Música y trastornos mentales

DIESON
#16 por DIESON el 03/08/2020
Muy interesante el hilo. Ya había leído antes sobre wilson y sobre waters pero.muy por encima. Esto me está aportado mucho mas de lo que sabía.


Y en cuanto al tema de los trastornos mentales....... Está claro que la gran mayoría de los músicos virtuosos están locos.... (Y cuando digo "locos" lo digo en sentido literal..... Nada de metaforas).

Es mas.... No solo los músicos. La gran mayoría de los artistas virtuosos en general tienen patologías mentales.... Este hecho no habrá podido demostrarse aún científicamente, pero yo estoy bastante convencido de que hay una relación directamente proporcional entre la patología mental del artista y la fascinación que tenemos el resto de mortales al ver/leer/escuchar sus obras.
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udog
#17 por udog el 03/08/2020
Peter Green, fundador de Fleetwood Mac, también pasó por esas:
https://alafuga.com/peter-green-una-vida-entre-la-genialidad-y-la-esquizofrenia/
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Endre
#18 por Endre el 03/08/2020
kamikase ♕ ♫ escribió:
una ves me llegó arriba de un bus camino a casa, menos mal que tenía papel pautado y un lápiz, cuando baje tenia música y letra terminadas en menos de media hora

Efectivamente. Ese es uno de los aspectos sobre los que hablaba. A medida que consolidamos nuestra formación, es más sencillo el proceso, y esto elimina mucha ansiedad.
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Carmelopec
#19 por Carmelopec el 03/08/2020
DIESON escribió:
Está claro que la gran mayoría de los músicos virtuosos están locos.... (Y cuando digo "locos" lo digo en sentido literal..... Nada de metáforas).


Un poco aventurado ese pronunciamiento; ¿o igual no?.

Porque, el autor del hilo , que algo sabe, se cura en salud (mental) cuando describe en el título de este hilo trastornos mentales. Esto de la locura, sin embargo, es una condición arrebatada injustamente al conocimiento vulgar, a la expresión cotidiana callejera, entre eufemismos, anitipsiquiatrías, ñoñería conceptual inclusiva evitativa del agravio e indulgencias corales, a lo mejor hemos acabado retirando una descripción/calificación comunmente aceptada, no tan vejatoria, y a veces hasta simpática para construir una serie de casos indefinidos más que precisos y muy al gusto de algunas terapias y teraputas contentos con individuos dependientes a perpetuidad, más cuando estas tearpias en muy pocas ocasiones llegan a curar a nadie.
Esa chica es muy loquita, tú y tus locuras, vaya locura de arreglo, eran latiquillos, frases comunes de nuestra habla que ni ofendían casi nunca ni pretendían hacerlo, vale, imprecisas.

De repente se sacaron a los locos (aun a los peligrosos) de los manicomios, un ahorro para la sanidad pública, una oportunidad para los partidarios de la integración frente a la reclusión (en algunos casos también es justo reconocer que eran casi prisiones los manicomios.
Pero las calles, las casas, los foros, se nutrieron de gente que podía oscilar entre transtornos leves o moderados, hasta individuos con alteraciones severas del conocimiento (inteligencia incluida, lucidez nublada o ausente); o comportamientos agresivos para ellos, para otros, pobres hombres con las facultadas mermadas hasta grados difíciles de aceptar, aquellos de la camisa de fuerza permanente. Suelo contar que, para que uno se sitúe más o menos dentro de la escala de intensidad de la locura (o de los trastornos), ayuda ir a un centro de salud mental a que le vea el especialista asignado, el rato que se pasa en la sala de espera hasta el turno tuyo da como para ver cuatro o cinco niños, adolescentes, adultos o viejos, con miradas erráticas y ausentes, rostros entristecidos, expresiones y gestos asociales e inusuales, hasta cara de idiotez en algunos casos, en todos los casos, uan madre, un padre, un hermano acompañan con resignación a esa pobre adolescente cuya tristeza reflejada en su cara supera en mucho la melancolía de ascendencia romántica o los conflictos de esa edad o ese hijo tonto, cuyas ojeras caídas y el belfo aun más caído no dejan lugar a dudas acerca de sus mermas. Un rato ahí ayuda y cura mucho, si lo que lleva uno es leve, hay veces que le acaba diciendo al psiquiatra o el psicológo: oiga, que no es nada lo mío, se me ha pasado en lo que va de mañana.

Ahora que es un lío que vayan afectados por dolencias o transtornos tan diversos y de intensidad tan dispar a los relativamente recientes centros de salud mental (pocos y de difícil acceso para gran parte de ciudadanos y con una terapia limitada, sobre todo en el tiempo).

Hemos estado unas décadas con esa cosa de establecer dos grupos en función de la gravedad/intensidad (o a lo mejor aptitud para el trabajo/baja por incapacidad) de las psicosis y de las neurosis, y, como han surgido tantas afecciones nuevas relacionadas con el lenguaje, con nuevos usos y formas de relacionarnos y de informarnos, con desproporciones aun mayores entre la urbe y el individuo y las fronteras entre lo uno (que comprendía transtornos bipolares severos, esquizofrenias y cosas así), y lo otro (depresiones, crisis de pánico y ansiedad, algunos TOC, en muchos casos pandemia), se desdibujan, se ha acabado aceptando ese totum revolutum de transtornos mentales, hemos pasado de una sociedad de neuróticos (que sonaba a fumadores encima, incluso a algo sucios) a transtornados, que a mí me suena más a dependientes de por vida, porque, no nos engañemos, el diagnóstico y bastantes fármacos, ayudan, en algunos casos salvan vidas; pero en esto de la mente, la medicina no sabe curar, no es como cuando te quitan la vesícula o un juanete.

La obra de juan Antonio Vallejo Nágera (al que por cierto conocí por otros motivos que los facultativos; pero no desaproveché la ocasión para tener un conversación larga precisamente sobre el tema de ese hilo que citaré ahora y del libro que se estaba haciendo popular en los ochenta) Locos egregios.

En este ensayo novelado ligero, el psiquiatra analizaba las personalidades trastornadas, los conocimientos fuera de escala normal de gente disparatada o directamente loca, al rededor de unos cuantos personajes célebres entre los que destacaban pintores y algún político reciente a la obra, los músicos parecen haber llamado algo menos la atención al autor refiriéndose a Liszt, Shummann y Farinelli, dos románticos de receta los primeros y un castrato encumbrado el último.

He conocido en persona algún compositor de renombre (del renombre que un compositor de música culta puede obtener en este país), sí que a uno en concreto le recuerdo manías, tics, y humoradas; ahora estos rasgos peculiares y rarezas creo que no eran nada comparados a su capacidad de trabajo, de lucidez, de su dominio certero de la armonía y el contrapunto.
El resto de músicos que conozco, igual, casi en un sentido discursivo se podría ver una relación entre ocio y drogas contrapuesto a estudio y rigor entre unas generaciones que empezaron a sustanciarse en los ochenta y han llegado hasta más o menos estos años, unos se quedaron con el porro y la birra tocando lo mismo que tocaban por los locales, algunos de los segundos tocan en bandas de diferentes formatos, sin importar mucho el estilo porque lo primero que hicieron fue aprender lo básico de un músico: la música y su sistema de representación, el solfeo, y aun complementan sus oficio dando cases en escuelas, conservatorios de jazz, colegios, o centros culturales.

Muy locos no los encuentro en general a éstos segundos; entre los primeros hay de todo, el deterioro es consustancial a la naturaleza humana, la mente no es incólume y después de un acontecimiento inesperado en el que se han conjugado, zafiedad, miedo por falta de costumbre, precariedad preexistente y vileza (además de derechos civiles mareados, si no conculcados) el desastre y los daños para la mente están siendo mayores, hasta de los que decidieron estudiar en vez de divagar: ya a penas va a haber actuaciones en directo.

https://psiquiatria.com/bibliopsiquis/locos-egregios/

https://www.academia.edu/33043527/Locos_egregios_Juan_Antonio_Vallejo_Nagera
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vagar
#20 por vagar el 03/08/2020
DIESON escribió:
estoy bastante convencido de que hay una relación directamente proporcional entre la patología mental del artista y la fascinación que tenemos el resto de mortales al ver/leer/escuchar sus obras


Yo creo que es algo bastante pragmático. Rebasar los límites de la mediocridad y alcanzar la excelencia pasa en gran medida por ser un obseso, dedicar tu vida exclusivamente a algo. Puede ser música, pero también otras artes, deporte, ciencia... Una ingente cantidad de horas dedicadas, más un buen equipamiento de fábrica, es lo que distingue a la élite de la morralla.

Eso sí, son muchas las historias de vidas personales sacrificadas en el altar de una dedicación. Si esa obsesión puede o no considerarse patológica supongo que depende de un límite difuso, la experiencia humana abarca un rango tremendo como para definir claramente qué entra dentro de lo normal y qué no. Me imagino que dependerá fundamentalmente del daño psicológico y somático que dicha obsesión genere en el individuo y su entorno.
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Carmelopec
#21 por Carmelopec el 03/08/2020
vagar escribió:
Rebasar los límites de la mediocridad y alcanzar la excelencia pasa en gran medida por ser un obseso


Ahí planteas dos líneas posibles, el exceso de dedicación (trastorno obsesivo llevado la dedicación al extremo) y la manía (que suelen ir de la mano pero no tiene por qué ir siempre)

vagar escribió:
por ser un obseso,


Y esa es una tercera, la mía, que he acabado obeso.

Y miremos cuánta gente está dedicada en exceso a algo, a mierdas como ganar mucho dinero renunciando a todo, o cualquier actividad monotemática (muchos a sobrevivir).
Así que el siglo XXI es un siglo esquizoide:




Cat's foot iron claw
Neurosurgeons scream for more
At paranoia's poison door
Twenty first century schizoid man
Blood rack, barbed wire
Politicians' funeral pyre
Innocents raped with napalm fire
Twenty first century schizoid man
Death seed blind man's greed
Poets starving, children bleed
Nothing he's got he really needs
Twenty first century schizoid man
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Playtagain
#22 por Playtagain el 03/08/2020
Hummmm.... no sé, pero creo que se está endiosando a unos artistas que, en una época de bonanza, hicieron fortuna y fama con su talento, con la carga emocional que todo ello conlleva.
Fijaros que la mayoría de casos que se citarán en éste hilo son de las épocas doradas de la música, en que gente como George Michael, Prince, Kurt Cobain, Jim Morrison, etc, se encontraron en el ojo del huracán de la fama, acosados, asediados, admirados, observados y criticados por hechos que, en realidad, suceden a diario en cualquier parte del mundo con individuos anónimos.

Hoy en dia esto ha cambiado radicalmente, y son 4 los músicos que realmente son capaces de alcanzar el nivel de estrellato de los artistas antes citados, ya que las discográficas invierten su dinero y esfuerzos en productos perfectamente calculados.

Ya es fácil imaginar que las actuales y efímeras estrellas del reggaeton o el trap son juguetes que ya llegan rotos al escaparate, así que muchos ni siquiera merecen una mención ni un analisis profundo, más allá de adolescentes con adicciones varias...

Resumiendo: que hoy en dia es muy dificil alcanzar el nivel de estrellato de los músicos y formaciones que se han citado aquí, así que ya poquitos casos de excentricidades psicológicas nos vamos encontrando....
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Carmelopec
#23 por Carmelopec el 03/08/2020
Playtagain escribió:
no sé, pero creo que se está endiosando a unos artistas que, en una época de bonanza, hicieron fortuna y fama con su talento, con la carga emocional que todo ello conlleva.


Pues tampoco habría que descartarlo en algunos casos, los primeros hijos de la primera bonanza europea (mediados de los 60) y también unos cuantos colgaós.

En cualquier caso, se está tratando de estrellas del pop, mis estrellas seguramente están en otro firmamento en buena medida (alguno igual comparte cielo; pero no muchos).
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Emilio
#24 por Emilio el 03/08/2020
Algunos cantantes famosos con Trastorno Bipolar (Psicosis maniaco-depresiva):
Britney Spears, Sting y el rapero Kanye West.
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udog
#25 por udog el 03/08/2020
Playtagain escribió:
Resumiendo: que hoy en dia es muy dificil alcanzar el nivel de estrellato de los músicos y formaciones que se han citado aquí, así que ya poquitos casos de excentricidades psicológicas nos vamos encontrando....


Puede ser que pocas salgan a la luz ya, más aun con la ñoñería imperante. Pero los trastornos mentales no tienen que ver con el éxito, o no necesariamente. Y no son excentricidades, son problemas muy jodidos, que pueden hacer gracia al público. pero poca al que los vive. Esta gente que se menciona es muy probable que ya tuviera esos problemas. No se si el éxito desencadenó brotes o no, pero lo mismo puede lograr una ralla de speed con un esquizofrénico.
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Carmelopec
#26 por Carmelopec el 03/08/2020
udog escribió:
son problemas muy jodidos


Eso desde luego, cuando son del todo (y sin algo de pose, o inmadurez, que los hay), es realmente jodido para uno y para los que lo (o nos) rodean.

Lo gordo es que hay un porcentaje de población (más que la reconocida, porque se estigmatiza de cara a lo laboral y social) elevadísimo, así que usar una frase aparentemente gruesa como estamos todos locos no anda muy desencaminada. Ahora nos ha entrado prisa por determinar cuánta población está afectada por el Covid; peto la locura igual afecta a más parte de población (entre trastornos severos, que son menos, y otros menos severos como la depresión en grados leves), igual están causando ,más daño y retraso a todos lo mental que lo vírico, aunque pueda promover algún rasgo creativo que a lo del bicho no se lo encuentro.
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Playtagain
#27 por Playtagain el 03/08/2020
#26 Ahí voy yo. El título del hilo es "Música y trastornos mentales", pero tranquilamente podría ser "Vida y trastornos mentales".

Como bien dices, la època moderna de la asistencia sanitaria en las "sociedades avanzadas" (entrecomillo porque el tiempo dirá lo avanzadas que están), ha sacado a la luz una serie de problemas psicológicos que antaño se etiquetaban de manera simplista, "el Tonto del pueblo", o "el Loco del pueblo", y que ahora me atrevo a decir que la época de la Sociedad del Bienestar ha reflotado una serie de patologías comunes que demuestran que, con el dinero y la fama suficientes, muchos de nuestros conciudadanos serían candidatos firmes a "famosos pirados"...
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Bad Suite
#28 por Bad Suite el 03/08/2020
Pero habría que ser cuidadoso con la terminología. Un artista puede ser minucioso con su trabajo y obsesivo en su conducta de componer, tocar, producir, sin que por ello su rutina diaria se vea afectada significativamente.

La mayor parte de los criterios que definen las patologías mentales, hacen hincapié precisamente en el grado en que esas tendencias (obsesivas, ansiosas, depresivas...) obstaculizan la capacidad de que los sujetos puedan llevar una vida nornal y no sean presas de interferencias de naturaleza desadaptativa. He aquí la frontera entre lo clínico y lo meramente descriptivo, entre la patología(innata, adquirida o una conjunción de ambas) y lo que no deja de ser un rasgo de personalidad, más o menos estable, forme parte del temperamento o de una serie de condicionantes aprendidos.

DIESON escribió:
Es mas.... No solo los músicos. La gran mayoría de los artistas virtuosos en general tienen patologías mentales.... Este hecho no habrá podido demostrarse aún científicamente, pero yo estoy bastante convencido de que hay una relación directamente proporcional entre la patología mental del artista y la fascinación que tenemos el resto de mortales al ver/leer/escuchar sus obras.


Pero no deja de ser una percepción tuya, tal como bien dices.

Fat lives matter escribió:
Pero las calles, las casas, los foros, se nutrieron de gente que podía oscilar entre transtornos leves o moderados, hasta individuos con alteraciones severas del conocimiento (inteligencia incluida, lucidez nublada o ausente); o comportamientos agresivos para ellos, para otros, pobres hombres con las facultadas mermadas hasta grados difíciles de aceptar, aquellos de la camisa de fuerza permanente. Suelo contar que, para que uno se sitúe más o menos dentro de la escala de intensidad de la locura (o de los trastornos), ayuda ir a un centro de salud mental a que le vea el especialista asignado, el rato que se pasa en la sala de espera hasta el turno tuyo da como para ver cuatro o cinco niños, adolescentes, adultos o viejos, con miradas erráticas y ausentes, rostros entristecidos, expresiones y gestos asociales e inusuales, hasta cara de idiotez en algunos casos, en todos los casos, uan madre, un padre, un hermano acompañan con resignación a esa pobre adolescente cuya tristeza reflejada en su cara supera en mucho la melancolía de ascendencia romántica o los conflictos de esa edad o ese hijo tonto, cuyas ojeras caídas y el belfo aun más caído no dejan lugar a dudas acerca de sus mermas. Un rato ahí ayuda y cura mucho, si lo que lleva uno es leve, hay veces que le acaba diciendo al psiquiatra o el psicológo: oiga, que no es nada lo mío, se me ha pasado en lo que va de mañana.


Es cierto. Un grave problema que esperaba que con la pandemia se fuese revisando pero sigue sin invertirse pasta en salud mental.

udog escribió:
Puede ser que pocas salgan a la luz ya, más aun con la ñoñería imperante. Pero los trastornos mentales no tienen que ver con el éxito, o no necesariamente. Y no son excentricidades, son problemas muy jodidos, que pueden hacer gracia al público. pero poca al que los vive. Esta gente que se menciona es muy probable que ya tuviera esos problemas. No se si el éxito desencadenó brotes o no, pero lo mismo puede lograr una ralla de speed con un esquizofrénico.


La predisposición a desarrollar trastornos mentales es un hecho consumado. Son esos casos en los que los meros desencadenantes del entorno desatan el brote. En cambio, en ausencia de predisposición, un individuo puede ser bastante inmune a un estilo de vida aparentemente dañino.

Playtagain escribió:
Hummmm.... no sé, pero creo que se está endiosando a unos artistas que, en una época de bonanza, hicieron fortuna y fama con su talento, con la carga emocional que todo ello conlleva.
Fijaros que la mayoría de casos que se citarán en éste hilo son de las épocas doradas de la música, en que gente como George Michael, Prince, Kurt Cobain, Jim Morrison, etc, se encontraron en el ojo del huracán de la fama, acosados, asediados, admirados, observados y criticados por hechos que, en realidad, suceden a diario en cualquier parte del mundo con individuos anónimos.


Hoy la inaptación social como rasgo o cúmulo de conductas, parece muy ligada a las nuevas generaciones de "plodustores".
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Carmelopec
#29 por Carmelopec el 03/08/2020
Bad Suite escribió:
parece muy ligada a las nuevas generaciones de "plodustores".


Aunque la nuestra es una comunidad muy numerosa, (con una representación extensa de la muestra) convendría extrapolar la experiencia de este foro al resto de la mundo, una cosa son usuarios y otra músicos, pueden coincidir; auqnue me temo que (en esta comunidad oo en otras, no es un estigma de ésta, a lo mejor es más genérico de las comunidades en internet) no tantas veces.
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Carmelopec
#30 por Carmelopec el 03/08/2020
Bad Suite escribió:
Un artista puede ser minucioso con su trabajo y obsesivo en su conducta de componer, tocar, producir, sin que por ello su rutina diaria se vea afectada significativamente.


Y puede que no .
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