pacorreto escribió:
puedo desactivar la maquetación magnética para las marcas de ensayo y tenerla activa para lo demás?
Si.
- Cuando seleccionas un objeto y en el menú contextual (clic derecho) desactivas Maquetación magnética, solo lo haces para ese objeto. Solo si desactivas Maquetación magenética en el botón general lo desactivas para todo.
- Si haces un filtro y desactivas la maquetación magnética es igual, solo lo haces para esos objetos que has filtrado, el resto se comportan como siempre.
- También puedes hacerlo desde el panel. En Maquetación buscas el grupo Maquetación magnética y pulsas en la flechita de la parte inferior derecha. Se abre el panel de opciones de objetos. Buscas y seleccionas Marcas de ensayo y haces clic en la columna Maq. (en mi versión no aparecen símbolos o letras de control, pero puede ser que es algo más actual) Verás que la parte derecha del panel se desactiva. Así todo objeto nuevo que crees como marca de maquetación ya no se vera afectado por las leyes de magnetismo.
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Off-topiqueando un poco
pacorreto escribió:
hay quien me dice que Finale lo supera
Son formas de trabajar diferentes, pero que llegan a un mismo resultado. Finale 1 (1988) es un programa mucho más antiguo que Sibelius 1 (1998). 10 años que hacían que las primeras versiones del segundo tuviesen aún muchas carencias. Esto motivó esa fama a favor de Finale en un momento en que su competidor más directo llamado Encore estaba muriendo. Pero desde la versión 5 de Sibelius y especialmente la 7, ningún músico profesional que maneje ambos lo tendría fácil para decidir cuál es mejor de una manera objetiva.
Por no entrar en comparaciones muy técnicas y apuntar una de las razones por las que yo uso más Sibelius. Finale hace ya unos cuantos años que abandonó el desarrollo de publicación de partituras interactivas en la web mediante plugins en navegadores. Sibelius ha seguido apostando por ello y actualmente usa
Sibelius Cloud como sustituto de Scorch. Así que si un músico necesita por alguna razón publicar su partitura en una página web elegirá un editor de partituras que le de esa opción. Con
Sibelius Cloud no solo puedes colgar la partitura, sino que puedes sincronizarla de modo que cualquier cambio que hagas lo puedes subir y modificar el documento original, incluso si el archivo lo editas en otro ordenador. El archivo crea una identidad que lo enlaza con el documento publicado en la nube y toda sincronización se refleja a los pocos minutos en la partitura publicada.
Yo lo uso para crear y publicar apuntes de clase. Durante las clases se va creando un documento en el que hay música con ejemplos, ejercicios y texto dedicando poco esfuerzo en la maquetación. Al final de la clase le doy a sincronizar y aparece publicado en el blog de modo que los alumnos pueden consultarlo, contrastar con sus apuntes y, sobre todo, escuchar los ejemplos. Cuando tengo algo de tiempo le repaso un poco la maquetación y queda mucho más amigable. Si se detecta algún error u omisión, se rectifica y sincroniza. Una vez subido el documento no hay que preocuparse por cambiar los enlaces, incluso si lo usas en ordenadores diferentes. Este uso solo lo puedo obtener de Sibelius y eso hace que no me plantée usar otro programa para ello. Los documentos se pueden leer y escuchar en cualquier dispositivo reciente con un navegador web, incluido el móvil y no se pueden descargar, de modo que no hay tráfico de apuntes o copieteo fácil.
Usando otros programas dependería de la exportación a imagen y sonido, con el engorro de tener que subir ambas cosas, crear y pegar el enlace y conseguir un reproductor web compatible con el blog. Cada cambio implicaría repetir el proceso varias veces.
Este detalle no es menor. Cada vez se imprime menos en papel y se usan más los formatos electrónicos. Un PDF no permite el redimensionado de las fuentes o la página si la pantalla es pequeña.
Pero son detalles muy específicos de un uso personal que le doy al programa, a nivel edición de partituras no hay diferencias.
Evidentemente es un detalle que le importa muy poco a una persona que no necesita publicar documentos en la web.
A favor de Finale en este mismo terreno, decir que es el único editor de partituras que tiene el servicio de subscripción SmartMusic. Mediante este sistema en el ámbito educativo y de conjuntos instrumentales se pueden compartir partituras y facilitar material de ensayo tipo
minus-one. Para músicos que van a usar de manera intensiva esta manera de compartir partituras, no hay otra opción.
Las funciones de edición son diferentes pero llevan al mismo resultado. Pero hay otros detalles de uso que pueden motivar decantarse por uno u otro,... o por los dos.