Un hombre escucha cantar a los hongos y traduce sus canciones en música sinfónica
Vaclav Halek se ha dedicado a transmitir al mundo más de 5 mil canciones cósmicas de origen fungi.
Vaclav Halek ha dedicado buena parte de su vida a transformar en sinfonías la música que escucha al entrar en contacto con el reino fungi. En la década de los 70 escuchó por primera vez la canción de un hongo en Praga cuando estaba viajando con un micólogo para estudiar este fascinante reino biológico.
Según cuenta Halek, un pequeño hongo llamado zvoneček sadní llamó su atención y al mirarlo a través de un lente ocurrió una especie de audiofanía: en el microcosmos de este hongo salvaje pudo escuchar toda una sinfonía orquestal (la cual empezaba con un pizzicato de cuerdas y seguía con una flauta).
A partir de este evento seminal, Halek se ha dedicado a traducir más de 5 mil canciones de hongos, las cuales "transcribe" en piezas musicales de alto vuelo, sin escatimar, fiel a su visión. Borges encontró su Aleph en el sótano de una quinta en Buenos Aires, Halek en la interminable capacidad de cantar de los hongos, los cuales le brindan "una visión del cosmos infinito, como la que puedes encontrar en la profundidad del espacio con el telescopio Hubble".
Los hongos tienen una capacidad no verbal de comunicación, explica, la cual no sólo comunica cosas de ellos sino de la inmensidad del cosmos, de las personas, de la naturaleza del espacio, verdaderamente en cada fragmento yace la totalidad en espera de revelarse y en este caso de una manera magnífica en el lenguaje universal de los hongos.
Halek ciertamente no es la primera persona que ha escuchado la voz de los hongos; la curandera María Sabina es famosa por utilizarlos como agentes curativos y como medios para establecer una comunicación con los ángeles. El famoso psiconauta Terence McKenna también aseguró recibir una comunicación del hongo de las estrellas, en ese caso un hongo con psilocibina, un "hongo mágico".
Vía: pijamasurf
Vaclav Halek se ha dedicado a transmitir al mundo más de 5 mil canciones cósmicas de origen fungi.
Vaclav Halek ha dedicado buena parte de su vida a transformar en sinfonías la música que escucha al entrar en contacto con el reino fungi. En la década de los 70 escuchó por primera vez la canción de un hongo en Praga cuando estaba viajando con un micólogo para estudiar este fascinante reino biológico.
Según cuenta Halek, un pequeño hongo llamado zvoneček sadní llamó su atención y al mirarlo a través de un lente ocurrió una especie de audiofanía: en el microcosmos de este hongo salvaje pudo escuchar toda una sinfonía orquestal (la cual empezaba con un pizzicato de cuerdas y seguía con una flauta).
A partir de este evento seminal, Halek se ha dedicado a traducir más de 5 mil canciones de hongos, las cuales "transcribe" en piezas musicales de alto vuelo, sin escatimar, fiel a su visión. Borges encontró su Aleph en el sótano de una quinta en Buenos Aires, Halek en la interminable capacidad de cantar de los hongos, los cuales le brindan "una visión del cosmos infinito, como la que puedes encontrar en la profundidad del espacio con el telescopio Hubble".
Los hongos tienen una capacidad no verbal de comunicación, explica, la cual no sólo comunica cosas de ellos sino de la inmensidad del cosmos, de las personas, de la naturaleza del espacio, verdaderamente en cada fragmento yace la totalidad en espera de revelarse y en este caso de una manera magnífica en el lenguaje universal de los hongos.
Halek ciertamente no es la primera persona que ha escuchado la voz de los hongos; la curandera María Sabina es famosa por utilizarlos como agentes curativos y como medios para establecer una comunicación con los ángeles. El famoso psiconauta Terence McKenna también aseguró recibir una comunicación del hongo de las estrellas, en ese caso un hongo con psilocibina, un "hongo mágico".
Vía: pijamasurf