De acuerdo a la OMS, existe un promedio de tres pandemias por siglo desde el siglo XVI. Ei siglo XX tuvo tres pandemias, la primera en 1918, también del subtipo H1N1 y conocida como "La Gripe Española", aunque no tenía relación alguna con el territorio español. Esta pandemia de 1918 provocó la muerte de aproximadamente 40 millones de personas en un año, con picos de mortalidad en personas de entre 20 y 45 años.
Las pandemias de 1957 y 1968 provocaron una cantidad de víctimas mucho menor en comparación, pero también fueron mortíferas. La de 1957 se calcula entre un millón y cuatro millones de personas fallecidas, mientras que la de 1968 se cobró la vida de un millón de personas. H2N2 y H3N2 fueron los subtipos de
influenza correspondientes a cada pandemia. Todas las pandemias comenzaron con unos pocos casos de infección. (...)
Fase 5: Infección en grupos mayores pero la propagación entre humanos aún se mantiene localizada, sugiriendo que el virus está logrando una mejor adaptación a los humanos, aunque todavía no es completamente transmisible. (Riesgo de pandemia). El virus se ha vuelto mucho más adaptable a los humanos, haciendo que su transmisión sea más sencilla. Se propaga en grupos más grandes (por ejemplo, dos países de una misma región), pero se mantiene localizado. Esta es probablemente la última oportunidad para una intervención global coordinada y masiva que intente demorar o contener la propagación. La declaración de la fase 5 es una señal muy clara de que la pandemia es inminente. Detener la propagación de una pandemia no es considerado viable, pero debería ser posible minimizar sus consecuencias.
Acciones Fase 5 a nivel nacional
- Designar un estatus especial a las áreas afectadas para facilitar su intervención (como estado de emergencia) y asistir en la evaluación de las intervenciones.
- Finalizar preparaciones para una pandemia inminente, ajustar y maximizar efectos y recursos para reducir la carga de la enfermedad y contener o retrasar la propagación de la infección.
- Reportar el aumento de propagación a través de medios apropiados, monitorear en tiempo real recursos esenciales y llevar a cabo una vigilancia avanzada de enfermedades respitatorias en forma de consultas telefónicas o cuestionarios.
- Monitorear el desarrollo de resistencia antiviral.
- En países no afectados, las medidas de vigilancia deben ser llevadas a un nivel máximo de intensidad.
- Considerar el uso de antivirales para tratamientos tempranos, evaluar la eficacia y la viabilidad de la profilaxis en el intento de contener los brotes. También se debe considerar la utilización de prototipos de vacuna pandémica, si es que están disponibles.
- En países sin infectados, evaluar la necesidad de distribuir el stock de antivirales a diferentes regiones para facilitar la implementación de una estrategia antiviral en caso de brotes. Planear la distribución de vacunas y acelerar los preparativos para campañas masivas de vacunación, apenas la vacuna pandémica esté disponible.
- Las fases no deben ser aplicadas necesariamente en forma progresiva. La organización puede declarar, elevar y descender fases en un orden no secuencial. Si una designación en ascenso saltea una fase, las acciones en la fase salteada también deben ser aplicadas, a menos que sean específicamente supercedidas por las acciones en la nueva fase.
Fase 6: Pandemia. Infección sostenida y en aumento de la población general. Se identifica a través de brotes en grupos de un país ubicado en una región diferente a la de origen. Un cambio mayor en la vigilancia global y una respuesta estratégica son necesarios ya que el riesgo de pandemia es inminente para todos los países. La respuesta nacional es determinada por el impacto de la enfermedad dentro del país.
Plan de Contingencia ante Pandemias (OMS)
http://temas-biologia.blogspot.com/2009 ... s-oms.html