Cuando inviten a John Galliano si que podemos empezar a preocuparnos.
Yo sin necesidad de profundizar lo más mínimo, la seguridad que les daba es que si estuviera en mi mano les mandaba al tio la vara a que los crujiera vivos, a estos pa empezar, y luego me echaba una siesta de 5 horas como un bendito.
A mi particularmente no me importa nada de eso, pero a cualquiera que le sonría la vida tampoco debería de importarle.
Yo puedo entender que quienes están pasando apuros económicos para tirar adelante o están desempleados cómo yo se quejen, pero no puedo entenderlo de quienes no pasan apuros.
Si se les dejara reunirse sin tocarles las narices nos ahorraríamos un capital, porqué de todas formas se acaban reuniendo y haciendo lo que les parece, así que no sé de que sirve presionarles.
Hoy en día ya no se protesta con argumentos y convicción cómo lo hizo Jesucristo, Ghandi, Mandela, Lech Wałęsa (junto a él Wojtyła que tuvo peso en esa reforma) o Santiago Carrillo... hoy todo son pataletas y de esa forma no se tiene fuerza ninguna ante nada. Sólo hay unas posturas que me siguen pareciendo honorables y tremendamente poderosas y son las de los sindicatos franceses, que cuando se movlizan no hay presidente de la República que valga.