El_rostro_Impenetrable. escribió:
eres mui cruel..yo crei que los musicos eran buenos,seguro tomas drogas
Una vez quise probar qué se sentía al fumar un porro, pero como me daba miedo visitar los arrabales y los barrios dónde se venden este tipo de sustancias, decidí fabricarme mi propia "mierda" (así es como llaman al hachís en las películas americanas, "mierda"). Así pues, yo, en mi inocente descoñocimiento, me dispuse a recoger de la calle esos truños de perro que con tanta generosidad nos regalan nuestros amables conciudadanos, los amos de los canes urbanitas.
Tras conseguir una considerable cantidad de mierda de perro en distintos colores, formas y texturas, los puse a secar a la solana de mi patio, entre los geranios y la albahaca. Mierdas, mierdas everywhere secándose cual mojama pescatera, perfumando y aromatizando las tardes veraniegas de éste pequeño cyborg.
Me cubro de vergüenza al reconocer púbicamente que no soy capaz de describir con palabras la odisea que supuso para mí el liar el puñetero porro. ¡El papel era demasiado fino! ¡Se rompía muy fácilmente y la mierda de perro seca y triturada se esparcía everywhere! Demonios, enrollar aquello fue toda una aventura. Pero con tesón y cabezonería lo pude conseguir, fuck yeah!
Encender ese porro de mierda canina fue algo más que una experiencia; fue todo un viaje iniciático y desvirgador para un joven cyborg inexperto en las cosas de la vida chunga. Cómo olvidar ese... ese... ese sentimiento... ese... ese... PESTAZO A ZURULLO QUEMADO que se me entraba por los bujeros de la nariz y se me salía por las orejas. ¿Alguno vio pitufos de color de rosa? Yo sí.
Aún tengo secuelas y puedo afirmar y afirmo que con ese porro de mierda de perro tuve suficiente para el resto de mis días.