Lo explicaré tal como lo entiendo yo.
Luego espero que otros me lo apoyen o me lo rebatan. A ver si entre todos podemos explicarlo bien.
Lo de la potencia RMS y de pico funciona un poco diferente en el caso de las etapas y de los altavoces.
Las etapas admiten cierto valor de señal. Si es sobrepasado la etapa distorsiona. No es capaz de entregar una señal de salida que sea una copia aumentada de la de la entrada y la recorta. Si es de transistores la recorta de forma brutal. Como con unas tijeras. Si es de válvulas la recorta de uan forma mas gradual. Como si después de recortar con las tijeras recortásemos otra vez para redondear las esquinas. Esa diferencia es la que hace que a los guitarristas les guste la distorsión a válvulas.
Como en sonido directo siempre hablamos de transistores, consideremos el caso de un amplificador que reproduce un tono puro a su valor máximo antes de distorsión.
Es una onda senoidal. La diferencia entre el valor instantaneo de señal y el valor RMS (valor medio cuadrático, en términos matemáticos) es exactamente de 3 dB o 1.41 (20*log(1.41)=3dB).
En este caso, hemos de conectarle un altavoz de la misma ptencia RMS porque será ese el valor exacto de potencia que recibirá. Si le diésemos mas potencia, el calor en la bobina del altavoz sería demasiado para su capacidada de disipación y se quemaría.
Salvo que sea un valor brutalmente alto el altavoz no se rompe. Se quema. Si el pico que recibe el altavoz es muy corto no hay problema siempre que la media de voltaje sea mas baja que la admitida. Si se sobrepasa moderadamente el nivel de voltaje el altavoz lo reproduce. Si se sobrepasa mas se recorta de forma parecida al amplifiador de válvulas. El cono no es capaz de moverse tanto pero se frena de forma mas amortiguada porque es un sistema elástico.
Así un altavoz puede permitir un pico alto salvo que sea un valor tan exagerado que rompa el cono. Pero no suele ser esa la razón por la que se queman los altavoces.
Ahora consideraremos el caso de un sistema reproduciendo música a un nivel máximo a punto de que distorsione el amplificador.
Para ese valor, tendrémos un valor RMS mas bajo que si fuese un tono puro. Si en el caso de un tono puro la relación era de 3 dB en el caso de la música será, como mucho de 6 dB.
Si el amplifiador es de 200W, esa diferencia nos da un margen de 6-3=3dB. La salida será, como mucho de 100WRMS. Ese es el altavoz que pondremos. El sistema funcionará perfectamente salvo que nuestro concierto consista en un pitido continuo.
Por último consideraremos el caso de un amplificador de 100WRMS conectado a un altavoz de 200WRMS (configuración que recomienda mucha gente).
Si tenemos el nivel máximo del amplificador no hay problema. 100 WRM de salida y sin distorsión.
Si seguimos subiendo el amplificador recorta la onda. Aparece distorsión por recorte de la señal de forma abrupta en los transistores. Pero en el sonido es menos evidente de lo que parecería porque el recorte brutal en la señal eléctrica no produce un recorte tan exagerado en el movimiento del cono (por ser un sistema elástico y, por ello, con un factor de amortiguamiento eléctrico y, sobre todo mecánico) y el recorte de la onda acústica es suave. Como el de las válvulas. Es por eso que hay quien sostiene que un ampificador con el clip encendico suena mejor. A la señal original se le añaden armónicos, de esos que les gustan a los guitarristas. Algunos de esos armónicos se reproducen y cambian el sonido del altavoz pero la mayoría son de una frecuencia demasiado alta para ser reproducidos.
El problema está en que, cuando la bobina no obedece a la señal eléctrica y no es capaz de moverse con ella, tiene que hacer algo con esa energía que recibe.
Reordemos lo del principio de conservación de la energía. No se destruye ni se crea. Solo se puede transformar. En este caso se transforma en calor que destruye la bobina.
Para evitar problemas es mejor usar altavoces de menos potencia que las etapas y sono se ha de tener cuidado cuando se hagan pruebas de ajuste con tonos puros (suele salir una edvertencia en ese sentido en las carátulas de los discos de pruebas como el Sound check de Alan Parsons.