Buenas noches.
Alguien escribió:
Hablo de repertorio renacentista.
Uah.... ¿Tienes una guitarra renacentista, o estamos hablando de transcripciones de obras escritas para laud, tiorba, etc...?
Alguien escribió:
contando con que no es para nada un ambiente seco. Es más, de forma explícita se quiere recoger esa reverb natural
Eso es lo deseable... un buen instrumento en un ambiente vivo y con carácter.
Alguien escribió:
Dispondría de 2 AKG 414
Bien. Entonces, mi recomendación sería que los usaras en omni, separados unos 50 cms. (sin ninguna angulación -o sí, si quieres potenciar el gradiente de presión que ocurrirá en las altas frecuencias). Normalmente te diría que los separaras unos dos o tres metros con respecto al instrumentista, que los pusieras a una altura por encima de su cabeza (¿1 metro?), y que picaras los micros hasta que apuntaran a la guitarra, pero últimamente he escuchado cosas muy buenas haciendo lo siguiente: micros (con la misma configuración anterior) bastante cerca del instrumentista, pero apuntando al "infinito". Sé que es difícil de entender así, sin ninguna foto, pero si me escribes un privado, puedo proporcionarte alguna idea.
Alguien escribió:
para escoger emplazamiento
Aquel lugar en la iglesia donde mejor suene la guitarra.
Alguien escribió:
que opinais de la compresión en esta situación?
Subjetivo asunto... Dependiendo del ambiente de escucha, deberás de tirar por un camino u otro. A mí, como oyente, me molesta mucho tener que andar subiendo o bajando el volumen del reproductor cuando pongo un disco (siempre dependiendo de las circunstancias). Ahora bien, cuando estoy en mi casa oyéndolo tan tranquilo, no me da más seguir las fluctuaciones dinámicas... Cuando voy en el coche oyendo Radio Clásica, me da por saco bastante el tener que apretar cuando es muy piano, y tirar "p´abajo" cuando cae un pepinazo.
Una grabación es una ilusión, y lo natural cuando estamos en una sala de conciertos es que aceptemos el rango dinámico de forma absolutamente natural pero, al menos a mí, en según qué ambientes, ese rango dinámico se me hace incómodo al tener que bajar el volumen en las partes fuertes y subirlo en las piano (algo que en un concierto en vivo no ocurre de ninguna manera). Por eso, porque la grabación es una ilusión, no me importa comprimir para hacer más cómoda la escucha (siempre y cuando se conserve el recurso musical más básico: la diferencia dinámica).
La compresión, usada sabiamente, puede ser una gran aliada si se usa de forma inteligente (asociada, por ejemplo, a una buena automatización). La automatización no deja de ser una compresión manual, lo que los viejos ingenieros denominaban "riding the faders". En mis grabaciones uso la compresión de forma generosa a la hora de mezclar, pero la uso de forma que no pierda intensidad dinámica. Creo que la clave está en usar la compresión muy poco a poco en diferentes lugares de la mezcla (todo se reduce a tener un buen esquema de ganancias y conseguir un RMS aceptable poco a poco).
Comprimir o no comprimir casi se reduce a un concepto estético (ahí es nada), de producción, de adaptación al medio en que va a ser reproducida... Yo tengo muchos discos de la casa BIS, que se hacen infumables en su escucha, pues no oyes un pimiento cuando son pianísssimi, y te despeinan los fortíssimi... Eso mismo, en una sala de conciertos, sería lo más natural del mundo, y no tendría que andar usando el mando del volumen para nada, pero en mi salón sí que tengo que darle uso.
Yo tengo tocado alguna cosa para NAXOS donde las partes muy suaves simplemente no se oyen a no ser que retuerzas el mando del volúmen, y juro por Dios que eso se oía sin problemas (pianíssimo, pero sin problemas) en el patio de butacas.
Compresión (usada con criterio), definitivamente sí...
Saludos.