A los que gustan de teorías de la conspiración, buscan culpables, encuentran soluciones que no ve nadie más... con cariño les dejo este texto tan divertido como aplastantemente descriptivo de mucho de lo que está ocurriendo ahora. El texto lo publicó en redes sociales un amigo de la infancia que es biólogo y estuvo en el extranjero investigando entre otras cosas el uso de la inteligencia artificial para combatir asuntos como el de ahora. Por cierto volvió a España y está en paro. Será que le quitan el trabajo todos esos expertos que han aparecido en España. En fin, es muy gracioso, os lo dejo a continuación:
Mueren diez personas en una noticia falsa.
Las quejas no se han hecho esperar, pues algunos lectores han comentado en redes que encontraban ofensivo no mencionar el género de las no fallecidas.
Otros, menos indignados, se han limitado a apuntar que centrarse en fallecidos puede provocar la sensación de que en este país las noticias falsas son una broma, que mueren muchas más personas de mentira que las que mueren en realidad, y que habría que tomarse las mentiras algo más en serio.
En ello han coincidido los tertulianos bien informados por un comité de expertos en mentiras, que lamentablemente estaban ocupados y han sido sustituidos por símbolos como batas blancas, doctorados de verdad de la buena y cátedras de diversa consideración, para mantener el perfil lo bastante bajo, circular y sostenible, no fuera a colarse una opinión o un "yo creo que", con la carga de autenticidad que dan esos terribles y populares mensajes, y lo necesaria que es la accesibilidad al conocimiento bien sesgado, porque ya se sabe que los titulares los carga el Diablo, y más vale sesgo conocido que sesgo por conocer.
Aún otros, se han lamentado de que las noticias falsas Premium están invisibilizando a las de prueba gratuita, lo cual han defendido a nivel del barro mediante la presencia de más expertos; éstos sí que se gritaban y descalificaban como es debido, sin mostrar su título pero mentándose la madre o la filiación política cada dos por tres. Queriendo visibilizar noticias "menos falsas", han tratado de aprovechar su minuto de gloria en televisión y en internet llamando a la concienciación sobre las mentiras poco contrastadas, y no ésas de alta calidad que corren por ahí como la pólvora por aquello del clickbait, los grupos de Whatsapp, etc. Al respecto, un portavoz de Faquiu.org ha declarado que ya han recibido varias reclamaciones de consumidores de mentira, ya que les llega material que luego resulta no ser tan falso como uno esperaba, con la consiguiente pérdida de tiempo de las personas que quieren ser engañadas y creer lo primero que les digan, no vaya a ser que la realidad les fastidie la ficción. "Las mentiras de serie B están arrasando con las de serie A, un problema de muchísimo mayor calado social", ha recalcado otra experta, con la consiguiente lluvia de zascas, "qué me dices de", "capitalista tenía que ser" y #en_mi_nombre_ya_veremos de los sectores más críticos.
A su vez, los intelectuales han recordado que se está poniendo el grito en el cielo por 10 personas que no han muerto -repiten: no han muerto-, pero se está creando todo un remolino de intensidad indignante a costa de una fake new, que sí, que mola mucho hablar de quién ha dicho qué, pero que cambiar tanto de tema, al final acaba despistando al personal, cuyos sentimientos son al fin y al cabo el motor de una industria retuitera y repostera mundial, y que de qué van a comer los hijos de los milennials cuando las tostadoras cobren más que los abogados.
Por supuesto, se ha triturado esa aseveración como una opinión cualquiera, tan dogmática que raya en la censura, y las pieles finas del país han amenazado con denunciar esas voces intelectuales por no comulgar, por no pensar en las muertes falsas y centrarse solamente en las de verdad.
En una cosa sí han coincidido los diversos frentes, desde viejas glorias del periodismo y plumas políticas del país, hasta futbolistas, actores, actrices y el sindicatos de cuñados, y es que esto no hace más que socavar la credibilidad de los mentirosos profesionales, y que "las mentiras ya no son lo que eran".
Les recordamos que las mentiras oficiales pueden encontrarlas en páginas web de total transparencia, democráticamente testadas y abiertas a la completa sabiduría de los verdaderos portadores de la Sagrada Ignorancia; mil reverencias le sean hechas y atendido sea su mensaje multimedia, así en directo como en diferido.
Devolvemos la conexión a Cuñados y Trolls y Viceversa.
