Finale IPad
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No tiene pinta, ahora que han iniciado la carrera Dorico y Sibelius, lo más seguro es que no tengan un inicio fácil de intentarlo. Tuvieron una aplicación que visualizaba partituras previamente hechas en Finale, pero no se si continúan su desarrollo o soporte.
Sigo pensando que un portátil barato es siempre mejor máquina para escribir música que una pantalla escritora, he probado Notion 6 (de escritorio) y la versión de tableta y la diferencia de manejo es abismal, aunque Notion no es que sea tampoco la panacea.
Sigo pensando que un portátil barato es siempre mejor máquina para escribir música que una pantalla escritora, he probado Notion 6 (de escritorio) y la versión de tableta y la diferencia de manejo es abismal, aunque Notion no es que sea tampoco la panacea.
(Respuesta un poco largo, disculpas)
Desconozco las intenciones de desarrollo por parte de la empresa propietaria de Finale, pero yo me inclino a pensar que habrá algún día en que Finale pueda ejecutarse en dispositivos móviles. Es probable que sea en la próxima versión, pero son impresiones no certezas.
La razón es que los ordenadores actuales están migrando a procesadores diseñados originalmente para dispositivos móviles. Los procesadores M1 y M2 de Apple están pensados tanto para la gama de iPad Pro, como para sus ordenadores de sobremesa y portátiles. Esto significa que el código de las aplicaciones plenamente nativas en ambos es esencialmente el mismo. De este modo cualquier aplicación para iPad puede correr en un ordenador Mac con procesador de ese tipo y viceversa.
https://support.apple.com/es-es/guide/app-store/fird2c7092da/mac
Este tipo de desarrollo múltiple ya fue introducido por Windows hace tiempo: UWP (Universal Windows Plataform o Plataforma Universal de Windows ).
https://docs.microsoft.com/es-es/windows/uwp/get-started/universal-application-platform-guide
Las aplicaciones así programadas pueden correr en cualquier dispositivo. El programador marca las funciones que están activas en cada dispositivo y que intentan optimizar las características de procesamiento y capacidad de espacio en pantalla de cada uno de ellos. Esto es lo que ha ocurrido con Dorico y Sibelius (por eso el instalador de Dorico SE, Elements y Pro es el mismo. El ordenador, en función de la licencia, activa o desactiva lo que puedes usar). Al adaptar el código para correr de manera nativa (sin Rosetta 2) con esos procesadores, las App así diseñadas disponen de la misma compatibilidad. Office 365 también tiene la misma dirección desde hace años. Las versiones para iPad e iPhone (incluso para Android) son las mismas, pero tienen limitaciones debido a que ciertas no son esenciales para el funcionamiento y consumirían demasiado rápido la batería. En otros casos simplemente por la limitación de espacio en pantalla.
Dorico solo ha lanzado la versión activada para iPad, ya que su interface original no cabe en un iPhone. Sibelius ha optado por desarrollar en segundo plano una interfaz minimalista (para algunos excesiva) que permite correr Sibelius en la pequeña pantalla de un iPhone, es probable que pasado un tiempo de lugar a una interface minimalista también para el ordenador, al estilo del añorado Sibelius 6. Esto ya ocurrió con las versiones móviles de Office. La interfaz de Word no entra en un teléfono o una tableta, así que tiene su propia versión simplificada.
Ni Sibelius ni Dorico han tenido que hacer un esfuerzo de desarrollo extra programando una aplicación para un sistema operativo nuevo, solo han tenido que tener en cuenta, al adaptarse a M1, marcar las funciones que iban a estar disponibles, y dedicar algo de tiempo a testear posibles bugs también en estos dispositivos.
Finale, más pronto que tarde, va a tener que traducir su código para procesadores móviles (Rosetta 2 no durará para siempre), la serie M de apple y los que planea Microsoft para recomendar en los dispositivos de gama media y alta por cuestiones de consumo y espacio. Una vez adapte el código lo único que deberá de considerar es cómo integrar su interface en las pantallas móviles. Puede que estén tardando un poco más ya que la empresa propietaria de Finale hoy en día no está tan orientada a su editor de partituras como los dos programas de la competencia más directa. La plataforma educativa SmartMusic y las librerías en donde llevan ventaja a la competencia. Sin olvidar que es responsable del desarrollo de MusicXML.
Finale SongBook era un lector de partituras muy interesante para iPad, pero desapareció, junto con muchas otras brillantes aplicaciones enterradas por las exigencias de limitación de contenidos y funciones de Apple.
El objeto de las aplicaciones móviles o multiplataforma no es tener que elegir entre una y otra. Es poder trabajar con el máximo de flexibilidad. Tanto Sibelius/Dorico como Notion se pueden ejecutar en un iPad o un iPhone con un teclado y un ratón. La experiencia es casi la misma que en un ordenador, con sus atajos de teclado y todo. Pero si estás en un tren abarrotado y quieres ir anticipando algo de trabajo o anotar una idea, puedes sacar el iPad y el Apple Pencil para anotar la partitura que luego puedes continuar el ordenador si quieres. Las últimas actualizaciones de Sibelius (y creo que Dorico también) están trabajando en la sincronización completa con iCloud mediante una carpeta dedicada a la aplicación. He empezado muchas partituras en un iPad haciendo el trabajo "sucio" en espacios sin escritorio o trabajando en el atril del un piano electrónico conectando el MIDI mediante Bluetooth, terminando de darles el aspecto final en el ordenador. Tras unas pocas experiencias de uso incluso introducir las notas con el dedo utilizando los gestos en el keypad es bastante rápido.
Sibelius al menos (Dorico Pro para iPad requiere una suscripción extra además de la licencia razón por la que apenas lo uso) es compatible con Universal Control. Esto permite usar el teclado y ratón del ordenador a la vez en el iPad, e intercambiar archivos entre ambos. De esta manera puedes estar trabajando en una partitura en el ordenador, guardarla y, desde el iPad hacer anotaciones a mano con el lápiz. Otras funciones interesantes se obtienen mediante Handoff.
Todo esto también va orientado en la dirección del trabajo colaborativo posible en Office 365. Primero que puedas abrir en cualquier momento cualquier partitura en el dispositivo que tengas a mano, escuchar la partitura, modificarla si es necesario y compartirla sin necesidad de tener el ordenador a mano. En segundo lugar poder trabajar varias personas en el mismo documento y en tiempo real. Esto lo utilizo a menudo con Word 365 en el trabajo de departamento del Conservatorio y es alucinante la manera en que 6 u 8 personas pueden estar a la vez haciendo anotaciones y modificando el mismo documento sin tener que enviarse copias de la versión 1, la 2, la deifinitiva, la definitiva pero ya,... y es que la ventaja principal del sistema tipo Office 365 es que los documentos se guardan solos en tiempo real llevando un registro de versiones con informe de fecha y hora en la que hizo ¡cada cambio o revisión! para poder recuperar el trabajo en cualquier punto. Existe también la posibilidad de establecer categorias como editor, revisor o solo lector. De manera que los revisores o lectores proponen cambios mediante un sistema de comentarios que el editor acepta o no.
¿Y esto es igual de útil en un editor de partituras? En algunos contextos como el educativo o proyectos de música para audiovisuales lo es. El profesor puede estar en su yate de lujo con el editor de partituras abierto viendo cómo el alumno trabaja en su documento en tiempo real en su ordenador o su iPad la composición de una fuga o el arreglo de un tema. El profesor puede hacerle comentarios o modificaciones directamente en la partitura en tiempo real. No siendo entusiasta de este tipo de relación a distancia, abre posibilidades a estar tumbado en una playa en Canarias dando clases de composición a un japonés en el centro de Tokio.
Hay otro elemento a considerar cuando viajas: espacio y peso. Ha habido años que viajaba con mi portátil en el mochila, y no pesa para cargarlo un rato, pero cuando son muchos ratos se hace incómodo. Si vas a darle trabajo es posible que tengas que llevar también el cargador. Con un iPad la cosa es más sencilla. Menor tamaño, mucho menor peso y para cargarlo solo necesitas un cable sencillo que conectas a cualquier USB o cargador USB. Actualmente llevar un iPad con un Magic Keyboard hace que mi espalda sufra menos sin perder muchas opciones de tareas que puedo realizar.
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Teniendo en cuenta la orientación educativa presente en Make Music y Finale parece razonable esperar que haya interés en que Finale corra en dispositivos móviles para lograr esa compatibilidad y trabajo colaborativo tan interesante en los entornos de aprendizaje.
En mi opinión, no veo razón para que Finale adapte su código a procesadores móviles, como piden los sistemas operativos actuales, y deje de lado la oportunidad de ejecutarse en móviles o tabletas. Probablemente la experiencia de Notion, Sibelius y Dorico le estén dando ideas sobre sus propias opciones. Un punto en contra de Finale en Mac es su interface con paneles flotantes tan diferente a su interface Windows y que encajan mal en las líneas de estilo de desarrollo de aplicaciones móviles.
Desconozco las intenciones de desarrollo por parte de la empresa propietaria de Finale, pero yo me inclino a pensar que habrá algún día en que Finale pueda ejecutarse en dispositivos móviles. Es probable que sea en la próxima versión, pero son impresiones no certezas.
La razón es que los ordenadores actuales están migrando a procesadores diseñados originalmente para dispositivos móviles. Los procesadores M1 y M2 de Apple están pensados tanto para la gama de iPad Pro, como para sus ordenadores de sobremesa y portátiles. Esto significa que el código de las aplicaciones plenamente nativas en ambos es esencialmente el mismo. De este modo cualquier aplicación para iPad puede correr en un ordenador Mac con procesador de ese tipo y viceversa.
https://support.apple.com/es-es/guide/app-store/fird2c7092da/mac
Este tipo de desarrollo múltiple ya fue introducido por Windows hace tiempo: UWP (Universal Windows Plataform o Plataforma Universal de Windows ).
https://docs.microsoft.com/es-es/windows/uwp/get-started/universal-application-platform-guide
Las aplicaciones así programadas pueden correr en cualquier dispositivo. El programador marca las funciones que están activas en cada dispositivo y que intentan optimizar las características de procesamiento y capacidad de espacio en pantalla de cada uno de ellos. Esto es lo que ha ocurrido con Dorico y Sibelius (por eso el instalador de Dorico SE, Elements y Pro es el mismo. El ordenador, en función de la licencia, activa o desactiva lo que puedes usar). Al adaptar el código para correr de manera nativa (sin Rosetta 2) con esos procesadores, las App así diseñadas disponen de la misma compatibilidad. Office 365 también tiene la misma dirección desde hace años. Las versiones para iPad e iPhone (incluso para Android) son las mismas, pero tienen limitaciones debido a que ciertas no son esenciales para el funcionamiento y consumirían demasiado rápido la batería. En otros casos simplemente por la limitación de espacio en pantalla.
Dorico solo ha lanzado la versión activada para iPad, ya que su interface original no cabe en un iPhone. Sibelius ha optado por desarrollar en segundo plano una interfaz minimalista (para algunos excesiva) que permite correr Sibelius en la pequeña pantalla de un iPhone, es probable que pasado un tiempo de lugar a una interface minimalista también para el ordenador, al estilo del añorado Sibelius 6. Esto ya ocurrió con las versiones móviles de Office. La interfaz de Word no entra en un teléfono o una tableta, así que tiene su propia versión simplificada.
Ni Sibelius ni Dorico han tenido que hacer un esfuerzo de desarrollo extra programando una aplicación para un sistema operativo nuevo, solo han tenido que tener en cuenta, al adaptarse a M1, marcar las funciones que iban a estar disponibles, y dedicar algo de tiempo a testear posibles bugs también en estos dispositivos.
Finale, más pronto que tarde, va a tener que traducir su código para procesadores móviles (Rosetta 2 no durará para siempre), la serie M de apple y los que planea Microsoft para recomendar en los dispositivos de gama media y alta por cuestiones de consumo y espacio. Una vez adapte el código lo único que deberá de considerar es cómo integrar su interface en las pantallas móviles. Puede que estén tardando un poco más ya que la empresa propietaria de Finale hoy en día no está tan orientada a su editor de partituras como los dos programas de la competencia más directa. La plataforma educativa SmartMusic y las librerías en donde llevan ventaja a la competencia. Sin olvidar que es responsable del desarrollo de MusicXML.
Mikolópez escribió:Tuvieron una aplicación que visualizaba partituras previamente hechas en Finale, pero no se si continúan su desarrollo o soporte.
Finale SongBook era un lector de partituras muy interesante para iPad, pero desapareció, junto con muchas otras brillantes aplicaciones enterradas por las exigencias de limitación de contenidos y funciones de Apple.
Mikolópez escribió:Sigo pensando que un portátil barato es siempre mejor máquina para escribir música que una pantalla escritora
El objeto de las aplicaciones móviles o multiplataforma no es tener que elegir entre una y otra. Es poder trabajar con el máximo de flexibilidad. Tanto Sibelius/Dorico como Notion se pueden ejecutar en un iPad o un iPhone con un teclado y un ratón. La experiencia es casi la misma que en un ordenador, con sus atajos de teclado y todo. Pero si estás en un tren abarrotado y quieres ir anticipando algo de trabajo o anotar una idea, puedes sacar el iPad y el Apple Pencil para anotar la partitura que luego puedes continuar el ordenador si quieres. Las últimas actualizaciones de Sibelius (y creo que Dorico también) están trabajando en la sincronización completa con iCloud mediante una carpeta dedicada a la aplicación. He empezado muchas partituras en un iPad haciendo el trabajo "sucio" en espacios sin escritorio o trabajando en el atril del un piano electrónico conectando el MIDI mediante Bluetooth, terminando de darles el aspecto final en el ordenador. Tras unas pocas experiencias de uso incluso introducir las notas con el dedo utilizando los gestos en el keypad es bastante rápido.
Sibelius al menos (Dorico Pro para iPad requiere una suscripción extra además de la licencia razón por la que apenas lo uso) es compatible con Universal Control. Esto permite usar el teclado y ratón del ordenador a la vez en el iPad, e intercambiar archivos entre ambos. De esta manera puedes estar trabajando en una partitura en el ordenador, guardarla y, desde el iPad hacer anotaciones a mano con el lápiz. Otras funciones interesantes se obtienen mediante Handoff.
Todo esto también va orientado en la dirección del trabajo colaborativo posible en Office 365. Primero que puedas abrir en cualquier momento cualquier partitura en el dispositivo que tengas a mano, escuchar la partitura, modificarla si es necesario y compartirla sin necesidad de tener el ordenador a mano. En segundo lugar poder trabajar varias personas en el mismo documento y en tiempo real. Esto lo utilizo a menudo con Word 365 en el trabajo de departamento del Conservatorio y es alucinante la manera en que 6 u 8 personas pueden estar a la vez haciendo anotaciones y modificando el mismo documento sin tener que enviarse copias de la versión 1, la 2, la deifinitiva, la definitiva pero ya,... y es que la ventaja principal del sistema tipo Office 365 es que los documentos se guardan solos en tiempo real llevando un registro de versiones con informe de fecha y hora en la que hizo ¡cada cambio o revisión! para poder recuperar el trabajo en cualquier punto. Existe también la posibilidad de establecer categorias como editor, revisor o solo lector. De manera que los revisores o lectores proponen cambios mediante un sistema de comentarios que el editor acepta o no.
¿Y esto es igual de útil en un editor de partituras? En algunos contextos como el educativo o proyectos de música para audiovisuales lo es. El profesor puede estar en su yate de lujo con el editor de partituras abierto viendo cómo el alumno trabaja en su documento en tiempo real en su ordenador o su iPad la composición de una fuga o el arreglo de un tema. El profesor puede hacerle comentarios o modificaciones directamente en la partitura en tiempo real. No siendo entusiasta de este tipo de relación a distancia, abre posibilidades a estar tumbado en una playa en Canarias dando clases de composición a un japonés en el centro de Tokio.
Hay otro elemento a considerar cuando viajas: espacio y peso. Ha habido años que viajaba con mi portátil en el mochila, y no pesa para cargarlo un rato, pero cuando son muchos ratos se hace incómodo. Si vas a darle trabajo es posible que tengas que llevar también el cargador. Con un iPad la cosa es más sencilla. Menor tamaño, mucho menor peso y para cargarlo solo necesitas un cable sencillo que conectas a cualquier USB o cargador USB. Actualmente llevar un iPad con un Magic Keyboard hace que mi espalda sufra menos sin perder muchas opciones de tareas que puedo realizar.
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Teniendo en cuenta la orientación educativa presente en Make Music y Finale parece razonable esperar que haya interés en que Finale corra en dispositivos móviles para lograr esa compatibilidad y trabajo colaborativo tan interesante en los entornos de aprendizaje.
En mi opinión, no veo razón para que Finale adapte su código a procesadores móviles, como piden los sistemas operativos actuales, y deje de lado la oportunidad de ejecutarse en móviles o tabletas. Probablemente la experiencia de Notion, Sibelius y Dorico le estén dando ideas sobre sus propias opciones. Un punto en contra de Finale en Mac es su interface con paneles flotantes tan diferente a su interface Windows y que encajan mal en las líneas de estilo de desarrollo de aplicaciones móviles.
"{ escribió:∞Ω∞ [}™"]si estás en un tren abarrotado y quieres ir anticipando algo de trabajo o anotar una idea, puedes sacar el iPad y el Apple Pencil para anotar la partitura que luego puedes continuar el ordenador si quieres.
En un tren abarrotado (cojo dos a la semana, a veces más) es cuando saco el MacBookPro y me pongo a resolver trabajos. La diferencia entre escribir un mail con teclado o con los pulgares es la misma que encuentro yo en estas aplicaciones para tablet o para ordenador convencional. ¿Que ambos se acercan en cuanto a componentes y sistemas? Fantástico. Quizá si le vea utilidad a un iPad Pro con teclado y la ventaja de la pantalla táctil (que será más directo que un trackpad, supongo), pero hablaríamos de unos pocos gramos de diferencia.
Todo lo demás lo veo estupendo, iba siendo hora de que el hardware no sea un condicionante en las funciones de un programa. Y si efectivamente programar para ordenador y tableta serán lo mismo, no hay razón para que no aparezca más pronto que tarde el Finale dactilar.
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