Sin embargo, siempre que he visto sus directos algo me ha llamado enormemente la atención: ¡qué extraña sensación ver a alguien sin cantar poniendo los gestos que mejor puede el hombre y que, en muchas ocasiones son harto... ridículos: sonrisita cómplice, movimiento de cabeza arriba-abajo, apretón de dientes.
Pero es que claro, tocar con tu teclado-guitarra una melodía como la de Oxigene, más o menos lenta y facilona, si cabe, ingenua, mirando cara al público..¿qué cara pones? Para alguien que no lo conozca..parecería un cantante que se ha olvidado de la letra y está ahí, poniendo caritas para disimular.
En fin, una reflexión sin más. ¡¡¡Arriba Jean Michel!!!