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Venía comentado en otro hilo que los privados son un engorro; pero no siempre:
Hace un rato he recibido una romanza de una seguidora sevillana,( seguidora del Yuyu ) y con la que tuve un encuentro confuso en carnaval pasado. No revelaré su nombre, más que nada porque se esconde bajo un seudónimo (o Nick, como le llaman ustedes), por lo visto, el niki no tardó en perderlo.
Así que quedando en el anonimato su gracia, a salvo su honra, y en paz mi alma, como Tenorio improvisado, aporto un poema que no es mío; pero que va dirigido a mí, el padre del hijo que ha de nacer de sus entrañas.
El hijo de la Caleta:
Borrachos, los cuerpos sin frío,
al cabo de tanta bragueta
yacimos, el tuyo y el mío
en la playa la caleta.
Sin rojos ocasos ponientes,
tirantes y copas caídos,
mis prendas, tus gafas y dientes
y tus ganas, tío jodío.
Cuando partías, por dos, por lo sano
yo veía el tren alejarse*,
ese fragor tan gitano
que tenías por no mojarse.
Al cabo de cierto periodo,**
perdida en el tedio flagrante,
por decirlo de algún modo,
y que sea elegante,
creció mi vientre hasta treinta,
fruto del de cincuenta,
tú mientras con tu parienta,
yo, en cambio, con la placenta.
Truhan, más que el mismo Capote.
¿no decias que no podías?
Bien que metiste el cipote
donde nos duele a las tías.
Tú te fuiste para el foro;
yo me fui para Antequera
Te buscaba en el Faro;
tú mientras en Casa Manteca.
Ahora que te veo con gafas
(que cambias más que la Piquer de traje)
te digo: no sagas de naja.
Y vente; aunque sea de paje
Y hablando de pajas, pajero
mira a ver si te las hace solo;
o me traes un sonajero
pa tu hijo, de nombre Pocholo.
*(era el coche de Ludwig 21 en realidad, que no mienta)
** (o su ausencia, más bien)
Hace un rato he recibido una romanza de una seguidora sevillana,( seguidora del Yuyu ) y con la que tuve un encuentro confuso en carnaval pasado. No revelaré su nombre, más que nada porque se esconde bajo un seudónimo (o Nick, como le llaman ustedes), por lo visto, el niki no tardó en perderlo.
Así que quedando en el anonimato su gracia, a salvo su honra, y en paz mi alma, como Tenorio improvisado, aporto un poema que no es mío; pero que va dirigido a mí, el padre del hijo que ha de nacer de sus entrañas.
El hijo de la Caleta:
Borrachos, los cuerpos sin frío,
al cabo de tanta bragueta
yacimos, el tuyo y el mío
en la playa la caleta.
Sin rojos ocasos ponientes,
tirantes y copas caídos,
mis prendas, tus gafas y dientes
y tus ganas, tío jodío.
Cuando partías, por dos, por lo sano
yo veía el tren alejarse*,
ese fragor tan gitano
que tenías por no mojarse.
Al cabo de cierto periodo,**
perdida en el tedio flagrante,
por decirlo de algún modo,
y que sea elegante,
creció mi vientre hasta treinta,
fruto del de cincuenta,
tú mientras con tu parienta,
yo, en cambio, con la placenta.
Truhan, más que el mismo Capote.
¿no decias que no podías?
Bien que metiste el cipote
donde nos duele a las tías.
Tú te fuiste para el foro;
yo me fui para Antequera
Te buscaba en el Faro;
tú mientras en Casa Manteca.
Ahora que te veo con gafas
(que cambias más que la Piquer de traje)
te digo: no sagas de naja.
Y vente; aunque sea de paje
Y hablando de pajas, pajero
mira a ver si te las hace solo;
o me traes un sonajero
pa tu hijo, de nombre Pocholo.
*(era el coche de Ludwig 21 en realidad, que no mienta)
** (o su ausencia, más bien)
Otro, este es un tío feo, que me pde consejo/dictamen por privado:
ASIO
Asío
El azul de tu mirada
Asío
tu donoso cortés
Han sido
tus palabras y tus gestos
los que ahora lleva el viento
los que ahora ya no escucho
ya no siento ni con vino
ni sin ti.
Todo para una consulta sobre el ASIO4alll, manda cojones, Web de rapsodas...
ASIO
Asío
El azul de tu mirada
Asío
tu donoso cortés
Han sido
tus palabras y tus gestos
los que ahora lleva el viento
los que ahora ya no escucho
ya no siento ni con vino
ni sin ti.
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Vuelven tiempos graves, mejor con el SPL:
Ahora una un poco más en serio
Pluchra triunfantis
De ese abrazo que pretendes,
contacto livaino y vestido;
ese encuentro breve y pulcro
leve roce en el olvido.
Yo se que tú me entiendes,
que sabes qué lo que digo
eso que hablaste conmigo
lo que reside en lo ondo,
más lejos que bajo tu ombligo;
Más cerca que la piel presente.
Más lejos que banas promesas,
en lo profundo del río,
en lo inmediato del roce,
en las miradas limpias.
,
Noli me tangere,
ni del lado de Algeciras;
a veces se por qué miras:
no ves tormento en mi alma
pues miras lo que no miras.
Ve valiente y confiada,
ve caliente y confitada,
en el camino al Rocío
entre voces de pijerío,
la herradura y el polvo.
La certeza y la corteza;
los empeños y la firmeza,
los juncos se quiebran pronto
carros, viento y gentío
ya se nos viene río.
De ese abrazo marinero
de ese beso entre compadres
Ese adíos, pisha, hihoputa,
que me vino por tu espalda,
la medalla de la virgen,
en tu cuello, argentina,
tus botas de andar y camino,
los patos y el puto felino;
Almonte al lejos brillando
y un viejo almonteño en vespino.
De ese camino cansado
de todo eso tan cansino
De las alegrías rotas,
de los pucheros gitanos
¿no lo notas?
De eso y de esos abrazos,
con los que nos despedimos
o nos encontramos a veces;
te doy dos desde lo lejos:
Uno para tí y otro para tu madre
Ahora una un poco más en serio
Pluchra triunfantis
De ese abrazo que pretendes,
contacto livaino y vestido;
ese encuentro breve y pulcro
leve roce en el olvido.
Yo se que tú me entiendes,
que sabes qué lo que digo
eso que hablaste conmigo
lo que reside en lo ondo,
más lejos que bajo tu ombligo;
Más cerca que la piel presente.
Más lejos que banas promesas,
en lo profundo del río,
en lo inmediato del roce,
en las miradas limpias.
,
Noli me tangere,
ni del lado de Algeciras;
a veces se por qué miras:
no ves tormento en mi alma
pues miras lo que no miras.
Ve valiente y confiada,
ve caliente y confitada,
en el camino al Rocío
entre voces de pijerío,
la herradura y el polvo.
La certeza y la corteza;
los empeños y la firmeza,
los juncos se quiebran pronto
carros, viento y gentío
ya se nos viene río.
De ese abrazo marinero
de ese beso entre compadres
Ese adíos, pisha, hihoputa,
que me vino por tu espalda,
la medalla de la virgen,
en tu cuello, argentina,
tus botas de andar y camino,
los patos y el puto felino;
Almonte al lejos brillando
y un viejo almonteño en vespino.
De ese camino cansado
de todo eso tan cansino
De las alegrías rotas,
de los pucheros gitanos
¿no lo notas?
De eso y de esos abrazos,
con los que nos despedimos
o nos encontramos a veces;
te doy dos desde lo lejos:
Uno para tí y otro para tu madre
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