La ventaja está en la edición del sonido, no en la reproducción.
Ten en cuenta que el sonido digital es discreto; es decir, que en realidad son muchas "imágenes" sonoras muy seguidas, tan seguidas que nos suenan juntas. La comparación clásica es el cine, en realidad no ves imágenes en movimiento sino fotogramas estáticos que se suceden y te hacen el efecto de movimiento.
Siguiendo con el ejemplo del cine: imagínate que tienes una película que se grabó a 24 fotogramas por segundo, y quieres hacer un efecto "de cámara lenta" relentizando la reproducción a la mitad; te quedará una película de 12 fps, en la que se verán saltitos.
Ahora imagínate que hubieses grabado la misma secuencia a 60 fps; después de repetir el mismo proceso de relentización, te quedará una imagen de 30 ftps, sin salticos.
Aunque tanto el resultado a 12 fps como el de 30 fps lo tuvieras que pasar a 25 fps, porque esa fuera la resolución que admiten los reproductores de cine estándard (me lo acabo de inventar), está claro que el resultado final no es el mismo.
Básicamente, con el audio pasa lo mismo; cuando apliques efectos, edites, ... , el tener mas densidad de información te va a ayudar a mejorar la calidad final de lo que estés trabajando, aunque al final tengas que pasarlo todo a 16 bits y 44 kHz para seguir el estándard de reproducción del CD.
Espero haber sido medio claro, no haberte dejado peor de lo que estabas
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Saludos