Joder, qué putada. Además era muy joven. Los he visto dos veces en directo, la primera vez hace ya bastantes años sin conocerlos de antes, y me atraparon desde el primer momento. Además Rabinovich era, para mí, uno de los dos más graciosos, junto a Mundstock. Una lástima. RIP.
Vaya faena. Era un tío grande en un grupo grande como son Les Luthiers. DEP
Una putada, para mí el más grande de Les Luthiers junto a Ernesto Acher, quien dejara el grupo hace unas décadas por discrepancias con Mundstock. La magia entre Rabinovich y Mundstock llevó al grupo por otros andares, con menos música y más diálogo, o biólogo, que dirían ellos. Ester Píscore y La Silvia se han quedado huérfanas.
Descanse entre risas y no paren...
Me encanta Les Luthiers,desde hace muchos años,siempre que quise ir a verlos,se habian agotado las entradas.
Una gran perdida para el humor mundial.
Esa delirante presentación #3 me costó, hará unos 25 años uno de los dos auténticos ataques de risa que he sufrido en mi vida. es algo muy jodido, creedme. Llega un momento en que, sin poder dejar de reir, notas que te ahogas sin remedio y os juro que te sientes morir. Los que hayáis pasado por eso sabéis que no miento. Lo de la vieja leyendo hebria fué definitivo y ahí me dió el ataque. Lo juro.
Luego, he visto ese sketch varias decenas de veces y ahora puedo disfrutarlo sin peligro, pero fué tremendo.
Tuve la suerte de verles 2 veces en directo y creo tener casi todos sus videos. Excelentes músicos, intérpretes, vocalistas, compositores, y arreglistas. guionistas y actores que ya no volverán a ser jamás los mismos con la ausencia del Sr. Rabinovich.
Arte en estado puro.
Fui a ver a Les Luthiers por primera vez en el teatro Poliorama de Barcelona en 1974. Para mí fue un descubrimiento que despertó mi admiración por esa melange de instrumentos que hoy se denominarían DIY con música y humor irónico, ingenioso, con segundas interpretaciones, en un guión en el que todo estaba preparado para divertir al personal.
Algunos nos hicimos incondicionales como si ellos fueran el grupo de moda del último cuarto del siglo pasado.
Daniel era, en mi opinión, el componente con más expresividad, el más actor. Sus gestos, sus caras, es difícil olvidar algunas de sus expresiones.
Gran instrumentista, igual tocaba el bombo legüero, que el bajo, que el helicón, que el bass-pipe a vara (aquella especie de trombón enorme con ruedas), sin olvidar la voz, por supuesto.
Daniel, llévate lo mejor, nuestras risas.
Descansa en paz.