Este gif animado está extraído de un vídeo de la NASA y están tomadas desde el interior de la cápsula Soyuz en el momento de reentrada a la atmósfera. La secuencia fue grabada por el astronauta Mike Hopkins durante la Expedición 37/38 de regreso de la Estación Espacial Internacional. En ella se aprecian una especie de chispazos consecuencia de la fricción de la nave con la atmósfera en el momento del descenso.
A la altura de 35 km, los ocupantes de la cápsula están sometidos a una fuerza de 4g, pero podrían alcanzar los 9g en caso de un descenso más vertical. La maniobra, desde el principio de reentrada, lleva varias horas y llega a ser agotadora.
Hace un rato rebuscando fotos antiguas he ido a parar con las de una ex que es la viva imagen del título de este hilo..."La belleza del mal"...que mala era la jodía pero como estaba.
Ese es el acorazado Missouri, de la SGM, se usó en Corea y se renovó para Vietnam, se volvió a remodelar y modernizar para la Operación Tormenta del desierto, más bien creo que por motivos patrióticos y simbólicos que por los puramente operativos, no obstante se lanzaron decenas de Tomahawks y luego hubo una peli con el cenutrio este cuello ancho.
Las operaciones de "alta velocidad" del mercado norteamericano dejan en desventaja a quienes operan en bolsa desde la lejanía (si acaso estar en la otra costa del país es lejanía) porque más de un 30 por ciento de las órdenes ellas se cancelan antes de que alguien de la otra costa pueda reaccionar.
Lo que que tarda en llegar un precio de Nueva York a California y un broker en enviar una orden de vuelta es más que lo que tarda el sistema de trading en lanzar la oferta y acto segundo cancelarla – que es la técnica que utiliza este tipo de operaciones de alta frecuencia. No solo el retardo en llegar a California es considerable (30% del total): el 20% también se pierden tan pronto salen del estado en la que opera la bolsa.
La revista Wired contaba hace tiempo cómo las empresas de trading compiten por tener no solo mejores datacenters, sino miles de cientos de kilómetros de fibra de alta velocidad para comunicarlos de forma más rápida y además por alquilar los mejores espacios físicos lo más cerca posible de los puntos de interconexión de las bolsas. Y es que aquí, más que nunca, cada microsegundo es oro.
Básicamente consiste en saturar el mercado con operaciones y cancelaciones ultrarrápidas del orden de milisegundos e incluso microsegundos buscando cerrar compraventas en las que haya un mínimo margen del beneficio, en ocasiones céntimos o fracciones de céntimo. Si todo va bien, esos céntimos acumulados a lo largo del día pueden sumar millones en poco tiempo.
El vídeo muestra a modo de ejemplo lo que sucede con la cotización y órdenes de General Electric en diversas bolsas. Lo impresionante es que el vídeo dura en total 1/4 de segundo; el paso de los dígitos del centro marca cada milisegundo.
Y es que el HTF (High Frequency Trading, Negociación de alta frecuencia) ha sido controvertido desde que se inventó, con expertos reclamando más regulación y que se investiguen «casos» que suceden en ese extraño reino de algoritmos y milisegundos.
Las críticas al HFT parten de que esta fórmula parece premiar únicamente a la tecnología y las operaciones rápidas y automáticas, no a otros factores más propios de los mercados bursátiles y las empresas que cotizan en él. Según cuentan, hace menos de cinco años se calculó que las operaciones mediante HFT suponían entre el 60 y 70% del volumen de las que se realizaban todos los días; actualmente se calcula del 40% tanto para Estados Unidos como para Europa. En países como Italia se impuso el año pasado un impuesto del 0,002% para cada transacción realizada en menos de 0,5 segundos.
Entre otras cosas, se atribuye al HFT el Flash Crash de 2010, en el que el índice Dow Jones perdió y recuperó la barbaridad de un 9% en cuestión de minutos.
Maniobra de un 747-400 sin parte del tren de aterrizaje.
Sucedía ayer mismo; un 747-400 (Virgin con más de 450 personas a bordo) que iba de Londres a las Vegas encontró complicaciones durante el vuelo. Tras declarar emergencia se pasó unas cuantas horas dando vueltas sin que se explicara muy bien qué estaba sucediendo. Se podía intuir algún problema técnico y que estaba quemando combustible para un aterrizaje de emergencia con menos riesgo.
El desenlace es el que muestra el video, con un aterrizaje no estándard porque le faltaba parte del tren de aterrizaje derecho.