Si lo escribieras... y tuviese que acabar pobre, pero hazlo feliz y sin dejar de luchar por cumplir el sentido de su vida. Y, si hay que morir, que no sea uno mismo su propio verdugo.
Juego:El primer y el último mensaje del año
Si lo escribieras... y tuviese que acabar pobre, pero hazlo feliz y sin dejar de luchar por cumplir el sentido de su vida. Y, si hay que morir, que no sea uno mismo su propio verdugo.
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¿Prefieres anticipar lo negativo que puede suceder para no decepcionarte luego?
Un pesimista es un optimista con experiencia. O un pesimista es un optimista decepcionado, escarmentado. Algo así era el dicho popular.
Si lo escribieras... que acabase pobre pero feliz y sin dejar de luchar por cumplir el sentido de su vida. Y, si hay que morir, que no sea uno mismo su propio verdugo.
Por mis creencias estoy totalmente en contra del suicidio. Pero puedo comprender que Cioran elucubrase sobre el suicidio para concluir: "No me suicido porque el suicidio me produce tanto asco como la existencia". Es decir, que puedo entender que alguien se plantee el suicidio, aún no llegando a cometerlo. El problema de la vida es precisamente el sentido. Camus decía que el principal problema filosófico es el suicidio.
El protagonista de esa novela que no escribiré tiene mucho de Roquentin, el protagonista de "La náusea" de Sartre. Mientras que los demás se aferran pulsionalmente a la existencia, a sus convenciones, a sus impulsos, a sus mentiras, (como las raíces de ese arbol en el parque, que son como garras que se aferran al suelo), él busca el sentido. Pero no hay sentido, esa es la verdad que descubre. Por supuesto el protagonista de esa novela , como Sartre, no es creyente y cree encontrar el sentido en la libertad y en la creación.
Un pesimista es un optimista con experiencia. O un pesimista es un optimista decepcionado, escarmentado. Algo así era el dicho popular.
Si lo escribieras... que acabase pobre pero feliz y sin dejar de luchar por cumplir el sentido de su vida. Y, si hay que morir, que no sea uno mismo su propio verdugo.
Por mis creencias estoy totalmente en contra del suicidio. Pero puedo comprender que Cioran elucubrase sobre el suicidio para concluir: "No me suicido porque el suicidio me produce tanto asco como la existencia". Es decir, que puedo entender que alguien se plantee el suicidio, aún no llegando a cometerlo. El problema de la vida es precisamente el sentido. Camus decía que el principal problema filosófico es el suicidio.
El protagonista de esa novela que no escribiré tiene mucho de Roquentin, el protagonista de "La náusea" de Sartre. Mientras que los demás se aferran pulsionalmente a la existencia, a sus convenciones, a sus impulsos, a sus mentiras, (como las raíces de ese arbol en el parque, que son como garras que se aferran al suelo), él busca el sentido. Pero no hay sentido, esa es la verdad que descubre. Por supuesto el protagonista de esa novela , como Sartre, no es creyente y cree encontrar el sentido en la libertad y en la creación.
#110
Sartre dice en una de sus obras (en A puerta cerrada): L´enfer c´est les autres (El infierno son los otros). Es la mirada del otro la que produce el infierno. Hay una frase de no recuerdo quien que dice: "Hay que disminuir el infierno". Si reduces la mirada del otro, reduces el infierno. Pero eso lleva al ostracismo, a la desconexión con los demás. Y llega un momento en que uno puede decir:"¡Bendita soledad!".
cuando no lo pueden dominar lo llaman el orgulloso.
Digamos que el orgullo es una defensa legítima ante el ataque de los demás. Hay que ser muy orgulloso para ser un anacoreta, un ermitaño, para saber aislarse del mundo ( no confundir orgullo con vanidad). Hay un orgullo que es noble como la reciedumbre de un castillo, el castillo interior del que hablaba Santa Teresa.
Sartre dice en una de sus obras (en A puerta cerrada): L´enfer c´est les autres (El infierno son los otros). Es la mirada del otro la que produce el infierno. Hay una frase de no recuerdo quien que dice: "Hay que disminuir el infierno". Si reduces la mirada del otro, reduces el infierno. Pero eso lleva al ostracismo, a la desconexión con los demás. Y llega un momento en que uno puede decir:"¡Bendita soledad!".
cuando no lo pueden dominar lo llaman el orgulloso.
Digamos que el orgullo es una defensa legítima ante el ataque de los demás. Hay que ser muy orgulloso para ser un anacoreta, un ermitaño, para saber aislarse del mundo ( no confundir orgullo con vanidad). Hay un orgullo que es noble como la reciedumbre de un castillo, el castillo interior del que hablaba Santa Teresa.
Ese orgullo es algo muy distinto de la vanidad egótica de Ignatius Reilly, el protagonista de "La conjura de los necios". El orgullo desdeña los apetitos (la epithimía, en expresión de Platón), la egomanía y la ira egótica (thymós), el reconocimiento por parte de los demás, las alabanzas del coro de los lerdos...El orgullo es algo noble, es la grandeza de saber estar solo. Nietzsche, a quien cito mucho y con quien discrepo en tantas cosas, decía que un hombre que está solo es o una bestia o un semidios, aludiendo a los que necesitan al grupo, a los gregarios y a los verdaderos "grandes". Esto, que suena paranoide, tiene mucha profundidad. Verdaderamente tanto los héroes como los santos son los que han sabido estar solos y en paz consigo mismos.
La humildad se basa en la verdad. Ser humilde no es valorarte menos, sino valorarte por la verdad, por tus errores y aciertos. Ser humilde es reconocer cuando te equivocas. La humildad verdadera no tiene que ver con la humillación.
Uno puede ser humilde y los demás le llaman "orgulloso" (en el sentido de soberbia) porque confunden la soberbia con la seguridad de vivir en la realidad de sus aciertos y errores. Pues les molesta no poder dominarlo.
Uno puede ser humilde y los demás le llaman "orgulloso" (en el sentido de soberbia) porque confunden la soberbia con la seguridad de vivir en la realidad de sus aciertos y errores. Pues les molesta no poder dominarlo.
#113
He editado mi mensaje anterior, ampliándo las ideas.
La humildad es la virtud opuesta a la soberbia. Pero se puede ser humilde y orgulloso al mismo tiempo. El orgullo no es lo mismo que la soberbia y no siempre es algo negativo: estar orgulloso de ser cristiano, por ejemplo no es vanidad o soberbia. Es una actitud de fortaleza y de seguridad que los no creyentes no comprenden y confunden con soberbia.
He editado mi mensaje anterior, ampliándo las ideas.
La humildad es la virtud opuesta a la soberbia. Pero se puede ser humilde y orgulloso al mismo tiempo. El orgullo no es lo mismo que la soberbia y no siempre es algo negativo: estar orgulloso de ser cristiano, por ejemplo no es vanidad o soberbia. Es una actitud de fortaleza y de seguridad que los no creyentes no comprenden y confunden con soberbia.
También, sobre las confusiones, están los que confunden y piensan que las personas que gritan y se alteran son las 'peligrosas', las de cuidado. Cuando en realidad son más 'peligrosas' las personas que no se agitan precisamente porque dominan más la situación que las que se ponen nerviosas. (Por eso se ponen nerviosas, justo porque no dominan la situación, ésta les supera.).
Es, en cambio una actitud soberbia la creencia en que el naturalismo (materialismo) tiene todas las respuestas. Eso sí es verdadera soberbia. Porque el materialismo no responde a la primera pregunta de la ontología. Los materialistas creen que hay una competición entre Dios y la naturaleza, como si Dios estuviera al mismo nivel que la naturaleza. Es verdaderamente ridículo que se confundan las segundas causas con la Causa Primera (y por tanto, incausada).
Pero éste no es el topic adecuado. No quiero entrar en cuestiones filosóficas.
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