Yo tengo 7 gatos. 2 gatos y 5 gatas. 2 de las gatas viven con mi novia y conmigo y el resto en el caserío donde viven mis padres. La historia tiene su punto.
Aparco un día el coche y me encuentro a un gato junto a la rueda, de no más de 200 gramos, con los ojos infectados y el pelo "churretoso". Me pongo los guantes, lo engancho y lo meto en el asiento trasero, dispuesto a llevarlo a casa y adoptarlo. Decido pasar por el veterinario. El veterinario le hace un chequeo, me da el antibiótico de rigor y 3 minutos después estoy a punto proponerle pagarle con mi cuerpo porque me cobra 96 euros. Saco dinero, cojo al gato de los cojones (quien me mandaría a mí ser el "puto amigo de los animales") y me voy al coche renegando contra todo el panteón olímpico.
Hete aquí que veo, al volver al coche, que he perdido un tapacubos, con lo cual realizo el trayecto desde el origen hasta el lugar donde cogí al gato unas tres veces, a ver si encuentro el tapacubos de los huevos. Ni rastro. Dedido aparcar a pocos metros de donde encontré el gato para buscar el tapacubos. No hay cojones, no aparece. Eso sí, me encuentro otro gato. Más pequeño, más feo, mas enfermo y con mayor mala jostia que el anterior, si cabe. Como debo ser gilipollas o algo así, pillo al segundo gato con los guantes y decido adoptarlo también. Vuelta al veterinario. Resulta que es una gata. El tío se tira el rollo y solo me cobra 20 euros. Como el coche no es mío, debo sustiruir el puto tapacubos. Otros 15 euros.
Resultado 96 + 20 +15 = 131 euros por dos gatos enfermos y con toda la mala hiostia que les permitía su precaria salud (estaban a punto de cascarla , la verdad). Y llegar a fin de mes ya fue la hostia.
Al caserío. Los gatos se ponen buenos, su caracter mejora un huevo, hacen buenas migas con nuestro gato Txomin (que ya tiene 17 años!!) y... desarrollan una incipiente sexualidad. El gato ("Sorte", suerte en euskera)se trinca a la hembra ("Lucky") a todas horas y a pesar de nuestros desvelos y de pensar que era imposible que la hembra pudiese quedar en estado sin haber tenido el primer celo antes. De las divertidas "sesiones"
que se metían ambos gatos sale una camada de 5 cachorros: 1 macho y 4 hembras, a los cuales hay que buscar dueño. Cosa que solo conseguimos con el macho.
5 hembras receptivas para los machos. Pues imaginaros. Si no llegamos a castrar a los machos es que el que se corta los huevos soy yo.