Bueno, aunque seguro que muchos de vosotros ya lo sabéis, permitidme que lo exponga para los demás.
Estoy hablando de una nota, sí, una nota musical, la que quieras. Y da igual del instrumento que venga, incluso de tu voz.
Imagina esa nota sonando, así:"piiiiiiiiiiii"... muy gráfico, ¿verdad?. Vamos a llamarla Do.
Imagina esa nota como un palo vertical, como un árbol. Pues bién, cuando pasas un buen tiempo oyendo esa nota, un Do como la copa de un pino, empiezas a darte cuenta de que no es una nota pura, sino que está formada por algunos armónicos que se entrelazan con la nota dominante, como una cuerda hecha de hilos.La cuerda es el Do y los hilos son los armónicos.
Estos armónicos no son evidentes cuando oímos el Do de pasada, pero ahora sí. Cuesta oirlos, pero acaban apareciendo.
Y cuanto más y mejor los oyes, cuando prestas toda tu atención durante el tiempo necesario, los armónicos se multiplican como setas.
La imagen que formamos antes, la del Do como si fuese un árbol, ahora le han salido unas ramitas, que son los armónicos. ¡Vaya! qué curioso, la nota no era pura, estaba formada por otras notas. De hecho, por todas las demás notas.
Si esta imagen es de por sí sorprendente, ahora vamos a dar un paso más. Si tuviésemos la energía suficiente, la paciencia suficiente y el interés suficiente, como para coger al azar uno de esos armónicos y volver a repetir la misma operación que hicimos con el primer Do, volveríamos a pasar por la misma experiencia, la de ver (oir) cómo de ese armónico, pongamos que es un Re, vuelven a surgir otra tanda de armónicos.
Ahora tenemos: Un Do rodeado de armónicos, uno de esos armónicos-satélite, un Re, que a su vez también está rodeado de otros armónicos.
Tengo la certeza que muchos, en este punto o antes, ya han abandonado el hilo. Lo entiendo, puede parecer un rollo patatero.
Pero yo, erre que erre, no termino hasta que termine, ¡ea!
La gracia de este asunto, lo que me tiene maravillado, es que este ciclo no termina nunca. NUNCA.
Y para los que han llegado hasta aquí, premio: LA REALIDAD ÚLTIMA DE LA MATERIA ES EL SONIDO.
Y mira que yo soy burro para entender, que me lo he tenido que currar para creérmelo.Venga, analicemos cómo se ha llegado hasta eso.
Toda la materia está hecha de átomos. Los átomos vibran. Todo lo que vibra emite un sonido conforme a la frecuencia de su vibración.
Todo vibra, todo está vibrando y emitiendo sonidos, ergo nosotros, nuestros órganos (órganos, qué risa), nuestros cuerpos, los vegetales, las piedras, las moléculas del viento, el mismo viento, el planeta entero, el sol, la galaxia, el universo....todo ello está sonando, y todos los sonidos de todo lo que vibra en el universo podría ser percibido como una super-hiper-mega orquesta total. Lo único que nos impide disfrutar de esa música increíble es la birria de espectro que nuestro cerebro puede procesar, por lo menos en circunstancias "normales".
Es más, yo creo que tal música ya ha sido descrita por ciertas personas a lo largo de la Historia. Se trata de la música de las esferas.
¿Cómo? ¿Que porqué me meto en estos berenjenales sin ser ni físico ni místico?
Primero, soy músico y me interesa todo lo que tiene que ver con el sonido, con la música.
Segundo, si lo que estoy contando es cierto, es inaudito que nadie esté hablando de ello, por ejemplo en las escuelas o a nivel científico.
Tercero, porque soy un chico muy, pero que muy curioso.
Cuarto, porque una vez tuve esa experiencia y puedo dar fé de que todo eso es cierto. Y además, es IM-PRE-SIO-NAN-TE.
¿Has tenido tú alguna experiencia de ese tipo y quieres comentarlo?
¿No la has tenido y te parece una completa gilipollez y no quieres perder ni un segundo en estas mamandurrias?
Si te interesa y te apetece... aquí tienes tu espacio y tu turno para comentar lo que te dé la real gana.
Un saludo, compañeros.