapasón que llama los sonidos usados en la composición, los cuales se escuchan por medio de auriculares que conecta quien visita la pequeña escultura do de se condensan formas de interacción científica pero en una manera poética y un tanto siniestra, como voces ocultas en una caja que solo se filtra por los cables que desencadenan en la virtualidad de la escucha.

frequencies (friction)

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En esta ocasión el juego es con dos modos diferentes de generación de frecuencias: un viejo oscilador conectado a un altavoz y reproduciendo una frecuencia estable de 476 HZ, la cual se da junto con la frecuencia de 480Hz de un diapasón ubicado estratégicamente para generar fricción ente las dos oscilaciones, buscando a su vez una increíble confluencia de las frecuencias en un territorio ubicado en la frontera de lo acústico y lo electrónico; las frecuencias como reflexión no solo de diferentes formas de energía que convergen en el sonido, sino también, como lo afirma Bernier, "una fricción que se da entre dos períodos de la historia de la investigación sónica."

frequencies (a / continuum)

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La más reciente muestra de la serie frecuencias continúa con la idea de la primera, salvo que en este caso no se tiene una secuencia previa y en vez de ello se ofrece la instalación como un instrumento que permite controlar y activar siete diapasones movidos electrónicamente. Bernier lo define como "una perspectiva poetizada del dispositivo técnico inventado en el siglo 19 por el físico Hermann von Helmholtz (1821-1894) quien creó lo que puede verse como el primer sintetizador. Combinando sonido y patrones lentos de pulsación de luz, este «sintetizador acustico» crea una experiencia contemplativa e íntima."

Podría pensarse que algo tan aparentemente complicado de ensamblar no es estrictamente necesario para generar este tipo de sonidos, que como tal es generado fácilmente en un ordenador. Sin embargo, la cuestión en este caso es la de simplemente generar, sino reflexionar en torno a la generación misma de los sonidos y sus infinitas posibilidades en sus fuerzas básicos, en sus relaciones más primitivas, aun cuando se utilice tecnología contemporánea para ello.

A menudo, a causa de no contemplar lo escuchado, damos por sentado algunos elementos que son de admiración y de una profundidad inigualable. Por ello este tipo de obras son esenciales, porque nos permiten ir más a fondo de lo que parece simple y definido, para encontrarlo siempre abierto, transformado por la poesía del sonido.

En el caso de Bernier encontramos una fascinante convergencia de energías y dimensiones en torno a lo sonoro: lo mecánico, lo electrónico, lo virtual, lo físico, lo acústico, lo onírico, lo íntimo. Nos quedaríamos enunciando categorías y realmente no es esa la cuestión, sino el hecho de reconocer en la obra de Bernier una interesante reflexión que, desde la frecuencia del sonido, nos permite reflexionar sobre la de todo aquello que compone el universo sonoro, desde la materia hasta los sueños, pero sea cual sea, siempre vibrando pues la frecuencia, en último término es freuencia de la vida misma.

Sitio oficial de Nicolas Bernier

Miguel Isaza
EL AUTOR

Miguel es un investigador que relaciona la filosofía, el arte, el diseño y la tecnología del sonido. Vive en Medellín (Colombia) y es fundador de varios proyectos relacionados con lo sonoro, como Éter Lab, Sonic Field y Designing Sound.

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