No le podemos pedir a un chaval de quince años que se preocupe por la vivienda, ni por la sanidad pública. ¿Acaso nos preocupábamos nosotros a su edad? Dadles tiempo que con la que les va a caer encima, no les va a quedar más cojones que madurar de golpe. Estos no van a tener la próspera y alegre juventud que muchos hemos tenido durante las últimas dos décadas, pero aún no se han dado cuenta... Cuando vean que ellos con una ingeniería no podrán comprarse el BMW que se compró su hermano mayor currando de albañil van a despertarse como Neo en Matrix y se van a empezar a hacer muchas preguntas. Las respuestas las encontrarán todos en la gran hemeroteca en la que se ha convertido internet.
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