Buenas noches,
Pasados un par de meses después de terminar la obra del "estudio musical" que hicimos dentro de mi oficina, he elaborado un pequeño reportaje sobre el proceso que seguimos y los materiales que usamos, por si a alguien le es de utilidad. Aquí os queda.
Consideraciones previas:
La pretensión no es lograr un aislamiento acústico perfecto, sino conseguir una reducción del ruido transmitido al exterior, de manera que se pueda trabajar en música electrónica sin molestar excesivamente a la gente mientras trabaja, y ensayar a horas razonables del día sin exceder el límite legal de decibelios. Estudio musical es un término que le queda grande, quizás sería más apropiado decir "local de ensayo acondicionado". Hay que tener en cuenta que es la primera vez que abordo un proyecto así, que no tenía conocimientos previos del tema, que me he ido documentando en este foro y otros, que se han cometido algunos errores, como es normal, pero en general estamos contentos con el resultado.
REPITO: ESTO NO ES UN ESTUDIO MUSICAL NIVEL PROFESIONAL. Dicho queda.
He de calcular con más detalle el presupuesto final, pero creo que hablamos de unos 500-600€ a grosso modo.
1-El paciente:
El local donde construimos el estudio es una habitación de unos 11m2 dentro de nuestro local de oficina.
Unos grifos que sobresalen de la pared:
Visión del local, con los grifos ya cegados y los fluorescentes de la pared pendientes de quitar. La pared del fondo da al baño de la oficina, y la de la derecha con la regleta de enchufes es de Pladur y da a la pared del edificio (de piedra). Es la que más me preocupaba a la hora de aislar.
2-La operación:
Tras mucho comernos el tarro con materiales y procedimientos, elegimos el siguiente plan:
-Invertir el sentido de apertura de la puerta, que hasta ahora se abría hacia dentro, para optimizar el espacio.
-Hacer un zócalo en el perímetro del suelo con Copopren de 2cm.
-Cubrir el suelo por completo con Copopren de 2cm.
-Instalar un suelo de madera, con unas planchas de aglomerado de 21mm de espesor, de manera que los cantos del suelo apoyen contra el zócalo de Copopren para minimizar la transmisión de vibraciones a las paredes.
-Quitar la regleta larga que tenemos en la pared, que es un punto débil, y dejar sólo un punto de acceso desde el que sacaremos la luz para los aparatos/instrumentos.
-Dejamos como único punto de luz la lámpara del techo, que es más que suficiente. Como tiene alguna separación al techo, por el medio le metemos Copopren.
-Aplicar Copopren de 4cm en techo y paredes.
El zócalo:
Instalación del Copopren en el suelo:
La madera a medio colocar:
Finiquitando Copopren en el suelo:
Últimas piezas de madera:
Cortamos el sobrante del zócalo para que quede a ras con el suelo. Con amor y una hoja de cutter se hace fácilmente:
Para instalar el Copopren en el techo y paredes, usamos el adhesivo para Copopren que vende el mismo fabricante, de manera que nos ahorramos la perfilería metálica, que también empeora el aislamiento. Es exactamente igual que el Supergen de toda la vida, pero en botes de 10 litros. Para hacer más maniobrable la tarea, cortamos trozos de 1m2.
Consideraciones sobre el Copopren:
La mejor regla para ajustar unas piezas con otras es que es mejor pasarse de tamaño que quedarse corto. Si la pieza es un poco grande de más, como es flexible y esponjosa puedes irla comprimiendo hacia adentro de manera que quede perfectamente ajustado contra los bordes de la otra pieza.
El material se corta fácilmente con un cutter. Es cuestión de hacer un primer corte para marcar la trazada e ir repasando en pasadas largas. Eso sí, las hojas de cutter se desgastan enseguida. A la pasada número 7 ya no corta como en la primera.
Para medir las piezas irregulares, lo más cómodo es primero presentar un trozo de cartulina sobre el hueco, doblar los sobrantes para que quede la forma, y luego presentar el modelo de cartulina sobre el Copopren y cortar. Recordamos, mejor que sobre Copopren que quedarse corto y que haya un hueco entre piezas.
Además de aislante acústico, el Copopren es aislante térmico, de manera que abriga. Y mucho. En una habitación tan pequeña como esta, donde además no hemos planteado un sistema de ventilación (en parte por pasta/tiempo y porque implica debilitar el aislamiento acústico), en días de calor 4 tíos ensayando sudamos como cerdos y cada media hora apetece abrir la puerta y renovar un poco el oxígeno. Aquí en Coruña no hace mucho calor y salvo en lo más intenso del verano se aguanta bien, incluso se agradece ahora que empieza el frío.
Consideraciones importantes sobre el adhesivo:
Es MUY tóxico. Irritante para la piel, los vapores irritan los ojos y te dan un colocón tremendo si no usas mascarilla. Y no vale una mascarilla de esas de hospital. Tiene que ser una con filtros de los más cañeros. La primera vez pegué un par de planchas con una mascarilla cualquiera y me quedé mareado, con el estómago revuelto, y con sabor a pegamento en la boca durante el resto de la noche. Necesario también ponerse guantes, porque siempre te toca algo la piel, gafas por si te gotea algo en un ojo, y ropa de manga larga.
Como no sabíamos el aguante que tenía la cola, compramos unos puntales para sostener las piezas al techo. Mi conclusión es que no hacen falta, si aplicas bien la cola y la dejas secar correctamente se aguanta solo sin problemas.
La mejor manera de aplicar la cola es con un rodillo. Con brocha es bastante coñazo, aunque para algunas zonas puede hacer falta. Como todo, se le va cogiendo el toque con la práctica.
Según lo que ponen los botes, de media gastas un cuarto de litro de cola por cada metro cuadrado. Hay que aplicarlo en ambas superficies, o sea que por cada m2 de Copopren que vayas a pegar gastarás sobre medio litro de cola. Yo unté abundantemente y quizás gasté un poquito más. Con una película que cubra toda la cara a pegar es más que suficiente, no hace falta que sea una capa gorda.
Una vez aplicado sobre las dos caras, hay que dejarlo secar más o menos media hora. Cuando lo tocas con el dedo y no se te queda pegado al dedo suele ser la señal de que está en su punto óptimo. Eso sí, cuando está en este punto, la colocación no admite error. Si pegas la plancha más vale que esté bien colocada, porque 3 segundos más tarde ya no va a haber quien la despegue sin romper el Copopren. Si la vas a colocar en un sitio difícil, vale la pena hacerlo con la cola un poco más fresca, para tener opción a despegar y repegar un poco.
La mejor manera es presentar los bordes perfectamente, y desde ahí ir presionando el resto de la pieza.
Apuntalamiento de las piezas del techo:
Una vez terminado el techo, pasamos a las paredes. Tanto en techo como paredes hay varios tubos para cables fijados a la pared. Yo los hubiera quitado, pero al final optamos por dejarlos estar, rellenarlos lo mejor posible y luego aplicar Copopren por encima y a correr.
Primeras piezas de pared:
Fondo norte:
Detalle de los tubos que van por el techo. De momento los dejamos estar y aislamos lo más pegado posible:
Para que no quede hueco entre los tubos, rellenamos todo lo posible con el típico spray de espuma de poliuretano, que tiene cierto valor como aislante acústico. Luego cuando está seca (más o menos una hora) con un cutter recortamos para que quede un bloque lo más cuadrado posible y se pueda pegar Copopren por encima.
Perfilamos la caja de luces de la pared con el mismo sistema:
Y lo mismo para el tubo que va por la pared hacia el interruptor de la luz:
El interruptor bien abrigadito:
Detalle de encolado:
Aquí ya he cubierto todo un lado. Nótese que corté una tira más o menos cuadrada para cubrir el tubo de luz de la pared de la izquierda. Del mismo modo, por encima de los cables de la pared y el techo simplemente he puesto otra loncha de Copopren. Sobresale un poco pero no queda mal:
Remate sexy para el interruptor:
Remate sexy para el suelo:
Interior terminado fondo sur, con la regleta que pusieron los electricistas (la madre que los parió, podían haber puesto una mejor, pero no me di cuenta):
Fondo norte:
Como no teníamos muy claro el comportamiento del Copopren en cuanto a soltar virutillas, acustización, etc, lo que optamos fue por dejarlo visto y ver cómo se portaba, ya que no es tóxico. Al principio suelta un poco de polvillo, pero pasados un par de días queda tal cual. Aún nos quedaba por aislar la puerta, pero no me pude resistir y fui metiendo las cosas para dentro:
Aquí ya hicimos un ensayo a volumen suave para ver cómo se portaba el local. La diferencia es abismal. El Copopren se come todos los rebotes, lo único que da un poco de reverb es el suelo de madera y los propios objetos de dentro del local.
Tal vez no sea lo óptimo como estudio de grabación, pero como local de ensayo es la hostia. En un espacio muy reducido podemos ensayar a un volumen normal y la claridad de sonido es espectacular. Como no hay nada de eco, oyes cada instrumento súper separado, y según cómo orientes la cabeza cambia mucho. ¿Quiero escuchar más mi guitarra? Giro la cabeza de manera que mi oreja apunte hacia mi ampli. ¿Quiero escuchar menos el bajo? Giro la cabeza para que la oreja apunte a otra pared. Se notan los fallos de todo el mundo, si tal instrumento está desafinado, etc. Para mí, sónicamente, es el local más cómodo en el que he ensayado, muy por encima de locales con el triple de espacio.
En cuanto al aislamiento al exterior, ha sido mejor de lo que esperaba: probando a toda caña con una pantalla de voz, habiendo dentro un volumen que ni de coña vas a alcanzar en un ensayo porque te estalla la cabeza, hacia fuera se oye más o menos como una radio a volumen razonable. Ensayando con el grupo, lo que más sale es la batería y el bajo, sobre todo por conducción directa. En las escaleras a la oficina de arriba, en las paredes etc, la vibración de bombo y caja se nota bastante, sin tampoco ser un trauma. Tal vez en el futuro haga una pequeña plataforma con el Copopren que ha sobrado para elevar la batería y aislarla un poco más en cuanto a vibración, pero tal como está ya está bastante bien. En cuanto a voz y guitarra, es como si no existiera. El Copopren se lo come todo.
Finalmente, para el aislamiento de la puerta, que hasta ahora se cerraba con el típico brazo neumático, compré una maneta de presión muy sencilla en una ferretería, y con una miserable escuadra de metal hice la otra pieza. La maneta la tuve que elevar de la puerta con un taco de madera, para que sobresalga de la capa de Copopren de 4cm.
El marco simplemente lo recubrí con una capa de Copopren del 4.
En la esquina interior de la puerta, tuve que hacerle un pequeño rebaje al Copopren para que pudiera cerrar contra la espuma del marco.
La puerta desde dentro:
La puerta cerrada:
Conclusiones:
Ha valido la pena. Ya hemos producido varios temas de música, tanto electrónica como grabando guitarras, bajos y voces (todo menos batería) y el resultado ha sido satisfactorio. No es una gran obra, es más bien un acondicionamiento razonable, pero el que necesite un cuarto en el que poder hacer ruido creo que le vale la pena perfectamente.
Iré actualizando el post si alguien me sugiere o pregunta algo. Espero que sea de alguna utilidad a los manitas que anden cortos de pasta.
Un saludo!
Pasados un par de meses después de terminar la obra del "estudio musical" que hicimos dentro de mi oficina, he elaborado un pequeño reportaje sobre el proceso que seguimos y los materiales que usamos, por si a alguien le es de utilidad. Aquí os queda.
Consideraciones previas:
La pretensión no es lograr un aislamiento acústico perfecto, sino conseguir una reducción del ruido transmitido al exterior, de manera que se pueda trabajar en música electrónica sin molestar excesivamente a la gente mientras trabaja, y ensayar a horas razonables del día sin exceder el límite legal de decibelios. Estudio musical es un término que le queda grande, quizás sería más apropiado decir "local de ensayo acondicionado". Hay que tener en cuenta que es la primera vez que abordo un proyecto así, que no tenía conocimientos previos del tema, que me he ido documentando en este foro y otros, que se han cometido algunos errores, como es normal, pero en general estamos contentos con el resultado.
REPITO: ESTO NO ES UN ESTUDIO MUSICAL NIVEL PROFESIONAL. Dicho queda.
He de calcular con más detalle el presupuesto final, pero creo que hablamos de unos 500-600€ a grosso modo.
1-El paciente:
El local donde construimos el estudio es una habitación de unos 11m2 dentro de nuestro local de oficina.
Unos grifos que sobresalen de la pared:
Visión del local, con los grifos ya cegados y los fluorescentes de la pared pendientes de quitar. La pared del fondo da al baño de la oficina, y la de la derecha con la regleta de enchufes es de Pladur y da a la pared del edificio (de piedra). Es la que más me preocupaba a la hora de aislar.
2-La operación:
Tras mucho comernos el tarro con materiales y procedimientos, elegimos el siguiente plan:
-Invertir el sentido de apertura de la puerta, que hasta ahora se abría hacia dentro, para optimizar el espacio.
-Hacer un zócalo en el perímetro del suelo con Copopren de 2cm.
-Cubrir el suelo por completo con Copopren de 2cm.
-Instalar un suelo de madera, con unas planchas de aglomerado de 21mm de espesor, de manera que los cantos del suelo apoyen contra el zócalo de Copopren para minimizar la transmisión de vibraciones a las paredes.
-Quitar la regleta larga que tenemos en la pared, que es un punto débil, y dejar sólo un punto de acceso desde el que sacaremos la luz para los aparatos/instrumentos.
-Dejamos como único punto de luz la lámpara del techo, que es más que suficiente. Como tiene alguna separación al techo, por el medio le metemos Copopren.
-Aplicar Copopren de 4cm en techo y paredes.
El zócalo:
Instalación del Copopren en el suelo:
La madera a medio colocar:
Finiquitando Copopren en el suelo:
Últimas piezas de madera:
Cortamos el sobrante del zócalo para que quede a ras con el suelo. Con amor y una hoja de cutter se hace fácilmente:
Para instalar el Copopren en el techo y paredes, usamos el adhesivo para Copopren que vende el mismo fabricante, de manera que nos ahorramos la perfilería metálica, que también empeora el aislamiento. Es exactamente igual que el Supergen de toda la vida, pero en botes de 10 litros. Para hacer más maniobrable la tarea, cortamos trozos de 1m2.
Consideraciones sobre el Copopren:
La mejor regla para ajustar unas piezas con otras es que es mejor pasarse de tamaño que quedarse corto. Si la pieza es un poco grande de más, como es flexible y esponjosa puedes irla comprimiendo hacia adentro de manera que quede perfectamente ajustado contra los bordes de la otra pieza.
El material se corta fácilmente con un cutter. Es cuestión de hacer un primer corte para marcar la trazada e ir repasando en pasadas largas. Eso sí, las hojas de cutter se desgastan enseguida. A la pasada número 7 ya no corta como en la primera.
Para medir las piezas irregulares, lo más cómodo es primero presentar un trozo de cartulina sobre el hueco, doblar los sobrantes para que quede la forma, y luego presentar el modelo de cartulina sobre el Copopren y cortar. Recordamos, mejor que sobre Copopren que quedarse corto y que haya un hueco entre piezas.
Además de aislante acústico, el Copopren es aislante térmico, de manera que abriga. Y mucho. En una habitación tan pequeña como esta, donde además no hemos planteado un sistema de ventilación (en parte por pasta/tiempo y porque implica debilitar el aislamiento acústico), en días de calor 4 tíos ensayando sudamos como cerdos y cada media hora apetece abrir la puerta y renovar un poco el oxígeno. Aquí en Coruña no hace mucho calor y salvo en lo más intenso del verano se aguanta bien, incluso se agradece ahora que empieza el frío.
Consideraciones importantes sobre el adhesivo:
Es MUY tóxico. Irritante para la piel, los vapores irritan los ojos y te dan un colocón tremendo si no usas mascarilla. Y no vale una mascarilla de esas de hospital. Tiene que ser una con filtros de los más cañeros. La primera vez pegué un par de planchas con una mascarilla cualquiera y me quedé mareado, con el estómago revuelto, y con sabor a pegamento en la boca durante el resto de la noche. Necesario también ponerse guantes, porque siempre te toca algo la piel, gafas por si te gotea algo en un ojo, y ropa de manga larga.
Como no sabíamos el aguante que tenía la cola, compramos unos puntales para sostener las piezas al techo. Mi conclusión es que no hacen falta, si aplicas bien la cola y la dejas secar correctamente se aguanta solo sin problemas.
La mejor manera de aplicar la cola es con un rodillo. Con brocha es bastante coñazo, aunque para algunas zonas puede hacer falta. Como todo, se le va cogiendo el toque con la práctica.
Según lo que ponen los botes, de media gastas un cuarto de litro de cola por cada metro cuadrado. Hay que aplicarlo en ambas superficies, o sea que por cada m2 de Copopren que vayas a pegar gastarás sobre medio litro de cola. Yo unté abundantemente y quizás gasté un poquito más. Con una película que cubra toda la cara a pegar es más que suficiente, no hace falta que sea una capa gorda.
Una vez aplicado sobre las dos caras, hay que dejarlo secar más o menos media hora. Cuando lo tocas con el dedo y no se te queda pegado al dedo suele ser la señal de que está en su punto óptimo. Eso sí, cuando está en este punto, la colocación no admite error. Si pegas la plancha más vale que esté bien colocada, porque 3 segundos más tarde ya no va a haber quien la despegue sin romper el Copopren. Si la vas a colocar en un sitio difícil, vale la pena hacerlo con la cola un poco más fresca, para tener opción a despegar y repegar un poco.
La mejor manera es presentar los bordes perfectamente, y desde ahí ir presionando el resto de la pieza.
Apuntalamiento de las piezas del techo:
Una vez terminado el techo, pasamos a las paredes. Tanto en techo como paredes hay varios tubos para cables fijados a la pared. Yo los hubiera quitado, pero al final optamos por dejarlos estar, rellenarlos lo mejor posible y luego aplicar Copopren por encima y a correr.
Primeras piezas de pared:
Fondo norte:
Detalle de los tubos que van por el techo. De momento los dejamos estar y aislamos lo más pegado posible:
Para que no quede hueco entre los tubos, rellenamos todo lo posible con el típico spray de espuma de poliuretano, que tiene cierto valor como aislante acústico. Luego cuando está seca (más o menos una hora) con un cutter recortamos para que quede un bloque lo más cuadrado posible y se pueda pegar Copopren por encima.
Perfilamos la caja de luces de la pared con el mismo sistema:
Y lo mismo para el tubo que va por la pared hacia el interruptor de la luz:
El interruptor bien abrigadito:
Detalle de encolado:
Aquí ya he cubierto todo un lado. Nótese que corté una tira más o menos cuadrada para cubrir el tubo de luz de la pared de la izquierda. Del mismo modo, por encima de los cables de la pared y el techo simplemente he puesto otra loncha de Copopren. Sobresale un poco pero no queda mal:
Remate sexy para el interruptor:
Remate sexy para el suelo:
Interior terminado fondo sur, con la regleta que pusieron los electricistas (la madre que los parió, podían haber puesto una mejor, pero no me di cuenta):
Fondo norte:
Como no teníamos muy claro el comportamiento del Copopren en cuanto a soltar virutillas, acustización, etc, lo que optamos fue por dejarlo visto y ver cómo se portaba, ya que no es tóxico. Al principio suelta un poco de polvillo, pero pasados un par de días queda tal cual. Aún nos quedaba por aislar la puerta, pero no me pude resistir y fui metiendo las cosas para dentro:
Aquí ya hicimos un ensayo a volumen suave para ver cómo se portaba el local. La diferencia es abismal. El Copopren se come todos los rebotes, lo único que da un poco de reverb es el suelo de madera y los propios objetos de dentro del local.
Tal vez no sea lo óptimo como estudio de grabación, pero como local de ensayo es la hostia. En un espacio muy reducido podemos ensayar a un volumen normal y la claridad de sonido es espectacular. Como no hay nada de eco, oyes cada instrumento súper separado, y según cómo orientes la cabeza cambia mucho. ¿Quiero escuchar más mi guitarra? Giro la cabeza de manera que mi oreja apunte hacia mi ampli. ¿Quiero escuchar menos el bajo? Giro la cabeza para que la oreja apunte a otra pared. Se notan los fallos de todo el mundo, si tal instrumento está desafinado, etc. Para mí, sónicamente, es el local más cómodo en el que he ensayado, muy por encima de locales con el triple de espacio.
En cuanto al aislamiento al exterior, ha sido mejor de lo que esperaba: probando a toda caña con una pantalla de voz, habiendo dentro un volumen que ni de coña vas a alcanzar en un ensayo porque te estalla la cabeza, hacia fuera se oye más o menos como una radio a volumen razonable. Ensayando con el grupo, lo que más sale es la batería y el bajo, sobre todo por conducción directa. En las escaleras a la oficina de arriba, en las paredes etc, la vibración de bombo y caja se nota bastante, sin tampoco ser un trauma. Tal vez en el futuro haga una pequeña plataforma con el Copopren que ha sobrado para elevar la batería y aislarla un poco más en cuanto a vibración, pero tal como está ya está bastante bien. En cuanto a voz y guitarra, es como si no existiera. El Copopren se lo come todo.
Finalmente, para el aislamiento de la puerta, que hasta ahora se cerraba con el típico brazo neumático, compré una maneta de presión muy sencilla en una ferretería, y con una miserable escuadra de metal hice la otra pieza. La maneta la tuve que elevar de la puerta con un taco de madera, para que sobresalga de la capa de Copopren de 4cm.
El marco simplemente lo recubrí con una capa de Copopren del 4.
En la esquina interior de la puerta, tuve que hacerle un pequeño rebaje al Copopren para que pudiera cerrar contra la espuma del marco.
La puerta desde dentro:
La puerta cerrada:
Conclusiones:
Ha valido la pena. Ya hemos producido varios temas de música, tanto electrónica como grabando guitarras, bajos y voces (todo menos batería) y el resultado ha sido satisfactorio. No es una gran obra, es más bien un acondicionamiento razonable, pero el que necesite un cuarto en el que poder hacer ruido creo que le vale la pena perfectamente.
Iré actualizando el post si alguien me sugiere o pregunta algo. Espero que sea de alguna utilidad a los manitas que anden cortos de pasta.
Un saludo!