El viernes pasado, después de un año, estuve en el distribuidor de Roland de mi ciudad. Tenía ganas de ver algunos teclados de Nord, Kurzweil y Roland, pero ni rastro de los dos primeros, sólo los nuevos Roland BK, el Integra y el VR-09.
Tenía interés por el VR-09, pero al tenerlo en frente desapareció completamente. Comparado con el VR-700 es un juguete. Lo primero que me llamó la atención fue la sección de deslizadores, pequeños y endebles, y además con una sensación desagradable en cuanto al recorrido. Teniendo en cuenta que su sección de órgano es uno de sus reclamos me parece que no se ha cuidado ese aspecto. El joystick tampoco me gustó, aunque aquí tengo que reconocer que siempre he preferido las clásicas ruedas de tono y modulación. Visualmente se nota que es un Roland, pero se nota que la marca es bastante "novata" en el uso del plástico. Los botones y controles de mi MOX son más sólidos y suaves en el uso. Los botones cóncavos me recordaron a los de goma de los PRS. El teclado tampoco me gustó. Sólo 61 teclas y muy blandas, me recordaron a los M-Audio Oxygen. Normalmente dejo las pruebas de sonido para el final, y honestamente no me apetecía probarlo. Creo que dar a paso a este modelo después del VR-700 va a ser perjudicial para la marca.
Acabo de caer en un detalle que no sé si es casual o intencionado por parte de Roland: la denominación 09, como el E-09, para mí uno de los peores teclados de Roland.
Con el Integra la sensación fue todo lo contrario: Roland 100%, sólido y con calidad. Viendo la nueva gama de productos tengo la impresión de que están abriendo una brecha muy grande entre el sector profesional y el semi-profesional o doméstico. ¿Cómo puede tener mejor tacto un controlador Roland/Cakewalk que un VR o BK? También esperaba más solidez del Roland Cube Lite. Entiendo que la marca tiene que hacer algo si no quiere perder ventas entre los menos pudientes, pero comparativamente sigue siendo más caro que la competencia.